MI HISTORIA XLV
Pero un poco de valentía tomó el control de mi cerebro e insistió en que se abrieran y poco a poco la luz del sol aparecía entre mis pestañas, solté una risa. Y un suspiro se escapó en cuanto abrí por completo los ojos y vislumbro la punta de una montaña, nublada. El sol cruzaba las nubes y daba reflejos y resplandores, esto era maravilloso, el límite de mi miraba alcanzaba a ver el sol a mi lado y las nubes casi rodeandome, aún apegada a BlackJack podía sentir como el viento seguía peinando mi cabello, la adrenalina me envolvía.
Casi como si estuviera... en un sueño.
Aunque no sabía que parte de mi sueño era Nico Di Angelo quien apareció en mi lado de manera ascendente y sobre la otro pegaso, su cabello parecía casi que iba a ser arrancado por el viento, ¿El mío se vería igual de mal?
— nada mal, Lyra —creo que fue un cumplido cuando me miró y sonrió— creo que es cierto lo que dicen —
Quise levantarme de la nuca de BlackJack y me atreví a separarme de él y montar como debía ser, pero para olvidar el miedo al vértigo efímero, quise hablar con Nico Di Angelo— ¿Qué dicen? —trague fuerte.
— que los hijos de Poseidón, son los mejores jinetes que hay —
Era hija de Poseidón y jamás había montado un caballo y ahora me encontraba en un pegaso.
— ¿Eso dicen? —
Y no parecía la gran cosa, pero el cielo era lo que me ponía en incertidumbre— es verdad, me recuerdas a Nix por las noches, cabalgando con su caballo negro y si cabello aún más, cubriendo con sus faldas... —
— La noche estelar... —masculle recordando a mamá, ella siempre me contaba historias de Nix.
Nico sonrió de lado.
— no podría decir si estás asustada o emocionada —
Suspire, pero fue como si la velocidad me robará el aliento— un poco de ambas —
— llegaremos a la embarcación dentro de poco —
Los árboles ya no estaban bajo nuestro, la calle ahora lo reemplaza, mi vista se maravillaba porque todo lo que alguna vez ví desde otra perspectiva, ahora lo veía como si fuera soberana. Las calles cambiaron rápido y pronto aparecieron pequeños establecimientos y a medida que lo hacían, me daba cuenta que poco a poco edificios se nos iban aproximando.
— ¿Cruzaremos por ahí? —preguntó horrorizada, si alguien veía un pegaso, posiblemente lo bajaría a tiros.
— no te preocupes, la niebla no dejará que nadie nos vea —
Nico Di Angelo lucía tranquilo, los pegasos también, pero no sabía a qué se refería con niebla.
¿Él lanzaría una bomba de humo? O como.
Pero fue muy pronto para hablar, porque pronto bajo mis pies habían calles atestadas, personas caminando de un lado a otro, edificios en cada par y semáforos, Nico Di Angelo casi se estrella con uno de no haber sido porque alzó las riendas rápido y se estabilizó, yo pasé a un lado de un taxi con el miedo de que un hombre le viera las patas a BlackJack, pero no fue así, las personas que caminaban tampoco lo veían y BlackJack subió de un aleteo.
>> Humanos ciegos, no pueden ver cuán majestuosos somos <<
Tome curiosidad por esa tal niebla y el cómo actuaba, además también me cuestioné si en algún momento, habría visto algún ser sobrenatural, ¿La niebla anteriormente también me había afectado a mi?
Pasamos sobre una enorme ruleta de la fortuna y vi a una pareja en la cima de ella, melosos, amorosos y felices, casi como si su vida fuera perfecta.
Me preguntaba, si algún día también tendría algo así, aunque toda mi vida soñaba con tener eso con Luke, pero no podía expresarle mis sentimientos así por así, además, él tenía una vida exitosa y ahora que lo pienso, él me vería como una loca esquizofrénica que inventa historias de dioses.
Así que solo queda el recuerdo, de que es el único chico que en mi vida me ha gustado. Estaba enamorada de Luke James Wayans.
Y no había nada que cambiará eso. Nada.
Al poco tiempo Nico Di Angelo me señaló la embarcación en un puerto, cerca de un puente que conectaba con el mar, ahí varias personas tomaban fotos entre sí y disfrutaban en familia.
— ¿No crees que es muy público? —
— Las personas verán lo que la niebla quiera que vean —indico— para ellos solo será una embarcación de jóvenes, las armas y lo demás serán maletas, no hay riesgo —aseguró en el momento en que descendió, BlackJack le siguió y sentí la presión, como si estuviera en un avión que está a punto de aterrizar.
— creo que se me está subiendo la sangre a la cabeza —comente aferrandome al cuello de BlackJack y rezando por no vomitar. No había desayunado así que era poco probable.
También esperaba que Nico Di Angelo tuviera al menos algo para comer en su bolsa.
Pero al poco tiempo de la caída en picada, dejé de sentir el vértigo en mi vientre y solo escuché el relinchar de BlackJack.
>> Hemos llegado jefa <<
Escuché los sonidos de pisadas y ví el suelo de madera debajo de nosotros, levanté mi cabeza del cuello de BlackJack y divisé a Nico Di Angelo tomando su bolsa y dejando al pegaso.
Y a un lado, ví una embarcación, tan grande y pequeña, grande para ser pesquera y pequeña para ser un crucero, eran los únicos dos tipos de botes que conocía.
Estaba de más decir que los tripulantes solo nos miraban desde arriba del barco a excepción de una persona, que sí salió corriendo hacia mí cuando me vio, con una sonrisa que deslumbraba a mil, pero con su cabello recogido que le llegaba a sus caderas.
— ¡Lyra! —parecía sorprendida— no sabía que vendrías —y se separó de mí viéndome de arriba a abajo— eres novata, no creí que Quirón te dejaría venir, es decir, no sabes casi nada —
— ¿por qué ella está aquí? —y tras de Miyoko, estaba Piper con su ceño fruncido y su mirada extrañada en mí.
Lo cual encajaba, con la mayoría de las miradas que estaban aquí, pensaba que solo era que no les gustaba mi presencia, pero era que no esperaban que viniera.
— los novatos no deberían ir a cruzadas —y entonces me sentí rechazada. Por Piper.
— es muy peligroso que vayas, sin conocimiento —y quise objetar a lo que ambas decían, pero entonces pensé en qué tal vez diciendo: soy hija de unos de los tres grandes, dicen que soy poderosa y puedo ayudar. Sonará egoísta.
— fueron órdenes de Quirón —masculle con pesadez— no tuve elección —
— órdenes de Quirón —mastico con odio Piper, pero su mirada se dirigió entonces a Nico Di Angelo, parecía que ahora le reclamaría a él— y he de suponer que tú eres la que la va a cuidar ¿No? —
Pensé en Nico y su respuesta, pero todas sonaban egoístas y parecían perfectas para él.
Pero Nico simplemente se dignó a pasar a un lado de Piper y murmurar— eso no te incumbe —para subir el tablón de la embarcación que iría a Creta.
Piper se puso roja, roja como tomate, estaba enojada, tan enojada como un búfalo descontrolado— maldito —masculló.

ESTÁS LEYENDO
PERSEA FORKS © - La Gracia de Artemisa
FanfictionCuando Persea Forks vive con su madre y sin problemas, lejos de la vida ajetreada de la ciudad y demás ocupaciones, su madre Lily, le guarda secretos de su padre. Lyra mantiene la idea de que su padre nunca apareció porque decidió vivir su vida inde...