PERSEA FORKS - La despedida de Lily

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MI HISTORIA VI

El corazón se me acelero, mi euforia crecía a medida que mi madre era tratada como inferior, mis ojos empezaron a arder, la euforia estaba creciendo cada vez más, de pronto algo en mi corazón estaba ardiendo y sin pensarlo tome una flecha y la lancé contra el hombre, tome otra más, era demasiado resistente contra las flechas pero con cada una retrocedía y retrocedió hasta quedar en la cocina, con mi tercera flecha, aferre mi agarre con la daga y la incruste sin pensarlo en él.

Si algo no soportaba era ver a mi madre en peligro, tome otra flecha y apunta al hombre que tenía a mi madre contra su pecho— Persea Forks, ven con nosotros —

Gruñi— ¿Persea Forks? —y reí— mi nombres LYRA —gruñi nuevamente y tire la flecha y pronto el agua estaba en mi, fruncí mi ceño en cuanto vi que la tubería de agua había estallado, todos estaban mojados, pronto más hombres entraron a la casa, la flecha había dado en la cabeza del hombre.

— LYRA CORRE —mi madre entonces me empujo en medio de la lluvia ocasionada por la tubería y me hizo subir por las escaleras— a la entrada, Lyra —atendí a la orden de mi madre, mientras sentía como los pasos enormes de los hombres venían tras de nosotros.

— Maten a la mujer, no le hagan nada a la sem... —no escuche mas nada, porque ya habíamos bajado las escaleras a la entrada de la casa, donde podíamos salir de aquí y huir de ellos.

Llegando a la puerta, mi madre respiraba entrecortadamente ahora tenía un labio roto— madre —yo solo quería explicaciones— ¿quiénes son ellos? —ella intentaba abrir la puerta, pues cada noche la cerraba con llave, pero las llaves en sus manos temblaban, ellos se acercaban, eran cinco hombre, miré las escaleras— madre, ¿quienes son? —

— no tengo tiempo de explicarte, Lyra, por favor —fruncí mi ceño y aferre mi agarre a el arco, tenía fe que después me lo explicaría, fue entonces que tomé la decisión de girarme y tomar una flecha para apuntar a las escaleras, debía ganar tiempo mientras ella abría la puerta.

Lily Forks, me debías explicaciones— Lily Forks, tu saldo será cancelado hoy —si podía con uno, podria con los demás, vi al primero y tire la flecha, en el pecho, tome otra flecha y lanza nuevamente, quedó estrellado contra la pared, entonces tome otra flecha, mire a mi madre.

—¿aún nada? —cuestione, ¿cómo le costaba tanto?

— estas no son las llaves, Lyra, estas la de la bodega —abrí mis ojos de sorpresa y cerré también mis ojos con detesto.

— LYRA CUIDADO —y fue mi madre quién me empujó a un lado, todo ocurrió en cámara lenta, como mi madre se ofrecía a ellos a medida que yo caía al suelo y como pronto una de esas espadas luminosas estaba puesta en su costado, deje de sentir todo.

Mi madre cayó y conforme fue cayendo la ira y el enojo se fueron apoderando de mí.

— Nunca dejes que el odio y la ira te controlen —

Eso ya no estaba en pos de ella, me levanté del suelo y tome las flechas tirandolas contra el hombre, con tal de que no se acercará a la herida de Lily Forks— Persea Forks, vendrás con nosotros —jamás, gruñí con odio y seguí lanzando mis flechas, hasta que ultima la di en su cabeza, solo quería estar cerca de mi madre, porque si moriría, sería a su lado, no iría con ellos, el hombre sirvió de escudos tan solo segundo en los que pude estar con mi madre en el suelo, fue entonces que me arrodille frente a ella y deje el arco, mis lágrimas caían, ella respiraba con mucha dificultad.

— Madre —mi voz estaba corrompida.

— Lyra —su mano estaba en mi mejilla.

— Persea Forks —ellos se acercaban.

Tome la espada de mi madre— Lyra —ella me llamó y tocando mi mejilla dijo— Artemisa, te lo suplico —fruncí mi ceño, de mi mano fue arrebatada la espada y ellos ya estaban frente a mí.

— Lily Forks, debes morir —rápido tome una flecha, no moriría sola, no dejaría que sucediera.

Pero en cuanto la aferre a mi pecho intentando tomar una flecha de mi espalda, una luz irradio tras nuestro y me vi en la obligación de proteger la vista de Lily y la mía, el hombre frente a mí cayó al suelo, demasiados estruendos se escucharon, todos estaban cayendo al suelo, la luz se desvaneció y mi vista está en los hombres caídos, estaban en el suelo, todos, con flecha en sus cabezas, en sus frentes.

Las flechas desaparecen, pero eran doradas y muy bien diseñadas.

— Malditos Cíclopes, es solo una humana —la voz de una mujer estaba tras de mí.

Con Lily en mis manos mire con recelo hacia atrás, esta mujer ¿quién era?

— ¿Quién eres? —¿cómo los pudo derrotar con tanta facilidad?

— Persea Forks, hija de Lily Forks la humana —fruncí mi ceño.

Hablaba con tanta rectitud.

— no te conozco —masculle con odio.

— lo sé —sentí sus pasos acercarse, tomaría a mi madre, entonces miré a Lily, aún estaba despierta, sonreía, sonreía débilmente, mire su costado, estaba sangrando demasiado— siempre tan débil Lily —la mujer ahora estaban descendiendo, la mire con el ceño fruncido, ¿cómo era posible que conociera a mi madre, pero sus manos estaban enredadas con pulseras de bronce alusivas a enredaderas de flores, sus manos parecían tan ligeras, pero su rostro, ella me sonreía y me miraba con confianza, me quede atontada con su mirada.

— Artemisa —mi madre podía hablar poco, parpadee unas cuantas veces y la mire— por favor, mi petición —fruncí mi ceño.

— tranquila, lo hiciste bien, Lily, ahora debes descansar —presionó el costado de mi madre.

— ¿Qué haces? —y aparte su mano, pero ella me miró con enojo.

— Lyra, déjame cerrar a mi sierva —¿su sierva?

Sentí la mano de mi madre en la mía, estaba fría, la tome y le mire— Lyra, ahora ella te cuidará, ella es la que estará contigo —tosio— por favor, hazle caso en todo, ella te guiará a donde debes ir —¿qué? no

— ella te sanará la herida —masculle— es lo que dijiste —entonces mire a la Artemisa.

— dije que lo cerraría, más no que lo sanaría —masculló con pesimismo.

— pero... —

— el curso de la historia debe seguir, Lyra —mi madre... no podía ser posible, mis lagrimas volvian a salir— cuidate —

— no, no —estaríamos juntas para toda la vida— tú, tú no te puedes ir, Lily... —Un sollozo salió de mí.

— Artemisa te cuidará —

NO QUERÍA A ARTEMISA, LA QUERÍA A ELLA.

— la herida ya ha sido cerrada —miré perpleja a Artemisa, pero cuando quise volver mi mirada a mi madre, ella ya había cerrado sus ojos, Lily...

Su herida estaba cerrada, pero ella ya no estaba.

— Lily —solloce.

Lily, no, Lily por favor.

— Persea —mi corazón se estaba rasgando, pero Artemisa me estaba llamando— ahora está en un lugar mejor —gruñí con odio.

Esa noche entendí que Lily Forks, ya no estaría más.

Esa noche entendí que Lily Forks, ya no estaría más

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PERSEA FORKS © - La Gracia de ArtemisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora