Cuando Persea Forks vive con su madre y sin problemas, lejos de la vida ajetreada de la ciudad y demás ocupaciones, su madre Lily, le guarda secretos de su padre.
Lyra mantiene la idea de que su padre nunca apareció porque decidió vivir su vida inde...
A los días ella sentada en la silla de un restaurante, cuando también llovía, lo vio mojarse con la lluvia dirigiéndose a un lugar que ella desconocía, en ese momento ella pensó— ¿este tipo no tiene sombrilla? —así que como vio que no tenía nada que hacer, decidió seguirle y darle la suya, para que no se enfermara, cuando quiso atraparlo, él se detuvo y giró, casi como si supiera que él estaba ahí y nuevamente con intenciones ella se chocó con él, una sonrisa apareció entre ambos. Desde entonces tuvieron citas y miradas casuales que se convierten en amor. Ella creyó que él también se estaba enamorando de ella, que había encontrado a su hombre, pero entonces hizo silencio y con la taza a medio camino de sus labios, frunció su ceño, algo estaba recordando, su mirada se apagó de un momento a otro y dijo— nuestro amor no era correcto, él no podía enamorarse de alguien como yo, él NO podía enamorarse de... mí, porque sabía que en el cualquier momento me dejaría sola y... no quería que me aferrara a él de esa forma, porque mi vida seguiría y la de él también —ella bajó la voz y sonrió oportunamente, me dijo entonces la respuesta que ella le había obsequiado a él— y yo le dije: lo que sea que vaya a pasar, no podrás cambiarlo, ni tu, ni yo, pero si de algo estoy segura es que me he enamorado de ti, no puedo hacer nada por eso —aún cuando él le dijo que no podía sentir nada por ella, ella le dijo que estaba enamorado de él.
Ella dijo que siguieran con la relación más allá, aunque sabía que no se quedaría para siempre, ella quería sentir lo que era el amor verdadero, al menos una vez en su vida, quería que él le concediera ese deseo, él no pudo rechazar la oferta y la aceptó, aún sabiendo que algún día se iría y la dejaría para siempre.
Luego de haber confesado su historia de amor, mi madre terminó de hacer la comida, aún con ese brillo de nostalgia en sus ojos. Y eso era lo que me temía, que en algún momento, lo que sentía por algún chico al final no resultará.
— esta vez es tu turno de fregar, Lyra —madre dejó su plato en el fregadero y se dirigió al baño.
No respondí, simplemente terminé de comer el platillo que mi madre había hecho, con la esperanza de poder escuchar música al terminar de hacer el quehacer.
Mi padre, que sinceramente no sabía cómo se llamaba, según mi madre, no era una mala persona, ni tampoco un tipo de mal corazón, ella decía que cada que lo veía él siempre hacía que sus citas fueran mágicas, aunque nunca supo cómo lo hacía. Y que la última vez que lo vio, fue en una cita que tuvieron en mar abierto, fue un día completo en un barco, rentado por él, esa noche él le dijo a mi madre que ya no se verían más, pero que siempre la recordaría, su última petición fue que esa última cita fuera especial para ella.
Lo cual sin dudas él aceptó. Unas semanas después de haberse ido, mi madre se dio cuenta que estaba embarazada, estaba feliz, ella era feliz, ahora tenía un pedazo de él y eso la hacía feliz.
Fue por él que me llamó "Persea" lo cual me hizo pensar, ¿cuál era el nombre de él?
Terminé de fregar el plato de mi madre, para seguir con él mío.
Pero una figura negra apareció frente a la casa, entre los arbustos pude divisar, pero no solo sentía una presencia, sino varias, pare de fregar, tal sería mi imaginación, pero por más que quisiera seguir pensando que era una alucinación, no lo veía como una.
— ¿ya terminaste? —parpadee unas cuantas veces y voltee hacia donde estaba mi madre.
Fruncí mi ceño, ¿debía decirle sobre lo que estaba viendo?— aún no —masculle.
Volví a mi quehacer, pero divise en la esquina la presencia aún trague fuerte, ¿realmente era una persona? suspire, realmente estaba nerviosa, mis manos estaban empezando a temblar, ¿qué me estaba pasando? ¿Quién era ese hombre?
Se movió.
— madre —masculle retrocediendo.
— ¿pasa algo? —
— hay un hombre fuera de la casa —masculle acercándome a ella.
Lily entonces miró entre la sala y la puerta trasera abierta— ¿un hombre? —masculló, fue entonces que su mirada en todo el entorno termino cayendo en un solo lado, sentía como Lily tenía el corazón acelerado— Lyra, trae las armas —
Y entonces, todos los momentos que mi madre me decía que debía estar preparada, estaban predispuestos para ese entonces. Corrí pro el pasillo en busca de la habitación de armas, tomando una espada y un arco, mi madre estaba tras de mí— dame la espada, tú toma el arco y manten la distancia —fue entonces que me arrebato la espada de la mano y corrio a la sala, mi vista la siguio, mi madre paro frente a un gran hombre de vestido de negro, con lentes negros.
— Lily Forks —su voz era demasiado gruesa— tu deuda hoy será cancelada —y seguido de eso el hombre sacó tubo pequeño de su saco y del tubo emergió una luz azul larga y brillante, trague fuerte— ahora morirás, Lily Forks —
¡¿MORIR?!
Tome el arco en mano y las flechas también, mis manos temblaban y dentro de la habitación de las armas escuche como la pelea entre el hombre y mi madre se desarrollaba.
— NO TE LA LLEVARÁS —con las flechas en mi espalda escuchaba los gritos de mi madre.
Salí de la habitación y corrí hacía ella, con una daga en mano y mi arco en la espalda, con intenciones alejar al hombre, pero mi madre al verme me detuvo, tenía un rayón en su mejilla— no vengas, Lyra —trague fuerte, el hombre me miró.
— Persea Forks —retrocedí, ahora venía hacia mí— encontré a Persea Forks —aferre mi agarre a la daga y corrí hacia él con un grito, si algo me había enseñado mi madre a no dudar en mis ataques, pero debía admitir que me temblaban demasiado las manos y cuando estuve a punto de enterrar la daga en el pecho, él simplemente me tomo de la mano y me tiró contra la pared— Persea Forks, vendrás conmigo —lo miré horrorizada.
Pero entonces vi a mi madre a lo lejos correr en mi ayuda con la espada en mano, pero cuando menos lo pensé otro hombre apareció, abrí mis ojos aún más, tenía razón, él no estaba solo, tenía otros con él.
Mi madre fue capturada por uno de ellos, pero fue más inteligente y tomó ventaja enterrando la espada en el estómago de uno de ellos, el hombre gruñó, mi daga aún estaba en mi mano sostenida por el hombre, así que con la otra saque una flecha de mi espalda y con fuerza se la incrusto en el pecho, retrocedió con un gruñido, mi madre grito— es inutil, Lily Forks, solo eres una humana —mi madre estaba en peligro.
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