TEMPORADA 3 / CAPÍTULO 50: HACIA LA REGIÓN DE LOS ZORA

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-Makoro: ¡Adelante! ¡Pasa!

-Groy: Buenas, señor, soy yo. He traído los minerales de petrarock, tal y como me pidió.

Se quitó el saco que llevaba colgado a un lado y lo abrió delante suyo, mostrando el botín obtenido.

-Demasiado tarde, Groy.

- ¿Cómo...?

-Asener, el hombre al que rescaté de Hatelia, consiguió su ansiado poder de creación, así que ya tenemos todos los materiales que necesitábamos.

-¿Eh...? Pero... Jefe, ¿Por qué no me dijo nada cuando le llamé para informar ayer?

Makoro alzó el brazo y apuntó a Groy.

-Groy: ¡N-No! ¡Por favor! ¡Perdóneme por lo que haya hecho! ¡Pero no quiero desaparecer, se lo ruego!

-Makoro: Si te decía algo, no regresarías a la base. Pero ahora puedo castigarte a placer.

-¡Pero...! ¡¿Qué es lo que he...?! ¡¡UAHHHHHH!!

Las mitad superior de Groy, desde sus piernas hasta parte de su estómago desaparecieron, de repente. Cayó al suelo, rodeado en un charco de sangre que no paraba de brotar, y miró a su superior, humillado.

-Makoro: Vaya, he "fallado un poco". Quería apuntar solo a la entrepierna.

-Groy: ¡Tenga piedad, por favor!

-Dark: ¡¡Callaos ya!! ¡¡Pesados!!

La sala del líder era grande y lúgubre, iluminado con unas cuantas antorchas de fuego morado. Era el interior de algún tipo de mazmorra. La sala estaba dividida en tres a causa de dos pequeñas fosas que daban a algún tipo de aguas venenosas subterráneas. Por la entrada se accedía a la parte central, que consistía en un gran pasillo con una alfombra, y un altar con un gran trono tétrico al fondo. Allí estaban Makoro, Groy y el hombre con el pelo mitad blanco-mitad negro.

-Hombre b/n: Hmmm...

A los lados del altar, había dos pequeños puentes para cruzar a las otras partes de la sala. En la parte izquierda, había una jaula junto a una base con una marca sobre de esta. Era un símbolo bastante peculiar. Dark se encontraba con las manos atadas mediante unas cadenas negras y blancas, en el interior de la jaula. También tenía un casco que parecía restringirle sus poderes. En la parte derecha, había otra jaula, pero estaba vacía. Detrás del trono había escaleras, que daban tanto a un sótano como a un piso superior. Después de gritar aquello, Dark se giró en la dirección de la voz, y al ver aquella espantosa escena, se asustó.

-Dark: (¡Mierda! ¡¿Pero qué cojo-...?!)

-Makoro: ¡Silencio! A ti aún no te necesitamos.

-Dark: Grrr... (Estoy jodido... estoy jodido...)

El hombre del pelo blanco-negro miró a Makoro, con un rostro serio y frío.

-Makoro: No es necesario que intervengas. Con esas cadenas y casco, es suficiente por el momento.

Sin responder, el hombre captó las órdenes al instante y no hizo nada más innecesario.

-Dark: (Pff... Ese viejo enmascarado... Me pregunto cómo habrá obtenido semejante poder tan asoombroso...)

Dark miró enfrente suyo, en dirección a la otra jaula, vacía.

-Dark: (Ese otro chico... Se lo han vuelto a llevar arriba, ¿Qué querrán de él...? Tengo que encontrar la forma de salir de aquí, y rápido...)

-Makoro: Bueno, a lo que íbamos, antes de que termines de morirte (Para un hyliano normal, esa herida sería mortal, pero Groy podrá soportar un poco más esto...)

El Éfiro - Zelda Breath Of The WildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora