TEMPORADA 2 / CAPÍTULO 38: SUPAKU DE LA ELECTRICIDAD - PARTE 5

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Supaku no malgastó ni un segundo, y comenzó a lanzar rayos a toda velocidad, en todas las direcciones. Utsubi se escondió detrás de un árbol, mientras que Link y Adox lograban esquivar los ataques sorprendentemente.

-Link: (Cómo has cambiado, hermano, el entrenamiento te está convirtiendo en un auténtico guerrero. Me sigue sorprendiendo tu velocidad de aprendizaje.)

Tras un intenso momento de máxima concentración y de esquivar ataques mortales, Supaku paró.

-Supaku: Muy bien, en ese caso, centraré los ataques en uno solo de vosotros.

-Adox: Mierda, tenemos que pensar en algo. Seguimos sin poder usar nuestras armas, y solo nos quedan tres segundos de uso de tu nuevo paralizador... ¡Maldita sea!

Las manos de Supaku comenzaron a brillar. Parecía que iba a iniciar otra ráfaga de rayos. Entonces, Adox se dio cuenta de algo que lo alegró.

-Adox: ¡Eso es! Link, mi cetro de fuego no es metálico. ¡Tenemos que llegar hasta él!

-Link: Bien pensado, Adox. Corre hacia él, haré algo de tiempo. (Esto es muy raro... ¿Qué son esos ataques de rayos tan imprecisos, que hasta un aprendiz como Adox puede esquivar...? ¿Qué pretende? ¿Acaso sigue jugando? ¿O es que no es capaz de controlar su propia técnica...?)

Adox empezó a correr mientras Link llamaba a Supaku, para entretenerlo.

-Link: ¡Eh, Supaku! ¡Tengo una pregunta acerca de tu poder!

Supaku lo miró.

- ¿Ah sí? ¿Te has interesado por mi poder? ¿Qué quieres saber?

-Link: ¿Es cierto que esos rayos te matan al instante? ¿No hay opción de sobrevivir si me acierta uno de ellos?

-Supaku: Por supuesto, una carga de electricidad tan grande mataría a cualquier ser humano sin problemas si acierta en un punto vital. Pero tranquilo, en el improbable caso de que sobrevivas, solo tendré que lanzarte otro más. Además, si un rayo...

Supaku siguió hablando sin parar mientras Adox seguía corriendo hasta alcanzar el cetro de fuego, que estaba en una bolsa de viaje con Nublado. La estrategia había funcionado a la perfección. Pero había algo que le daba mala espina. ¿En serio todo iba a ser tan fácil? Alargó la mano hasta tocar la bolsa cuando, de repente... Todo se destruyó. Un gran rayo, más grande que los anteriores, impactó contra la bolsa, y de esta forma también contra la mano de Adox, y contra nublado.

-Adox: ¡¡UAHHHHHHHH!! ¡¡¡AHHHHHHH!!!

Ahora su mano estaba carbonizada, y comenzó a desprenderse a trozos. Gritaba de dolor mientras, de fondo, Nublado yacía inconsciente en el suelo. A penas quedaban las cenizas del cetro de fuego.

-Supaku: Si creéis que soy imbécil, estáis muy equivocados. Tan solo os he seguido el juego para reírme un poco más de vosotros.

-Link: A... ¡¡¡ADOX!!! ¡¡¡NOOO!!!

-Adox: ¡¡¡AHHHHHHH!!!

-Supaku: Pobrecito, míralo como grita de dolor. Es culpa suya, podría haber muerto de un impacto directo a la cabeza o al corazón, pero decidió cometer una estupidez, y ahora morirá más lentamente. (Vaya... no lo ha utilizado... Eso significa que aún no es el momento...)

-Link: Eres un... desgraciado...

-Supaku: ¿Ah sí? ¿Y qué piensas hacer? ¡Muérete con el impacto de este rayo!

-Link: ¡¡Ahora, Utsubi!!

-Supaku: ¡¿Eh?

Miró hacia todos los lados, pero Utsubi no estaba en ninguna parte... Entonces vio una sombra por encima suyo.

El Éfiro - Zelda Breath Of The WildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora