MI HISTORIA XVI
Y esta era la cuestión, estar caminando por media hora, realmente no me causaba buena espina y tampoco tenía mucha paciencia.
— ¿Encontraste el lugar para hacer el picnic? —cuestione cruzada de brazos deteniendo mis pasos— porque llevamos más de cuarenta minutos caminando —gruñí en su contra.
Jasper se detuvo y volteó con pereza, francamente no sabía lo seria que era la situación— ¿podrías dejar de quejarte? Llevamos menos de quince minutos caminando, hace tres minutos atrás te quejaste también —quise objetar pero calle.
Tenía razón, aunque en mi defensa si hubiera sabido cuál era el camino, seguramente no estaríamos en la mitad de la noche en un bosque totalmente oscuro, solos y seguramente con más de esos toros gigantes.
— ahora sigue caminando, ya pronto llegaremos —mostró entonces una sonrisa— ¿o quieres que te cargue? —una sonrisa pervertida, me crucé de brazos y seguí caminando lejos de él.
Este bosque era muy... verdoso.
— ¿sabes al menos como se ve de lejos? —cuestione mirando a mi alrededor, tal vez podría ver los faros de algo cercano.
— no tanto, te das cuenta que estás frente a él cuando sientes que has atravesado algo —pare de caminar.
— ¿atravesar algo? —entonces gire a él— ¿como así? —
— el campamento está protegido por un campo de protección —rodó los ojos a mi lado— valga la redundancia —alce una ceja y él entendió que yo aún no entendía lo que me estaba tratando de dar a entender, bufo— el vellocino de oro es lo que mantiene un campo para el campamento, lo protege de cualquier intruso, ya sea minotauro, cíclope, humano —¿cíclope?
Me alerte— ¿quieres decir? seres un solo ojo —señalé mis ojos exasperada.
Jasper frunció su ceño— sí —y entrecerró sus ojos— se me hace que nunca has visto uno —trague fuerte y desvíe mi mirada— bueno, al menos hoy viste un minotauro —
— ¿minotauro? —cuestione sin entender.
— sí, por el cual tuvimos que detenernos a mitad de camino —parpadee unas cuantas veces... recordando lo que antes había pasado.
El toro de dos patas, era un minotauro. Una... bestia mitológica. Asentí.
Pero, eso ahora no me importaba, quería saber de los cíclopes— y en cuanto a los de un solo ojo —indique— ellos... no sé..¿pueden convertirse en humanos? —
— sí —detuve mi respiración— los cíclopes han evolucionado mucho a través de los tiempos, también son muy inteligentes —lo pensó— la mayoría, aquellos que se han mudado a la ciudad, pero utilizan ese traje especialmente para pasar en cubierto con los humanos y también para engañar a semidioses y llevarlos —
¿Engañar a semidioses y llevarlos? Trague fuerte ¿los cíclopes habrán engañado a mi madre?
— ¿por qué llevar los semidioses? —
— para los cíclopes, los semidioses tenemos un olor y sabor exquisito en nuestra sangre, le es de deleite —indicó— por eso ten cuidado con uno de ellos, son muy fuertes, pero también tontos y lentos —guiñó un ojo.
Lentos y tontos... pero ellos mataron a mi madre. Tragué fuerte y apreté mis nudillos, aún debía mantener la cordura, Jasper seguía caminando, le vi irse, tomé un respiro y le seguí.
Tal vez por eso Artemisa creyó que estaría a salvo aquí. El campamento tenía un campo de protección, contra cualquier cosa.
— Artemisa te cuidará —

ESTÁS LEYENDO
PERSEA FORKS © - La Gracia de Artemisa
FanfictionCuando Persea Forks vive con su madre y sin problemas, lejos de la vida ajetreada de la ciudad y demás ocupaciones, su madre Lily, le guarda secretos de su padre. Lyra mantiene la idea de que su padre nunca apareció porque decidió vivir su vida inde...