PERSEA FORKS - La fama que ganas

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MI HISTORIA XXVIII

Fruncí mi ceño— ¿qué pasa? —

Annabeth entonces me miró— nada, es solo que nadie nunca, solo Percy, había logrado mantener una lucha tan larga con Thalia y luego llegas tú, eres nueva, novata en las cazadoras y lográs estar de pie junto a ella por una hora y media de combate y encima haces chistes —

Grover se acercó— eres famosa chica, hay muchos que desean conocerte —entonces entregó el vaso— por eso, estoy yo, seré tu sátiro protector —parecía orgulloso de ello, pero no me atreví a decir nada cuando sentí el frío del agua, finalmente.

Tome de ella, sintiendo como mi cuerpo lo pedía a gritos.

— sí, es toda una estrella en el campamento —y aunque no lo decía con burla o gracia, se sentía un poco así.

Trague el agua— nunca he sido algo así —respondí con sinceridad a la chica— porque por sino se dieron cuenta me lanzó un rayo, casi me pulverizo —me levanté de la cama y me abrí paso entre ellos, porque tan cerca de la muerte me dejó.

— ese es el punto —volví mi mirada a Grover, pero él con sus ojos bien abiertos dijo— el rayo que te lanzó Thalia es algo que ningún semidiós siquiera podría resistir, solo un hijo de... —pero entonces el sátiro obtuvo un golpe en el estómago de Annabeth, retrocedió.

— tuviste suerte que te auxiliaron a tiempo —

Alce una ceja y asentí un tanto dudosa— diablos Annabeth, al menos avisa si vas a hacer algo así —

— será mejor que vuelvas a tu dormitorio, a las diez habrá práctica de tiro al arco con Quirón, así que procura llegar temprano a tu clase —

— oye, de eso me encargo yo —ofendido el sátiro se abrió camino.

— ¿por qué no se lo has dicho? —

— porque acaba de despertar Annabeth —

La chica solo bufo— como sea —y entonces caminó lejos de nosotros— cualquier cosa que necesites puedes acudir a mí —asentí ante su comentario, al final era la primera chica que veía que no era tan altiva en este campamento.

— no necesitarás nada de ella —

Fruncí mi ceño frente al sátiro seguro— ¿por qué? —

— porque yo seré tu guía —señaló con orgullo su pecho.

No estorben —y a medida que Annabeth salía, las personas seguían aglomerandose.

— bien, será un verdadero desafío cruzar por ahí —Grover ajustaba su chaleco mientras veía como la chica se iba.

— dijiste que serías mi sátiro protector —

Grover miró a otro lado con su ceño fruncido y lo volvió de nuevo a mí— bueno, seré tu todo en este campamento —

Volví a mi cama a ver sino había dejado nada— pensé que dijiste que tu novia no te dejaba —

— esto es diferente, Quirón mismo me lo pidió, así que Persea —fruncí mi ceño y lo mire con odio— es decir, Lyra, es mi deber ser tu guardian —

Rodee los ojos y bufé— cada segundo es algo diferente —murmure con recelo.

— en fin, ven conmigo, debemos alistarme en tu dormitorio —

Y volvía a esto, a salir por la puerta con el sátiro frente a mí, exceptuando al chico Percy. Suspire.

— esta vez ¿Cuánto dormí? —y a medida que abría las puertas, las personas se aglomeraban uno tras otro, muchos murmuraban cosas, otros me miraban desde lejos sorprendidos.

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