MI HISTORIA XXV
Y fue así como Thalia, teniente de la casa de Artemisa y de las cazadoras, me asesinó.
Bueno, aún no, pero sentía que lo haría pronto con esas lanzadas de espada y esa mirada furtiva de enojo, realmente daba miedo.
Los aplausos y gritos de las cazadoras me daban aún más miedo, parecían apoyar una muerte segura, lo hacían con tanta emoción.
Y me preguntaba: ¿Realmente sabían que ella estaba enojada al punto que podría matarme?
Esquivé un golpe de Thalia, maravillosamente mamá me había enseñado a esquivar y con mi tamaño era aún más fácil.
— huyes como sabandija —
— no me llames sabandija —gruñi, el descaro aquí era increíble.
Aún con temor, el valor creció e intente darle un golpe también, pero termine viendo en cámara lenta como Thalia ponía su codo con fuerza y me terminaba dando en la cara.
Por consiguiente termine tirada en el suelo, eso dolió demasiado. Mi trasero me dolía, pero no tanto como mi nariz, la tape de inmediato y la sentí demasiado caliente, con la espada en el suelo, sentí pronto algo escurrirse en mi nariz y para cuando hube separado la mano de mi nariz, me di cuenta de la sangre que salía.
Está tipa.
Me había roto la nariz.
— vaya, ¿Tan rápido estás sangrando? —se burlaba en mi cara, mientras las demás cazadoras hacían lo mismo.
Se estaban burlando de mí.
Poco a poco la noche cayó y con ella un fuego se alzó tras una de las cazadoras y también más personas empezaban a llegar y reunirse en el lugar de entrenamiento.
Ahora el campamento entero vería como me estaban masacrando.
Maldición.
— ¿Es la chica nueva? —
— contra Thalia —
— está acabada —
Y aún así no recibía apoyo por nadie, mi nariz aún estaba sangrando, pero no podía irme sin más, estaba casi segura que la chica con espada en mano y una sonrisa burlesca frente a mí no me dejaría ir tan fácilmente.
— ¿Que pasa? ¿No eras una de las escogidas por Artemisa? Demuestra que tan fuerte eres —su burla me llenaba de ira, me hacía ver ante todos que no merecía estar aquí, poco a poco sentía el peso de las personas sobre mí.
Poco a poco sentía que no me querían aquí.
La arena me había ensuciado por completo y solo llevaba tres días aquí, de los cuales estuve en coma.
¿Cómo podría salir de esto?
Realmente no debía estar aquí.
— oh vaya, ¿Lloraras? —y aún con la fragilidad y mi nariz rota, Thalia me enfrentaba.
¿No veía lo delicado de la situación?
El odio recorría mis venas, pero también la frustración, cosas que el pasado y ella me provocaban, terriblemente.
— una humana, sabe cosas humanas, nosotros somos semidioses y debemos entrenar como tal —
¿Entrenar como semidioses?
— ahora, te daré mi consejo —acomodándose en la silla embeleso sus ojos en mí, fruncí mi ceño con cautela en cuanto la vi por instantes indagar en mi alma con su mirada— las cosas que verás ahora, serán mucho más complicadas, pero no te afanes por nada, procura siempre mirar al cielo y respirar profundo, cada que necesites ayuda pídela a la luna, te escucharé y vendré en tu ayuda, la gracia de Artemisa ahora está sobre ti, no la desestimes —
La gracia de Artemisa… ahora está ¿Sobre mí?
Mi respiración estaba entrecortada, era poco decir que hasta mi visión estaba siendo afectada, por las lágrimas que empezaban a derramarse.
Detestaba llorar.
Pero últimamente lo hacía con frecuencia.
Cerré mis ojos con fuerza, sintiendo como aún Thalia me miraba burlesca, necesitaba un respiro, tal vez un baño, me sentía asquerosa y más con la arena en mi.
Las cosas que verás ahora, serán mucho más complicadas…
Baje la cabeza, estaba cansada.
Pero no te afanes por nada…
De luchar, de discutir, de cosas nuevas.
Procura siempre mirar al cielo y respirar profundo...
Levanté mi cabeza casi inertemente, mi cuello se sentía atisbado y terminé por respirar profundo.
El aire se sentía muy fresco está noche, sentí la paz recorrer mi corazón.
Cada que necesites ayuda pídela a la luna, te escucharé y vendré en tu ayuda.
Artemisa…
¿Me estarás viendo?
¿Me ves sufrir?
¿Vendrías a mi ahora?
La gracia de Artemisa ahora está sobre ti, no la desestimes.
Y abrí mis ojos, la luna resplandecía, era abundante su esplendor, era pacífica y daba aliento de esperanza, aún en medio de tanta oscuridad.
Realmente era esperanza pura.
Sonreí de lado y suspire. Creo que ahora entendía lo que quería Artemisa.
El consejo que me quería dar.
— Esperanza —masculle casi inaudible.
— ¿Pelearas o no? —
Y entonces volví a mi realidad, dónde el público esperaba que me levantará y dónde Thalia me veía con diversión.
— Artemisa ¿Qué dices? —y la verdad, ahora que lo mencionaba, no pensaba rendirme ante ella tan fácilmente.
Mamá dijo que debía confiar en Artemisa, que ella sería mi protectora y sí mamá lo dijo, era por algo ¿No?

ESTÁS LEYENDO
PERSEA FORKS © - La Gracia de Artemisa
FanficCuando Persea Forks vive con su madre y sin problemas, lejos de la vida ajetreada de la ciudad y demás ocupaciones, su madre Lily, le guarda secretos de su padre. Lyra mantiene la idea de que su padre nunca apareció porque decidió vivir su vida inde...