EPÍLOGO

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— Entonces, ¿el cebo va en el garfio? —Percy recién había llegado a mi lado y lanzando un quejido se sentó y volvió a explicarme por enésima vez.

— que sí y no es garfio, es anzuelo, sirve para pescar siempre y cuando haya peces, gracias a papá, en lago nunca faltan los peces —sonrió de lado orgulloso.

Desde el tiempo en el que estuve en la casa del lago perteneciente a los hijos de Poseidón, no pude evitar pensar que Percy había estado solo aquí tanto tiempo, en parte suponía que era bueno que estuviera aquí junto a él.

Después del rito de despedida para mi madre, pregunté por Ezio a los cuatro, pero Nico fue el único que supo la respuesta, pues aunque a Ezio le ofrecieron unirse a nosotros al campamento, el chico había decidido que lo mejor era quedarse con Alethea el tiempo que le quedará en el mundo.

El lago se mantenía en completa calma y yo también, hacía poco habíamos despertado y poco antes del desayuno decidimos pescar, ya que Percy decía que era un hobbie que tendía a cargar encima para matar el aburrimiento en las mañanas.

Pronto sería el desayuno y la inspección de cabañas, en la que debíamos cuidar que la cabaña estuviera en completo arreglada, luego vendría el tiempo de "Espada y Escudo" donde la cabaña de Ares se prestaría para enseñarnos todo sobre las armas y su manejo, aunque sospechaba que Clarisse intentaría fastidiar mis primeras clases oficiales.

— ¿ves ahí? —Percy llamó mi atención y escaneé con mi mirada la laguna, cuando vi a unos pocos milímetros de mi caña un pez, parecía que podía ser capaz de ver por el agua, como si fuese un espejo.

— ¿que hago? —me alarmee.

Pero Percy dijo— cuando toque el anzuelo, empieza al.... AHORA, enrolla la cuerda, enrolla la cuerda —Percy se exaltó y me apresuré a hacer lo que decía, una, dos tres, cuatro y cinco veces la enrolle y el pez salió del agua, fue un momento único, porque lo vi salir en cámara lenta del lago y pasar sobre nosotros, creía que había sido muy fuerte con el jalón, pues para cuando hubo caído, el rostro cabrío de un sátiro le esperaba.

No pude evitar reír, el pez había caído en toda la cara de Grover— jajajaja —expresé mientras Percy reía igual que yo.

— muy graciosos —expresó Grover quitándose el pez y sin una pizca de gracia— vengo a despedirme y ustedes me lanzan un pez —

Me incorporé en mi cuerpo mientras Grover tiraba el pez sin anzuelo al agua y Percy fruncía su ceño extrañado a mi lado— ¿te vas? —

— ¿del campamento? —pregunté tras de Percy.

Grover miró a ambos pero asintió— tengo asuntos oficiales que atender, como portador del dios pan —expresó con claro aburrimiento.

Pero Percy aún preocupado preguntó— ¿sucede algo? —

Grover le quitó importancia entonces— son solo consejos y visitas que nos corresponde hacer a Silenus, Maron y a mí —expresó con aspecto cansado.

— Está bien, pero si sucede algo, estamos aquí —era claro que las despedidas en el campamento a menudo significaban problemas.

— estaremos cuando lo necesites ¿recuerdas? —Apoye a la causa y Grover asintió aparentemente feliz.

Pero se volvió sobre sus patas y dispuesto a irse y no en silencio dijo— hubiera preferido ser el sátiro de Perséfone —abrí mis ojos en gran manera y Percy rió a más no poder.

Grover dio un saltó antes de irse de la cabaña y sin medir su aparente fuerza, quebró una madera del suelo en la casa, Percy y yo nos miramos mutuamente, la inspección sería en diez minutos y debía estar todo impecable.

— Grover —regañe entre dientes, pero el sátiro salió despavorido de la casa y desapareció.

— busca en las maderas que ahí afuera, tenemos que arreglar esto cuanto antes —

Socorrí a la indicación de Percy y fue como barco en vapor saliendo despavorida de la casa para buscar la madera, pronto sería fin del verano y traería consigo muchos eventos especiales en el campamento, en especial uno que mencionó Percy hacía un tiempo, era el intercambio de campamento de héroes y semidioses, me había hablado sobre cierto campamento en San Francisco que era de semidioses romanos, a diferencia de nosotros los griegos.

El intercambio era nuevo, pero ambos campamentos lograron pactar un acuerdo de tal manera, para que ninguno de los dos campamentos quedarán en enemistad con el otro.

Este año formaría parte del intercambio con Percy, Annabeth y Jasper, no sabía quién más iría, pero estaba segura que Nico no, pues alegó en muchas ocasiones que debía ir al inframundo para compensar a su padre de aquel chantaje para devolverle la vida.

Solo esperaba poder volver a verlo.

Solo esperaba poder volver a verlo

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PERSEA FORKS © - La Gracia de ArtemisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora