PERSEA FORKS © - La Gracia de Artemisa

PERSEA FORKS - ¿Árbol de Thalia... batalla contra dioses?

MI HISTORIA LXII

PERSEA FORKS

— al menos es ropa nueva —

— estas botas son tan peludas como un conejo ¿en serio trajiste algo así para una misión? —

El comentario neutro de Annabeth y el comentario de Thalia acerca de los aparentes conejos que usaba de bota me hicieron dibujar una sonrisa tensa en mis labios para mostrar algo de calidez hacia ellas, pero me era imposible cuando tenía un creciente dolor de cabeza, tal vez de haber llorado o tal vez por el hecho de haber utilizado mis poderes sin mucho control como lo hice al final, el caso era que se me dificulta hablar con ellas, tal vez también por el hecho de mis cesantes malos tratos de las chicas de mi instituto en Forks, no era muy diferentes, en un lado Annabeth era de piel bronceada y un cuerpo esbelto y atlético. Tenía el pelo largo, rizado, rubio miel, era perfecta, como las princesas en los cuentos que mamá me contaba, no, corrección, era una de esas princesas, porque aunque mamá me contará cuentos tradicionales, al final siempre la princesa terminaba con una espada en la mano y un caballo al que montar hasta el final del sol para proteger a sus seres queridos, era como esas princesas, estaba más que segura, me preguntaba si su piel y aspecto era porque nació en un seno millonario o era por parte de su madre, aunque ahora empezaba a entender que muchos de los semidioses irradiaban con distintas auras como decía Nico, algunos con auras más tenebrosas, pero siempre parecían irreales, Clarisse por su parte era una chica alta y corpulenta. Con largo cabello castaño claro y fibroso, y un par de ojos marrones, sus ojos eran feroces, eso siempre me quedó claro, desde el primer momento en que choque con su mirada o su sarcasmo, supuse que sería la chica bravucona, tenía un bravucón en Forks, pero realmente no se parecía ni un poco a Clarisse, ella era el tipo de chica bravucona, con mirada capaz de arrebatarte el alma y seguramente con una palabra ya estaría insinuando que querrías una batalla con ella, pero a pesar de todo, Clarissa era hermosa, no en una manera delicada o amable, no, ella era realmente hermosa, estaba segura que hasta desmembrando algún ser mítico ella se vería gloriosa.

Me preguntaba si yo me vería igual que ellas, no podría verme como el sol como Annabeth porque mi cabello oscuro me lo impediría, tampoco cabría la posibilidad de verme rugiente como Clarisse, porque cuando peleaba sentía que mi rostro no tenía otra faceta que el miedo implantado y con el corazón en la garganta.

— definitivamente esto es mejor que nada —Annabeth me miró y sonrió en agradecimiento— me salvaste de oler a caballo el resto de la cruzada —recogía su cabello en una coleta, mientras se ponía su cinturón de espada y su daga, ambas eran de lo que parecía hierro solamente, pero si mirabas más arriba podías ver un collar en su cuello, no lo había notado antes hasta ahora, tenía muchos dibujos, pero entre ellos note uno en especial, me acerque sin previsto a ella y le señale el pecho.

— ¿ese es un tridente? —ella atendió mi llamado al instante y pareció recordar algo cuando sonrió y asintió.

— Ese año, la cuenta fue de color negro con un tridente verde. La historia representa a un hijo de Poseidón, es decir Percy, entrando en la oscuridad del Inframundo, y saliendo con vida —ladee mi cabeza un tanto confundida, pero tome lo que me había dicho y lo refleje.

— ¿por qué una cuenta en ese año? —levante mi mirada a ella e hizo un amago con sus labios quitando el collar, parecía ser importante para ella, pero sonreía con él en sus manos y me relato sobre el collar de cuentas.

— pronto te familiarizaras con uno de estos, el collar de cuentas es un collar que se le da a los campistas del Campamento Mestizo al finalizar cada verano. Los capitanes de las cabañas votan por el mayor evento que haya ocurrido ese verano y lo pintan sobre una cuenta —y señaló otra cuenta del collar y dijo— esta es una cuenta con el Vellocino de Oro colgando del Árbol de Thalia —explicó— la cuenta representa el evento más especial de ese año, la recuperación del Vellocino de la Isla de Polifemo, y la sanación árbol de Thalia por envenenamiento —