TEMPORADA 3 / CAPÍTULO 56: YOURO EL CAZARRECOMPENSAS - PARTE 3

14 3 2
                                    




Adox, Honelia y Utsubi luchaban arduamente contra Uky. Su objetivo actual, evitar que lance un nuevo rayo púrpura, o no tendrían nada con lo que defenderse, pues ya habían consumido la barrera de Adox, y utilizar el témpano no era la mejor de las ideas ya que no lo resistía. Utsubi comenzó a perseguir a Uky por el campo del valle circular, pero este lo esquivaba sin mayor dificultad, sin dejar de cargar su poderoso ataque.

-Utsubi: ¡¡Groaaar!!

Uky era mucho más rápido que Utsubi, quien, para no quedarse atrás, hizo algo sorprendente: Apoyó las manos en el suelo, y comenzó a correr a cuatro patas a toda velocidad.

-Adox: ¡¿Qué?!

-Honelia: Utsubi es capaz de moverse como un cuadrúpedo si necesita un extra de velocidad, aunque le cansa mucho, por lo que no puede hacerlo durante demasiado tiempo.

-Adox: Impresionante...

Ahora los dos estaban a la par, y Uky comenzaba a tener problemas para huir de él. Corrían por todo el espacio entre el bosque y la pendiente montañosa a una velocidad difícil de seguir con la vista.

-Adox: Parece que, mientras el perro carga ese ataque, no puede defenderse de ninguna otra forma, y solo puede huir.

-Honelia: Entonces, hay que acorralarlo como sea, y tengo una idea de cómo hacerlo.

-Adox: ¿Enserio?

-Honelia: Sí, pero debemos ser rápidos. Tú limítate a presionarlo disparándole flechas.

-Adox: Está bien, confío en ti, Honelia.

Honelia sonrió gentilmente a Adox, y después se preparó. Adox se sonrojó, ¿cómo podía ser tan mona la cara de Honelia cuando sonreía? Esta puso sus manos en el suelo, como cuando sacó la sagrada manta del realzar aquella vez, pero en esta ocasión invocó un frasco blanco-dorado. Era pequeño, del tamaño de un puño, y su diseño era precioso y muy adornado.

-Adox: ¡Hala! ¿Qué es?

-Honelia: Es el sagrado incienso somnífero.

-Adox: Aquí todo es sagrado...

-Honelia: ¡Oye! ¡No le faltes el respeto a la diosa Hylia!

-Adox: ¡Uahh! ¡Perdón, perdón! ¡No era mi intención...!

-Honelia: Hum... No pasa nada, pero mejor vamos a concentrarnos en la batalla, que a Utsubi no debe quedarle mucha resistencia.

-Adox: ¡Es verdad! ¡Ahora mismo le disparo flechas!

-Honelia: Dame un par de minutos a que prepare el ataque. Vamos... a dormir a esa bestia.

Adox se emocionó, y sonrió con determinación, comenzando a disparar flechas. Disparaba y disparaba, sin límites, porque podía crear munición casi infinita con el generaflechas de su brazo sheikah. Lo malo era que no acertaba ni una. Aunque Adox hubiera mejorado mucho sus habilidades, todavía le faltaba mucho para dar en un blanco que se movía a tal velocidad. Esto le afectó, pues empezaba a perder los ánimos de nuevo.

-Adox: (¡Mierda! ¡Mierda! ¡No seas un inútil! ¡Vamos, acierta en él de una vez!)

Lo bueno es que sí que consiguió estorbar, ya que ahora Uky tenía que fijarse en las flechas, no solo en Utsubi.

-Utsubi: ¡¡Groaaaaar!!

-Uky: ¡¡Grrrr!!

Honelia había recogido una pequeña rama del suelo, y se había puesto a machacar y remover el incienso dentro del frasco. Un misterioso aura amarillo y verde lo envolvía.

El Éfiro - Zelda Breath Of The WildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora