TEMPORADA 4 / CAPÍTULO 72: GROY E ISYR - PARTE 3

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—Padre: ¡¡Cof, cof!!

—Groy: ¡Papá!

—Madre: Otra vez... Esto va a peor...

Hace seis años, cuando Groy era aún un chaval, vivía en Alboria felizmente. No obstante, su paz y tranquilidad pronto se vieron turbadas cuando, a la edad de quince años, su padre fue diagnosticado con una extraña enfermedad desconocida hasta el momento. Los médicos de la ciudad habían intentado tratarlo, pero fue inútil. Necesitaban investigar el caso, pero ello requería mucho dinero, el cual no tenían.

—Groy: Mamá... ¿Crees... que papá se pondrá bien?

Su madre no respondió, tan solo apartó la mirada, y se tapó la cara con una mano. Groy comenzó a llorar.

Pasaron las semanas, y un día fue a visitar a sus primos a su casa. No obstante, su tío le pidió hablar con él un momento.

—Groy: Tío Derath, ¿de qué querías hablar conmigo?

—Derath: Groy... Voy a ir directo al grano. Tú y yo sabemos que tu padre empeora cada vez más, esta situación es insostenible.

Groy iba a comenzar a llorar, pero entonces Derath apoyó su mano en su hombro.

—Derath: ¡Groy! ¡Tienes que salvar a mi hermano! ¡A tu padre!

—Groy: P-Pero... ¿cómo voy yo a conseguir dinero...?

—Sabes a qué me dedicaba yo antes, ¿verdad?

—Sí... Eras un gran gladiador del coliseo...

—Así es. ¿Y sabes cuánta pasta ganaba? Está mal decir la cifra exacta, pero mira la casa tan grande en la que hoy día vivimos mi familia y yo.

Groy quería ver la posibilidad, pero no terminaba de convencerle la idea.

—Derath: Escucha, Groy, yo ya estoy poniendo de mi parte para pagar la investigación a fondo, pero tengo cuatro hijos que mantener. No es suficiente, conozco cómo va esto, va a durar años... Chico, eres el único que puede hacer algo por salvar a tu padre.

—Groy: Pero... ¿cómo me voy a hacer gladiador yo ahora...?

—Derath: Yo te entrenaré, por supuesto. Te enseñaré el arte de la espada.

—¿M-Me enseñarás... a luchar...?

—¡Claro! ¡Es lo menos que puedo hacer! Además, ya sabes que en nuestra familia somos muy altos, tienes gran potencial para desarrollar mucho músculo y convertirte en toda una bestia.

La cara de Groy se iluminó, y comenzó a mostrar un genuino interés por convertirse en un gran guerrero.

—Groy: ¡V-Vale! ¡Está bien, decidido, lo haré!

—Derath: Así me gusta, chico, serás el orgullo de tu familia. Mañana empezamos, te espero a las 8 de la mañana en casa.

—Groy: ¡¡S-Sí!!

Pasaron los meses, y Groy no falló ni un solo día de entrenamiento para convertirse en alguien fuerte lo antes posible. Ya comenzaban a verse cambios notorios en su físico, y sabía defenderse de forma bastante apañada. La madre de Groy y Derath habían logrado reunir los fondos necesarios para la investigación, pero, aunque su padre seguía con vida gracias a las medicinas, estas solo lograban mantenerlo, y no curarlo completamente. Necesitaban investigar más, y pagar ambas cosas comenzaba a ser demasiado. Groy necesitaba empezar a ganar dinero cuanto antes, pues la situación económica de toda la familia sería desastrosa si se prolongaba durante mucho más tiempo semejante cantidad de gastos. A sus padres no les hacía nada de gracia la idea del coliseo, pues son muchos quienes pierden la vida como gladiadores, pero tampoco podía proponer nada mejor, así que decidió confiar en su hijo y en Derath.

El Éfiro - Zelda Breath Of The WildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora