TEMPORADA 3 / CAPÍTULO 46: EN BUSCA DE LA LLAMA AZUL - PARTE 3

21 4 2
                                    




Con Utsubi inconsciente, Link y Honelia habían retomado el viaje en busca de la preciada llama azul. Más o menos al mediodía llegaron al fin a su objetivo. Habían sabido seguir el mapa correctamente.

-Link: ¿Ese es...?

-Honelia: En efecto, allí está... El terminal de la llama azul. Era bastante llamativo, con algunos adornos y varias flores a su alrededor.

Sin perder ni un segundo, se acercaron y pudieron contemplar de primera mano el resplandor de aquella llama ancestral. Link sacó la antorcha que habían traído y la acercaron a esta para conseguir un poco de ella.

-Link: Pues ya está.

-Honelia: No te relajes, ahora queda lo peor. Tenemos que volver hasta el laboratorio sin que la llama se apague...

-Link: No creo que sea tan complicado. ¿Cuánto tiempo tendremos que custodiarla? Tres días como mucho.

-Honelia: Eso es fácil decirlo, pero hacerlo... Habrá que vigilarla incluso de noche...

-Link: Hmm... En fin, no perdamos más el tiempo.

El viaje de vuelta resultó ser de lo más agotador, ya que debían ir lo más despacio posible para que la llama no se extinguiera. Siguieron una especie de formación en la que Link iba delante, cargando a Utsubi, y después Honelia con la llama. De esta forma, la llama se encontraba más protegida ya que Link podía informar de los próximos peligros y la llama evitaba así cualquier ataque por sorpresa. Gracias a ello pudieron esquivar todos los peligros durante más de dos días. A la llegada del tercero, alcanzaron un sendero en el que había muchos keese. Los keese son unos pequeños murciélagos de un solo ojo. El problema es que viven en grandes grupos, y hacer enfadar a uno puede ser fatal si llama a sus amigos. Afortunadamente, era de día, así que ahora estaban durmiendo.

(susurrando)

-Link: Un solo movimiento en falso y...

-Honelia: Ay, no me metas más presión, que soy yo quien lleva la llama.

-Perdón, pero es que tenemos que...

En ese momento, Link se temió lo peor. Acababa de pisar un montón de hojas y ramas secas y habían hecho un montón de ruido.

-Link: Ay ay ay...

Afortunadamente, pudieron seguir sin problemas... O eso pensaron. Justo después, Link se quedó viendo a uno de ellos... Le recordaban a algo, pero no era capaz de especificar a qué.

-Link: (Hmmm... ¿Por qué...?)

Se quedó tan ensimismado que tropezó con una raíz de un árbol y cayó al suelo.

- ¡¡UAHH!!

Utsubi le había caído encima y se había fracturado el tobillo. Lo peor es que un keese cercano se alertó y se despertó.

-Honelia: ¡Ahh!

Menos mal que tuvo unos rápidos reflejos y le lanzó una piedra, matándolo al instante antes de que pudiera llamar a nadie. Sorprendentemente, a pesar de los gritos, solo un keese más se despertó, al que Honelia arrojó otra piedra.

-Link: Uff... Qué cerca ha estado. Tienes mejor puntería de lo que habría podido esperar.

-Honelia: Gracias... No te muevas, que te curo.

Tras colocar sus manos en su tobillo y emitir energía sanadora durante un rato, el pie de Link se recuperó por completo.

-Honelia: Ya está. Aún así, no debes hacer ejercicio en las próximas horas si no quieres que se te vuelva a lesionar. Tenías una fractura...

-Link: ¿Y entonces qué pasa con Utsubi?

-Pues lo llevaré yo. Toma la llama.

Es así como hicieron el intercambio y continuaron avanzando hasta salir del sendero.

Por la tarde, llegaron a la pradera en la que se habían encontrado al centaleón en el viaje de ida. Link le dejó un momento la llama a Honelia y se adelantó para informar de la situación.

-Link: (¿Estará despejado...? ¿Qué habrá pasado con el combate entre esos dos? Ya han pasado unas horas desde que nos fuimos...)

-Honelia: ¿Y bien?

Pero lo que Link vio lo dejó desconcertado.

-Link: Espérate ahí un momento, Honelia.

Había un gran cráter en el suelo y, en el medio de este, se encontraban los restos del centaleón. Restos porque había sido completamente destruido y sus vísceras se encontraban esparcidas por todos los alrededores. Era una imagen espantosa. Su cabeza estaba clavada en la tierra.

-Link: Pero... ¿Qué... ha pasado aquí...?

Aunque se tratara de un monstruo, ver a un ser en ese estado es algo realmente impactante. Iba a acercarse a investigar más de cerca cuando, de pronto, ocurrió lo que menos se podría haber legado a imaginar.

-Link: ¡¡HONELIA!! ¡¡CUBRE BIEN LA LLAMA!!

Un petrarock impactó contra el suelo, desde el cielo, y montones de partes de piedra saltaron por los aires. Creó un nuevo cráter en el lugar donde cayó. Había venido volando, ¿pero cómo? Afortunadamente, ninguna piedra les dio a ellos y la llama se conservó perfectamente.

-Honelia: ¡¿Pero qué está pasando?!

Claramente, se trataban del centaleón y del petrarock que habían dejado luchando, pero allí había pasado algo grave. Link iba a salir a investigar, pero entonces... hubo otro impacto. Mucho mayor que el anterior. Un gigante, de unos cuatro metros de altura, cayó del cielo. Más bien, no cayó, aterrizó con fuerza. Fue un gran salto en picado justo en el petrarock, para rematarlo. Y lo consiguió... El petrarock explotó en mil pedazos, y la tierra se deformó por completo.

-Honelia: ¡Uahhhh, al suelo!

Todo pasó muy rápido, pero uno de los pedazos golpeó a Link, quien hizo todo lo posible por no hacer ruido, pero le dolió muchísimo. El gigante, que aterrizó agachado, se levantó, sonriendo.

Estaba en plena forma, era pelirrojo, peinado con un tupé, y su sonrisa era la representación del disfrute y la superioridad. Una gran cicatriz atravesaba todo su cuerpo y cara de arriba a abajo, pasando por su ojo derecho. Su presencia intimidaba como nadie.

-Gigante: Hmmm...

Sin embargo, esto no es lo que más llamaba la atención de su apariencia. Todo su cuerpo brillaba muy intensamente, y sus ojos parecían cristales azules. No llevaba ropa por encima de sus pantalones cortos, pero en el brazo izquierdo llevaba atado un trozo de túnica... Esta túnica era de color rojo, y estaba llena de triángulos amarillos. Todo esto recordó a Link inmediatamente a Supaku y su sello.

-Link: (Ese hombre... ¡Es de Asigma...! ¡Maldita sea, ¿Pero qué está haciendo él aquí?!)

El Éfiro - Zelda Breath Of The WildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora