Justo hoy nos despertamos bastante más tarde que ayer, solo nos tomamos el café para no tardar mucho más tiempo. Excepto yo, el resto de las chicas tenía que trabajar bien temprano el día siguiente y tendrían que descansar del viaje. Yo, por mi parte, estaba ansiosa de llegar y que al fin Karla se mudase al piso de arriba, con suerte, podríamos comenzar una amistad, aunque me gustaría algo más, de momento me tendría que conformar con eso, ya que lo más seguro era que solo le gustasen los hombres.
—¿Pongo el GPS? —preguntó mi amiga. Ya habíamos guardado todas las cosas en el coche y estábamos sentadas, solo esperando a que me pusiera en marcha.
—No hace falta, hasta Titaguas me acuerdo, después sí que necesito que me indiques como llegar hasta la autovía. —Sería difícil, incluso para mí, perderme para llegar a Titaguas ya que solo había un camino que nos llevaba hacia allí. Mi amiga asintió y nos colocamos los cinturones de seguridad.
El camino hasta Titaguas se hizo en silencio, yo conducía concentrada en el camino, mientras las demás guardaban en sus mentes el paisaje que íbamos dejando atrás, observé que Karla llevaba una disimulada sonrisa en su rostro, seguro que debido a la noticia de la mudanza.
Después de pedirle a mi amiga que pusiera el GPS, llegamos sin contratiempos a Alzira, una vez allí, para mi desgracia, sólo tardamos cinco minutos en dejar a Karla en su casa y tuve que disimular mi decepción ya que me hubiera encantado haber podido observar más tiempo la sonrisa que había llevado durante todo el viaje. En comparación con el día que la conocí, se veía mucho más radiante.
—Ha sido un gusto conoceros. —La castaña se despedía de Sam regalándole un abrazo y un beso en la mejilla.
—Lo mismo digo. —Tuve que ocultar el sonrojo en mi rostro después de sentir el roce de sus labios más cerca de la boca que de la mejilla, aunque debió haber sido mi imaginación.
—Mañana nos vemos. —Se despidió de su amiga antes de entrar en su casa llevando con ella el equipaje que había llevado para el viaje.
En poco tiempo nos encontramos en nuestro piso después de separarnos de Katy en el ascensor. Después de dejar nuestras cosas en las habitaciones, mi amiga no tardó mucho en romper el silencio.
—Si no son pareja, seguro que dentro de poco lo serán. —Estábamos vaciando la nevera portátil y guardando las cosas que no habíamos usado, al final, habíamos llevado más comida de la que necesitábamos.
—No sé por qué tienes que ser tan negativa —Le dije en un tono de fastidio a mi amiga, ya que, de nuevo, salía con el mismo tema—. Es como si ellas pensasen que nosotras estamos juntas por compartir piso, se conocen desde hace muchos años y ya has escuchado que Karla necesitaba un piso urgentemente, es normal que Katy se lo ofreciese. Pero eso no significa que vayan a comenzar a salir. —Quería que mi amiga comprendiese de una vez que no estaban juntas, que Katy solo sentía algo por ella, pero eso no podía decírselo, quería que lo descubriese por ella misma, pero estaba comenzando a hartarme un poco.
—Ya, pero…—Nos llevamos un bocadillo que habíamos hecho al salón para comer ya que no nos apetecía cocinar y nos sentamos en un sillón cada una—. Yo que sé, ni yo sé explicarme, Katy de verdad me gusta, pero… tampoco nos conocemos mucho, el único contacto que tenemos realmente es en el ascensor, que nos ponemos a charlar un poco, pero por lo demás somos desconocidas. —Mi amiga terminó de hablar con un gesto triste, hasta ahora no me había fijado en lo importante que parecía ser la morena para ella. Siempre había pensado que era una simple atracción, pero por lo que acababa de comentarme, quizá sentía algo más fuerte por ella.
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Infected
Random¿Qué pasaría si un día tu vida cambiase radicalmente? Nada de lo que conocías vuelve a ser como antes y todo, a causa de un virus. Un virus que no se había visto antes. Un virus que en lugar de causar tos o fiebre, hace que la gente se convierta en...