TEMPORADA 2 / CAPÍTULO 40: SUPAKU DE LA ELECTRICIDAD - PARTE 7

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-Hechicero 1: Ey... ¿Acabasteis con ella ya?

-Hechicero 2: Sí. Era la única opción. Tenía demasiado poder latente en la última analítica, no podemos permitir que una mujer alcance tanto poder o el orden del poblado se irá al traste.

-Hechicero 1: Es nuestro deber preservar el órden... supongo.

-Hechicero 3: Hay que ceñirse a los designios del demonio, no se te ocurra cuestionarlos.

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Años más tarde, Supaku se encontraba en clase de historia.

-Profesor: Cuando llegaron los primeros hylianos a aquel lugar, un demonio apareció ante ellos. Su aspecto era el de una masa amarillenta y gelatinosa, con una gran boca y dientes muy afilados, sin ojos, y con la capacidad de sacar de su cuerpo cientos de brazos. El demonio estaba algo débil, pero decidió hacer un trato con aquellas gentes. Les ofrecería una parte de su poder eléctrico a cambio de que los hylianos y sus descendientes lo usaran para crear más energía y entregársela. Si intentaran abandonar el lugar después de hacer el trato y recibir el poder, el demonio se los comería y se los llevaría al más allá. No obstante, solo la energía proveniente de los hombres es compatible con él, por lo que las mujeres tendrían prohibido acumular energía en ellas, ya que si no podían ofrecérsela al demonio, era completamente inservible. Los aldeanos aceptaron, sin opción, y desde ese momento, tanto a ellos como a su descendencia, les apareció una gran marca de rayo en la cara, signo de su servidumbre hacia el demonio que los había permitido vivir. Ese demonio es aquel al que ahora llamamos Kamittai. Todos los meses, los hechiceros formados debemos acumular energía y entregársela el último día del mismo, sin falta, mediante el traslador. Es el conocido como día del traspaso. Pero, ¿Cómo sabe Kamittai que no usamos la energía para otros fines?

Un alumno levantó la mano.

-Profesor: A ver, Nobei.

-Nobei: Por las cuatro sagradas aves negras, profe, que sobrevuelan el poblado constantemente.

-Peofesor: Muy bien. Es vital que recordemos siempre nuestro pasado para saber cómo mirar hacia adelante.

-Supaku: (Bla, bla, bla... Mirar hacia adelante... Vaya payaso... Eso lo dice porque su madre no despertó energía eléctrica y no la mataron... Vaya mierda de aldea más corrupta...)

Miró por la ventana, con desesperación.

- (Ay... Ojalá pudiera ver más mundo... Un mundo más justo que este...)

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-Profesor anciano: Supaku... Tienes que esforzarte más... Hazlo por tu padre, que está muy preocupado. Eres el hechicero menos hábil al que he enseñado de todo el poblado.

-Supaku: ...

- ¿Me estás escuchando?

-Cállate.

- ¡¿Cómo?!

El anciano le lanzó un pequeño rayo de descarga a modo de castigo por su ofensa, y se electrificó y cayó al suelo, temblando.

-Supaku: ¡Ahhhhh!

-Anciano: No te reveles contra tus superiores. Invierte mejor ese tiempo en ponerte a practicar de una vez.

El Éfiro - Zelda Breath Of The WildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora