Infected

CAPÍTULO 41

POV SAMANTHA

La parte del plan en la que Daniela tenía que traer a los soldados de fuera fue un éxito, cuando llegaron Flavio y ella a la habitación y vimos la ropa y la sangre, temimos lo peor, pero luego, Flavio nos explicó que había sido de mentira para que fuese más creíble. De momento como los soldados habían estado aquí antes y podrían ser reconocidos por alguien, se quedarían durante el día en la habitación de mi mejor amiga. En estos momentos les llevábamos el desayuno al dormitorio después de haberlo tomado nosotros.

       —Buenos días —saludó Daniela nada más entrar. Los dos soldados estaban sentados en la cama y al vernos, se levantaron.

       —Buenas —Les dimos el café y algunas cosas para comer y ellos lo dejaron sobre la mesilla y se acercaron a Katy y a mí. La ojiazul había querido acompañarnos para conocer a los dos.

       —Soy Nevin. Me presentaré yo mismo ya que Daniela parece que se ha olvidado. —Mi amiga se rio de sí misma y yo le di la mano a aquel hombre. Éste se dirigió a Katy detrás de mí.

       —Yo Erika —La mujer se acercó a mí y cuando fui a darle la mano ella la rechazó y me dejó un beso en la mejilla sorprendiéndome—. Es todo un placer. —Me guiñó un ojo e hizo una pequeña reverencia. Cuando se acercó a mi novia, ésta no tenía cara de buenos amigos, pero a la soldado no le importó, ya que cuando estuvo frente a ella hizo el mismo gesto que conmigo. Cuando se separó, Katy se puso a mi lado tomando mi mano, podía sentir sus celos, pero no tenía por qué, al parecer Erika era así con todo el mundo.

Los dos soldados se sentaron en una de las camas y tomaron su desayuno, mientras, nos contaron algunas cosas de cuando encontraron a Daniela, también nos dijeron que ellos fueron los que la entrenaron. Eso ya lo sabía porque nos lo dijo ella. También nos comentaron que la enseñaron tanto porque solían hacer las pruebas en distintos niveles, más difíciles cuanto más capaz veían a una persona, también que luego las misiones iban conforme a ellas. Deshacerse de las personas que sabían la verdad sobre este sitio sería una de sus prioridades y por eso se tuvieron que inventar esa historia.

Me estaba dando cuenta de que todo lo tenían perfectamente calculado y de momento, todo parecía salir como ellos esperaban, ojalá todo siguiese así y pronto pudiésemos salir de este lugar.

       —¿Qué tenéis pensado hacer ahora? —preguntó Flavio. Yo también había estado pensando en ello, quería ayudar en todo lo que fuera posible.

       —Antes de pensar en nada, deberíamos juntarnos con nuestro grupo, solemos trazar los planes todos juntos ¿puedes hacer algo al respecto? —Daniela asintió con la cabeza.

       —Sí, iré a buscar a Arthur o Marlene, de paso, creo que deberíais encontraros en alguna sala de enfermería, aquí no creo que tengáis suficiente espacio. —Dicho esto, Daniela salió de la habitación. Katy y yo debíamos ir a trabajar, por lo que sólo quedó Flavio con los soldados.

De camino al “colegio” fui pensando, quería formar parte del grupo y poder ayudarlos en lo que me fuera posible. Sabía que Daniela no estaría de acuerdo con que echase una mano, pero con suerte, si estaba con ellos mientras se juntaban, me podría apuntar a algo, por lo que debía ausentarme del trabajo.

       —Katy ¿Podrías cubrirme? —Mi novia me miró con confusión y antes que pudiese preguntar nada besé sus labios y me alejé en dirección contraria—. Gracias, te quiero. —Le lancé un beso con la mano y me dirigí a la habitación de Daniela.

No quería decirle nada a la ojiazul porque seguro que no me dejaría, pero era normal con todo lo que había pasado, yo también me preocuparía por ella si quisiese hacer algo. De momento lo mejor sería no decirle nada.