MI HISTORIA LXXVII
— solo por no volver a tomar ese té, no volveré a excederme con mis dones —
— no se siente tan mal —alegó Grover, mientras trataba con ayuda de todas las frutas en el plato, quitar el sabor amargo de mi boca— con el tiempo te acostumbras —y tomó una fresa de mi plato.
¿Con el tiempo?
— ¿para qué quiere verme Quirón? —cuestioné, pues el camino por el que me guiaba Grover me ayudaba a poder apreciar el campamento después de tanto tiempo, parecía irreal saber que ahora este sería mi hogar y que a la vista, no había nadie más.
Grover tragó y mordió— no lo sé, pero seguramente es para felicitarte, por tu excelente actuación —me dio un codazo en mi costilla y me queje— perdón —
El dolor seguía, pero no tanto como para evitar moverme.
— espero que no demoré mucho —
— no lo harás, ya verás que en la noche tendremos una fiesta de celebración, ¡wuju! —y saltó sobre sus patas, fue sorprendente, saltaba mucho más alto que yo, casi tocaba la rama de un árbol, me hizo reír.
— ¿todos los sátiros son igual de… extrovertidos? —cuestioné burlona.
Y Grover sin mirarme respondió— no, a veces son más gruñones que yo, muchos no están de acuerdo con mi puesto tampoco —
— ¿qué? ser protector de semidioses —
— oh no, ese es uno de mis tantos pasatiempos —respondió— hacía mucho que no era uno y hacía mucho que no me quedaba en el campamento tanto tiempo y pasaba a una batalla con los guerreros —admitió— tengo deberes como señor de la naturaleza y también como portador del alma del dios Pan —y de pronto la vida de Grover sonaba aún más interesante y compleja.
— ¿señor de la naturaleza? ¿portador del alma de Pan? ¿Quién es Pan? ¿por qué eres un señor de la naturaleza? —
— larga historia —respondió sin importancia— pero en pocas palabras, soy más que los demás sátiros y están igual de celosos —
— será por tu orgullo —masculle tomando una mora de mi plato— de todas formas, pasaré de la fiesta esta noche, partiré cuando el ocaso empiece, debo ir a casa —
En el momento, Grover detuvo su caminar y tomó mi hombro con fuerza y con su ceño fruncido me miró— ¿cómo? ¿te vas? —
Sonreí de lado— aún tengo algo pendiente en el mundo mortal —recordé— quiero realizar los actos fúnebres a mi madre, pero para ello debo encontrar a Artemisa, ella sabe dónde está el cuerpo de mi madre —y la mirada de Grover pronto se suavizó y con una mueca de pena me soltó.
— te entiendo —alegó— podemos acompañarte, en este proceso —
Pero me apresuré a decir— de ninguna forma, deben celebrar la victoria, además, regresaré dentro de dos días a más tardar, lo prometo, en parte también quiero informarle a Quirón sobre mi partida —
— bueno, enhorabuena, ya hemos llegado, a la casa comunal o la casa grande como mejor la conocemos —era la primera vez que veía este lugar en el campamento y aún así me sorprendía lo gigante que podía ser el lugar, era una casa enorme, con rasgos de azul y celeste, parecía vieja, pero fuerte— ahora, entra, Quirón debe estar esperándote, al igual que los demás tengo que ir a hacer una cosas si no quiero tener responsabilidades mañana —
En segundos Grover saltó sobre sus patas y se alejó del recinto dejándome frente a las verjas de la casa, estaba nerviosa, pero no me detuve a pensar en lo que Quirón quería conmigo, camine por el sendero que me guiaba a la casa y subí los escalones que está tenía en frente, la puerta estaba abierta y no me detuve a esperar a que alguien me invitase a entrar, el pasillo silencioso tenía una sola dirección abierta, habían puertas en cada lado, cerca de mis costados, habían retratos muy extraños, pero también un letrero en griego que decía "Campamento Media Sangre" así como en letrero en la entrada.
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PERSEA FORKS © - La Gracia de Artemisa
FanfictionCuando Persea Forks vive con su madre y sin problemas, lejos de la vida ajetreada de la ciudad y demás ocupaciones, su madre Lily, le guarda secretos de su padre. Lyra mantiene la idea de que su padre nunca apareció porque decidió vivir su vida inde...