El Éfiro - Zelda Breath Of The Wild

TEMPORADA 3 / CAPÍTULO 63: VAH RUTA - PARTE 3

Honelia estaba sentada, con cara de preocupación, en un tronco que había talado junto al embalse. Entonces, escuchó a alguien aproximarse. Se giró. Era Adox.

—Honelia: ¡Adox! ¡Por fin!

—Adox: ¿Qué pasa? (¡¿Qué?! ¡¿Honelia esperaba mi regreso tan preocupada y nerviosa?!)

No pudo evitar sonrojarse.

—Honelia: ¡Han pasado mucho más de dos horas! ¡¿Sabes lo preocupada que estaba?! ¡Ya iba a salir a buscarte!

Adox no entendía de qué estaba hablando, ya que no hacía tanto tiempo desde que salió. No obstante, en cuanto se levantó, la cara de enfado de Honelia volvió a ser de preocupación.

—Honelia: ¡¿Cómo te has hecho eso?!

—Adox: ¡¿El qué?!

—¡Eso que tienes en el ojo!

Adox tenía una pequeña cicatriz negra que recorría su párpado izquierdo en diagonal.

-Adox: Ahh... Pues ni me había dado cuenta...

-Honelia: Vamos, déjame tratarla.

Acercó su mano a la cara de Adox para curar su herida, y le acarició la mejilla en cuestión. Aunque Adox estaba muy contento con ello, Honelia seguía muy confundida.

—Honelia: (Esa marca... Me da muy mala espina...)

- - - - -

—Link: (Muy bien, allá voy.)

Link corrió con la lanza en mano y volvió a atravesar la entrada a la sala de las norias, listo para combatir al miniguardián. Sin embargo...

—¡¿Ehhh?!

Ahora había tres de ellos. El miniguardián había llamado a sus amigos mientras Link consultaba la piedra sheikah. A los tres les brilló el ojo. El triple láser salió disparado hacia Link, cada uno mirando en una dirección ligeramente diferente, pero todos apuntando hacia su cuerpo.

—¡Uahhh!

El triple láser salió disparado hacia Link, cada uno mirando en una dirección ligeramente diferente, pero todos apuntando hacia su cuerpo.

—¡Hyaaa!

Movió la lanza a una velocidad increíble, y la colocó para cubrir su cuerpo de forma muy precisa, alineándola con las trayectorias de los disparos y bloqueándolos todos... menos uno, que calculó un poco mal y se le escapó, aunque no llegó a golpear su cuerpo. Se había percatado antes de que los miniguardianes necesitan unos segundos de enfriamiento antes de lanzar otro láser, así que aprovechó el momento y corrió hacia ellos.

—¡Estoque circular!

El ataque causó estragos, cortándole a uno de ellos el brazo mecánico con el que agarraba su espadas, y empujando a los otros dos, que trataron de lanzar un ataque con las suyas, muy potente. Link enseguida se dio cuenta de que en un combate directo estaba en desventaja, así que no le quedó más remedio que esquivarlo. Ahora se encontraba del otro lado, por lo que no podía volver a esconderse tras la entrada a la sala. Miró hacia atrás, donde encontraba el gran foso de agua con las norias, y tuvo una idea.

Corrió de nuevo, esta vez en dirección al agua, y giró un poco la trompa de Ruta para que las norias no se movieran. Después, congeló gran parte de la superficie acuosa con el témpano, y se subió en ella. Los miniguardianes dispararon una nueva tanda de láseres, pero Link había creado una columna de hielo justo a tiempo para detenerlos. Dada la situación, se acercaron en busca de un combate más directo. Crear tanto hielo había agotado las reservas de la piedra sheikah, así que no podría usarlo más. ¿Qué estrategia requeriría tal sacrificio?