PERSEA FORKS - La Nigromancia

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PERSONA OMNISCIENTE

¿Quién dice que los semidioses siempre se deben llevar bien? Porque quién lo diga es un tonto que no conoce a ninguno. Competitivos, valientes, desafiantes, atrevidos, estratégicos, enojados, tendencia de depresión sentimental, alegría incontrolada y hambre voraz, eran algunos de los términos que podrían definir a un semidiós.

Ahora imagínate a ese semidiós atrapado en una isla, con una posible amenaza inminente con la cuál luchar, enojado, frío como témpano en una camino que era claro que desconocía.

Nico Di Angelo creía que Lyra no necesitaba compañía, que lo único que necesitaba era una buena golpiza de la realidad para que viera lo que le esperaba como una real semidiosa, pero en parte consentía en su mente que Lyra ya había cruzado muchos obstáculos como hija de Poseidón y que había logrado hacerlo manteniendo sus sentimientos al borde y salvando su vida en algunas ocasiones. Había tratado de mantener la promesa con Jasper, pero no estipuló que fuera su niñero cuando le dieran los arrebatos, no quería invitar una pelea con ella, por ello se alejo, pero a medida que se adentraba en la isla, Nico poco a poco se iba dando cuenta de la soledad que ahora lo estaba rodeando y la diferencia de tener a Lyra a su lado que estar solo en ese momento.

— Nico —la voz atormentada de Lyra lo llamaba.

Nico sonrió de lado y trato de limpiar sus lágrimas, pero se sentían tan heladas— estoy aquí —

Y entre sollozos ella tomaba su pecho— no quiero seguir sufriendo, Nico —Nico sentía nostalgia de Lyra.

— es normal sufrir, Lyra, es esencial —

— no quiero —sus manos temblaban— Nico —

— dejame ayudarte —

Él la vio sufrir en muchos momentos, vio sus ataques de pánico, la enfrentó con su ira desbordada, la tomó de la mano cuando ella lo necesitaba, la abrazó cuando ella lo necesitaba, ¿Por qué ahora estaba siendo diferente?

¿Por qué ahora?

Nico Di Angelo entonces recordó su momento de inconsciencia, recordó como estaba sobre las piernas de Lyra y ella sollozaba sobre él, recordó cuando escuchaba su corazón lleno de agonía y que en lo único que pensaba era en que él estuviera bien, como trataba de arreglar las cosas porque temía no poder cuidar de Ezio sin haberlo podido cuidar a él, cuando nunca fue su responsabilidad, cuando él le prometió a Jasper, cuando le prometió a ella que la cuidaría.

Esa fue la promesa.

Pronto Nico sintió escalofríos y su Nigromancia se activó, su alrededor se volvió más oscuro de lo normal y su instinto lo hizo ver más allá, más allá de diez pasos, Nico trago fuerte antes de reconocer lo que se trataba, Nico entonces camino los diez pasos, uno tras otro temiendo que lo que pensara fuese real, pues para Nico muchas veces sus dones eran desgracias para él, presentir muertos no era un don increíble al que alguien pudiera soportar.

Y ahí entre los árboles disecados, entre los arbustos chamuscados ahí se encontraba un cuerpo, pálido, tendido, muerto por hipotermia, esa era la razón de muerte del señor Mylonas, pues aunque pudo escapar del ser malvado que lo perseguía, Mylonas no pudo soportar el frío y las heridas que tenía en su cuerpo y murió en horas, durante una noche, sin nadie a su lado, sin nadie que lo ayudara.

Nico hizo un amagó con sus labios.

¿No tienes forma de encontrar un cadáver? Digo eres hijo de Hades...

Lo hizo, encontró el cuerpo, ¿Y ahora qué? ¿Iría dónde Lyra y le mostraría al pobre Mylonas muerto? ¿Vendrían a usurpar el descanso de Mylonas? Y seguramente obligaría a Nico a despertarlo y aunque pudiera eso iba en contra de su muerte y su descanso en paz.

PERSEA FORKS © - La Gracia de ArtemisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora