PERSEA FORKS - Los regalos de Poseidón

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MI HISTORIA XXXVI

— perdón por no estar presente —masculle una vez que Quirón estuvo cerca.

— no, no te preocupes, Lyra, está bien, después que estés bien —puso su mano sobre mi hombro y sonrió— pero no puedes desaparecer hace nuevamente, sino serás castigada —

— sí, entiendo —

— bien, ahora, debo volver, cuando termines aquí vuelve también, necesito hablar sobre algo —asentí mientras lo veía volverse y despedirse de Poseidón con una pequeña reverencia.

Y desapareció de nuevo.

— Persea —entonces Poseidón llamó mi atención y volví a él, no sé porque en su boca mi nombre no sonaba tan terrible, pero una vez atendí su llamado, presencie como algo brillaba en sus manos y resplandecía con tanta firmeza que parecía una piedra preciosa.

Fruncí mi ceño acercándome— ¿Qué es eso? —

Y Poseidón sonrió y se volvió a mí— es tu cumpleaños, creo que es justo que tu padre te de un obsequio —dijo— y eres mi única hija mitad humana, así que eres única en ese sentido —recito— para esto —y ahora lo veía perfecto, seguía brillando, pero ya no tanto, era como una daga doble, pero en espiral, ambos lados eran verdes y tenían destellos azules y celestes, ambos lados estaban unidos a una empuñadura de color hueso, pero era pequeña.

— ¿Qué..? —

— Es una daga a simple vista, única es su clase, pero también es un arco, creo que es en lo que mejor te desenvuelves —comentó perspicaz— está te ayudará, poco irás encontrando lo que puedes hacer con ella —atribuyo y sin más estiró hacía mí con una sonrisa— feliz cumpleaños, Lyra —

feliz cumpleaños, Lyra —mamá al final de cada celebración me sonreía y me felicitaba, como si al final acabara de luchar contra algo y esa fuera mi victoria.

Un año más que seguía con vida.

Tome la daga y asentí— gracias —recuerdo que siempre pronunciaba y la miraba y abrazaba, pero solo correspondi con un gracias a Poseidón, ni siquiera le mire.

— te será de mucha utilidad y antes que se me olvide, ¿qué es un arco sin una flecha? —bufo y volvió al lago y sacudió sus manos dentro para sacar luego algo más— no sabes cuánto me costo conseguirlo, una flecha como esta no es fácil de conseguir —era una flecha negra pero reluciente, con detalles dorados en su parte inferior, pero era solo una, fruncí mi ceño mientras la tomaba— te será suficiente —concreto— no sé si funcione contigo, espero que sí lo haga —no dejaba de sonreír— y esto también —y entonces también sacó algo de su bolsillo de bermudas, saco un collar tan Celestino y puro como el mar, tan profundo como el océano y tan pequeño como de bolsillo, con una cuerda negra que lo mantenía— quiero que parte de mí este contigo, Lyra —parte de él— te ayudará cuando estés en combate en mar abierto, tal vez no puedas ordenar a los seres marinos con tu propia sangre porque no la aceptas aún —dijo— pero con esto y las palabras correctas, podrás hacerlo —

— ¿Ordenar a los seres marinos? —cuestione tomando el collar.

Era precioso.

— créeme, te será de mucha ayuda —afirmó con una sonrisa— también debo traer uno a Percy, aunque él ya no tiene tantos problemas, procura no perderlo —advirtió— y cuando estés en apuros solo pronuncia: Είμαι η Λύρα, κόρη του Ποσειδώνα, είμαι ο ιδιοκτήτης της θάλασσας και εσείς είστε οι υπήκοοι μου, σας διέταξε και θα υπακούσετε —

PERSEA FORKS © - La Gracia de ArtemisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora