PERSEA FORKS - De compras en Forks

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MI HISTORIA III

— entiendo que su hija sepa el griego y tenga un intelecto superior al de los demás, eso demuestra lo bien que la ha criado, señora Forks —madre asentía con una sonrisa en sus labios mientras miraba fijamente al director.

Mire al profesor a mi lado quien sostenía mi ensayo en su mano con desaprobación.

— Lyra es muy inteligente —dijo mi madre oportunamente, sonreí ante ella.

— ESE NO ES EL HECHO SEÑORA FORKS —el profesor a mi lado sacudía la página con enojo— esto no es clase griega para escribir así —aferre mi agarre en pantalón, detestaba que gritarán.

Le miré de reojo, pero mi madre me tomó la mano, la mire con el ceño fruncido, pero ella le sonrió al profesor— ¿está bien escrito? —fue lo único que preguntó.

Mire al profesor, él solo parpadeó unas cuantas veces, parecía no entender la situación— ¿có-cómo? —

— el griego, ¿está bien escrito? —

— señora Forks, ese no es... —

— para mí es esencial que mi hija sepa griego perfectamente —interrumpió mi madre— requiero saber si el griego está bien escrito —

— señora Forks —ahora era el director quien hablaba— requerimos más concentración en las clases, Persea no puede seguir desorientando de esa manera, es una estudiante muy inteligente, pero también se basa en la responsabilidad —

— Y EN ESCRIBIR EN ESPAÑOL —que dolor de cabeza con este hombre, bufe.

Pero mi madre respondió con una sonrisa al director— entiendo perfectamente, Lyra hará lo que se le pide, después de todo debe siempre hacer caso a sus superiores, siempre —apretó mi mano, la mire asustada— ¿no es así, Lyra? —la mirada del profesor me estaba irritando y la del director también, mi ira estaba en aumento, no era mi culpa que ellos no supieran lo que era el griego, debería ser un idioma importantísimo en este instituto, así estos estudiantes no serían tan deplorables y miserables— Lyra —desperté de mi ensueño y vi a mi madre, doblegando sus cejas y mirándome asustada.

Sus ojos por alguna extraña razón me decían algo, algo que no podía persuadir, mi respiración hasta ese momento estaba demasiada agitada.

— Nunca dejes que el odio y la ira te controlen —

Abrí mis ojos al recordar las palabras de mi madre.

Mi enojo... Cerré mis ojos y suspire desviando mi mirada, ahora entendía porque me miraba así.

— Perdonen por mi irresponsabilidad —entonces mire al profesor Albert quién me miraba de brazos cruzados— prometo ser mejor en el próximo ensayo —sonreí, aunque sabía que no era una sonrisa real, para bufar y volver al director— ¿feliz? —el director no tenía la vista en mí, pero en su vaso de agua, parecía haberse quedado estancado su mirada en él.

— seguro... —masculló— ¿sintieron algún temblor? —nos miró a todos, interrogante.

— no señor director —dijo mi madre parpadeando un par de veces.

— que extraño —fue entonces que el director se levantó y se acercó a su ventana extrañado.

Me incline a mi madre— ¿temblor? —y cuestione en un susurro.

— seguro tomo mucho café — masculló hacia mí, para luego separarse y levantarse— sino hay más nada que hablar, mejor es que nos vayamos, ¿no? director —

Me levanté esperando la respuesta del director, pero sin vernos hizo un ademán con su mano— seguro, señora Forks, gracias por su presencia —

Mamá hizo una seña para irnos, asentí rodeando la silla en la que estaba y mirando de reojo al profesor Albert, quien me miraba con una ceja alzada. Lo ignoré entonces por completo y seguí a mi madre a la salida.

Era un hecho que al salir mi madre de ahí debía irme con ella, porque tenía un día de expulsión, por la misma situación.

Maldito profesor Albert. Mis pensamientos no eran los mejores, lo sé.

Pero, lo bueno es que no tendría que pasar otro momento ahí dentro.

Sonreí satisfecha.

Lily planeo ir de compras al supermercado para la cena de esta tarde, por lo que casi una media hora estuvimos en el super Central Fork's, era un pequeño lugar, no comparado con los super en Nueva York, pero en algo se destacaba, siempre tenían una temática nueva en su personal.

Recuerdo que una vez fueron todo el personal vestidos de osos pandas ¿la razón? El dueño tenía una hija que cumplía años y en honor a ella quiso que todo el Central Fork's fuera en inspiración a su animal favorito.

Otra ronda les tocó vestirse de hadas, ¿la razón? el jefe creyó correcto el atuendo puesto que una fundación de ayuda a niños estaba por llevar a sus niños ese día, para que hicieran galletas en su hogar, por lo que para que los niños lo vieran más divertido, todos se vistieron de hadas, los niños reían mucho, tampoco faltaron las fotos.

¿Cómo sabía todo esto? Mi madre tenía una amiga lejana ahí, quién le contaba todo cada vez que veía a Lily le contaba todo con lujos y detalles.

Y claro, mi madre me lo decía todo. Y qué gracioso resultaba.

Cerca del Central Forks había una tienda de periódicos donde casi siempre estaban las cosas en tendencia y las noticias en específico, también revistas, claro.

"EL BARCO QUE SE PERDIÓ EN EL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS"

Aún era tendencia eso... wao, después de dos años y seguía vigente.

— ¿Lyra? —Mi madre me llamó.

Pero con las bolsas en mano y mi mirada en el periodico respondí— es sobre el misterio del barco que se perdió en el triángulo de las bermudas hace dos años, madre —sonreí a medias— no puedo creer que aún esté vigente —

— eso ya pasó cariño, no deberías estar viendo esas cosas —

— a mi me resulta interesante el triángulo de las bermudas —me excuse siguiéndole el paso.

— sí, el misterio te llama —río— son solo mitos, nadie se ha perdido —

— pero las noticias no mienten —

— bueno, entonces no es tan relevante, ya pasó hace mucho —dijo sin mirarme.

Nuestro auto estaba a plena vista.

— pero sigue siendo tendencia en las noticias —aclaré con una sonrisa de lado.

Madre abrió la puerta del conductor— abriré el maletero y tú meterás las cosas —indicó tocando el botón.

Ahora íbamos camino a casa, así que no dude en lo que decía, mi respiración con el frío creaban una perfecta niebla, amaba el clima de Fork's, pero estaba cansada de estar parada todo el tiempo, suspire y espere a que la puerta del maletero se abriera por completo, una vez hecho me encargue de que todo estuviera dentro, arregle las bolsas y sonreí satisfecha, inertemente dirigí mi mirada a la tienda de enfrente y tan solo fui capaz de reflejar su figura en mi iris, porque mi corazón latía intensamente. Abrí mis ojos de par en par.

Oh. Por. Todos. Los. Dioses.

Era Luke Wayans, mi Luke Wayans.

Era Luke Wayans, mi Luke Wayans

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PERSEA FORKS © - La Gracia de ArtemisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora