CAPÍTULO 20: ENFRENTAMIENTO EN EL LAGO - PARTE 2

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Link seguía bajo el agua, forcejeando por liberarse, pero el esfuerzo era inútil. Cada vez perdía más y más aire. El rokodon le había dado la vuelta a la situación en cuestión de segundos.

-Link: (No... puede ser... Yo...)

Llegaron al fondo, y el rokodon comenzó a arrastrar a Link hasta la parte más profunda del lago. Este no podía soltar el gancho de su tobillo, la herida era muy profunda y el dolor no le permitía ejercer mucha fuerza.

- (¡Ahhhh! ¡No puedo... quitarme esto...!)

Link cada vez estaba más agobiado por la falta de aire, pero en un momento su cara cambió por completo. Después de darse cuenta de algo, recobró la confianza al instante. El rokodon lo miró, y se extrañó al ver la cara de su adversario, pues estaba en clara desventaja. Sin embargo, justo después de aquello, el rokodon recibió el impacto de algo contra su cabeza, y su piel comenzó a volverse morada, además de inflamarse todo su cuerpo. No entendía nada. El tono morado se fue extendiendo más y más, y a los pocos segundos llegó hasta su cabeza, causándole la muerte. Link se alegró de que su improvisado plan hubiera funcionado. Al caer el cadáver del rokodon, se reveló que detrás de él había... ¡un bagako! El temible anfibio no dudó en liberar todo su veneno dentro del rokodon después de impactar contra él, pero... ¿por qué un bagako iría a atacar a otra criatura? Los bagakos normalmente se mueven de forma muy lenta y no son nada agresivos... Entonces, ¿por qué? Resulta que detrás del bagako había un cofre. El mismo cofre que Link había visto momentos atrás. Todo había sido un plan.

- (Menos mal... Estoy... apunto de quedarme sin aire...)

Lo que había sucedido era que Link había visto al bagako al descender por el agua, y pensó que usar su veneno era la única forma de acabar con aquel monstruo acorazado. El problema era cómo atraerlo... Para ello usó la vista imán. Después de buscar un instante, encontró el cofre y lo usó a su favor: cuando Link, el rokodon, el bagako y el cofre se alinearon entre sí, fue la oportunidad exacta. Link usó el imán en el cofre, y este fue atraído a toda velocidad hasta él, llevándose por delante al débil bagako, que obstaculizaba su recorrido. Como el rokodon también interrumpía el paso del cofre hasta las manos de Link, tanto este como el bagako chocaron fuertemente contra él, causándole una brutal muerte por veneno.

- (Y ahora...)

Después de recibir el mayor dolor que recordaba desde que despertó, logró arrancar la cadena del gancho de su tobillo y liberarse (manteniendo la punta incrustada, para no causar daños mayores). Ahora que el rokodon no era una molestia, había resultado mucho más sencillo todo. La hemorragia era grave, pero eso era lo de menos. El aire...

-Link: (No... No puede ser... No... Estaba tan cerca... ¡No....!)

Sus párpados comenzaron a cerrarse. No tenía fuerzas para nadar hasta la superficie. ¿De verdad iba a fallecer allí? Sus párpados se cerraron más y más, pero entonces, cuando ya apenas tenía uso de la razón...

-Adox: (¡¡Link!!)

Adox apareció para rescatarlo. Su piel estaba gravemente enrojecida por las quemaduras, y su cara denotaba una gran preocupación. Agarró a Link del brazo, y tiró como pudo de él. Lo subió a sus hombros.

-Adox: (Mierda... Espero que no sea demasiado tarde...)

No tenía mucha fuerza, pero gracias a que estaban bajo el agua, pudo nadar con relativo poco esfuerzo hasta la superficie. Finalmente, lograron escapar airosos de aquel duro combate submarino. En cuanto salieron a la superficie, Link volvió en sí y dio una gran bocanada de aire. Comenzó a toser y a expulsar agua había ingerido.

-Adox: ¡¡Link!! ¡Menos mal!

-Link: Agh... Bien hecho, Adox... Me has salvado...

Adox se emocionó al escuchar estas palabras. Acababa de salvar al elegido... Él, que hace tan solo unos pocos días era un completo inexperto. Link estaba realmente asombrado con lo rápido que aprendía y mejoraba, y le agradecía de corazón haberle ayudado. Esta vez no había sido un examen ni nada por el estilo, los rokodon son criaturas muy poderosas. Nadaron hasta la orilla y se tumbaron, agotados.

El Éfiro - Zelda Breath Of The WildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora