MI HISTORIA XXXIV
Entonces mire mi arco y el lago, era una buena vista— envidio al hijo de Poseidón —sonrió de lado— esta vista es preciosa —
— es necesario para todo hijo del mar —pronunció con modestia.
— seguro —masculle con una sonrisa sin mirar.
— ¿Estarás bien? Lyra —pero aún Artemisa estaba preocupada.
Asentí— perdona, es que sin mi madre es... difícil —masculle con dificultad.
El sol se ponía poco a poco y desaparecía entre las pequeñas olas del lago, los árboles se mecían y parecía que nadie se había dado cuenta del desastre natural que estos dos habían hecho. Solo esperaba que Quirón entendiera mi posición.
— Lyra, ¿Alguna vez le has preguntado a tu madre sobre tu padre? —y entonces Artemisa preguntó.
Y baje mi mirada, porque recordé la noche en que mamá fregaba los platos, esa noche en que los hombres de negro aparecieron.
— solo sé que ella dijo: nuestro amor no era correcto, él no podía enamorarse de alguien como yo, él NO podía enamorarse de... mí, porque sabía que en el cualquier momento me dejaría sola y... no quería que me aferrara a él de esa forma, porque mi vida seguiría y la de él también —trague fuerte antes de pronunciar las palabras de mi madre— y ella le respondió a él: lo que sea que vaya a pasar, no podrás cambiarlo, ni tu, ni yo, pero si de algo estoy segura es que me he enamorado de ti, no puedo hacer nada por eso, fue la misma noche en que llegaron y la asesinaron —respire hondo
— el curso de la historia debe seguir, Lyra —mi madre... no podía ser posible, mis lagrimas volvian a salir— cuidate —
— no, no —estaríamos juntas para toda la vida— tú, tú no te puedes ir, Lily... —Un sollozo salió de mí.
— Artemisa te cuidará —
No sé por qué detestaba tanto ese recuerdo. Pero, escucharla que sus últimas palabras fueran, dejarla morir, me dolía.
— el curso de la historia debe seguir —levante mi mirada— mamá siempre fue tan susceptible a cambios, que no le importo dar su vida por mi —
— porque te amaba, Lyra —lo sabía, Artemisa.
— y jamás le dijo a mi padre nada sobre mí —reconocí, pero algo dentro de mí se movió y volví mi mirada a ella— Yo.. ¿Si mi padre hubiera sabido todo esto? ¿Él hubiera intervenido? —cuestione con un nudo de la garganta, mientras Artemisa analizaba mis palabras— si sabía sobre mi, sobre la vida que llevamos y sobre el tiempo que pasó lejos de nosotras —
— la mayoría de los dioses cuidan a sus hijos de lejos, pero no intervienen en sus peleas —reconoció Artemisa con sus cejas doblegas en pena y tristeza— y si mueren, serán llevados al jardín, pero sino... —
— ¿Cabe la posibilidad de que mi padre sepa de mí? —y la duda surgió, esa que hacía mucho tenía en mí y que mamá siempre me decía lo mismo.
Y quería ver si Artemisa me decía lo mismo, pero era claro que sería la misma respuesta— tu madre dijo que nunca se lo dijo —la misma respuesta que Lily siempre me decía.
Quise reírme, pero decidí solo sorber mi nariz— mi madre era una humana, él se supone que un dios —y volver mi mirada al lago.
— Lyra, no estoy segura si sea la indicada para decirte esto —pero ella apenada me miraba con cierta indecisión. Sabía que había hecho un juramento a mi madre, pero ella ya no estaba... ya no.
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PERSEA FORKS © - La Gracia de Artemisa
FanfictionCuando Persea Forks vive con su madre y sin problemas, lejos de la vida ajetreada de la ciudad y demás ocupaciones, su madre Lily, le guarda secretos de su padre. Lyra mantiene la idea de que su padre nunca apareció porque decidió vivir su vida inde...