PERSEA FORKS - Armate de valor

37 8 0
                                    


MI HISTORIA LXXVIII

Salí de la casa grande con las expectativas de Quirón en mente y tan solo esperaba y clamaba a Zeus para que comtuviera a Thalia si intentaba cruzarse en mi camino.

Quirón habló de las cazadoras e informó que quizás podrían estar en entrenamiento por la arena y que sería un buen lugar para iniciar a buscar, preferí dirigirme a la cabaña antes de armarme de valor e ir tras las cazadoras, primero recogería mis cosas y esperaría a que Thalia se aparta de mí en cuanto me viera.

Pero no tenía ofrendas, tampoco cargaba conmigo algo que darle a los dioses y mis plegarias no llegaban siquiera a los pies de Zeus, porque cuando me acerque a la cabaña, la primera impresión que tuve fue a Thalía saliendo de ella con su grupo de cazadoras por detrás.

El corazón se me quería salir del pecho, cuando me vio fulminante y camino hacia mí— has despertado —pero su voz me desconcertó, no mostraba agresión en sus palabras, pero sí en su mirada.

— yo… —

— ahorrate la historia y ven cuánto antes al bosque a las afuera del campamento, Artemisa requiere de tu presencia, ponte el uniforme, no te atrevas a venir con ropa mundana —y pronunció "presencia" como si se burlara de ello, siquiera termino de preguntarme cosas cuando Thalia ya se había jactado suficiente de mí y me pasó de largo con esa altanería que cargaba encima.

Repase mi estrategia y sentí coraje contra mi misma. Después de haber dado una feroz batalla con Eris, la diosa de la discordia, acrecentado mis miedos, vengado a mi madre, liberar a mis amigos y conseguir una victoria innegable, regresaba al campamento y era rápidamente machada cómo diente de león bajo los pies de Thalia.

Ahora debía mover mis pendientes y decidí ir en busca de Artemisa, pero antes una invasión amenazante de inseguridad me atenuó y no conforme con mi ropa "mundana" busque un protector de pecho, una armadura que tenía cerca y que no era para nada de una cazadora y recogí mi cabello mientras me encaminaba al encuentro con Artemisa, con el corazón en la garganta y mis manos temblorosas.

El camino de cruzar el campamento hacia la salida, realmente era grande y decidí tomarme mi tiempo, mientras trataba de planificar o practicar como hablar como Artemisa y como plantearle mi renuncia a entrar en las cazadoras.

— no quiero estar en el equipo, Artemisa y punto —repase en lo que acababa de decir y estaba segura que siquiera me dejaría terminar cuando atravesaría una flecha en mi corazón.

Sacudí mi cabeza, si algo había aprendido de mi batalla en la isla maldita era que los dioses son demasiado orgullosos.

— ¡Lyra! —proveniente de entre los árboles cercanos, enfoqué mi mirada a los dos personajes que estaban pronto a acercarse.

Annabeth y Percy, ambos llenos de sudor y con armaduras encima, Annabeth con una espada en mano y Percy con una toalla en la suya.

Y casi de la impresión apenas saludé con la mano, incomoda por mi presentación a Artemisa, pero fue fugaz cuando Percy se acercó y sonrió con sus ojos brillantes abrazando mi cuerpo entre sus manos— estás bien —Percy me estaba abrazando y de pronto la voz de mamá surgió entre el momento.

"Te esperan personas en el otro lado…tus amigos y tu hermano"

La mirada de Annabeth sobre el hombro de Percy y su sonrisa me hizo sentir en casa, el abrazo de Percy arropó mi corazón y me daba la bienvenida a algo nuevo para mí.

Tras la separación de Percy, Annabeth habló— creímos que Hades había enjaulado tu alma en el Inframundo —

— Nico estaba dispuesto a ir a por ti y estábamos en los preparativos para ello —siguió Percy y me espante por la naturalidad en qué lo decían.

PERSEA FORKS © - La Gracia de ArtemisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora