CAPÍTULO 44

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POV DANIELA

No puedo decir cuánto tiempo pasé apoyada en la pared tratando de calmarme. Quería mentirme y pensar que esto en verdad no estaba pasando, pero cada vez que miraba la habitación y veía la pistola y la sangre de mi amiga en el suelo, me daba cuenta de que no era una pesadilla. Tenía que encontrarlas, hablaría con los demás para que me ayudasen a buscarlas.

Marlene se dirigió hacia la otra habitación de mis amigos, también tendríamos que sacarlos a ellos, nos fijamos en que no hubiese nadie que nos viera y la enfermera abrió la puerta entrando en el dormitorio, la seguí asomando la cabeza y me sorprendió ver a Luke, le había estado buscando y era aquí donde se encontraba.

        —Ya podéis salir, chicos. —Les avisó Marlene.

       —Daniela ¿Qué pasa? —cuestionó Luke una vez que estuvo a mi lado. Supongo que mi cara de angustia era muy notable y el chico me miraba con preocupación.

      —Venid con nosotras y os explicaremos todo —Ellos sin dudar, aceptaron y caminamos a paso rápido hacia el patio, antes de salir por la puerta que daba fuera, les hice una seña de que esperasen. Ellos no podían salir, por lo que tendría que asegurarme primero que nadie andaba cerca—. Debemos darnos prisa y que no nos vea ningún soldado. —Todos me miraron confundidos, pero salieron detrás de mí sin hacer preguntas.

      —¿Qué es este sitio? —preguntó Valeria con cara de asco al ver la sangre y a los tenientes golpeados. Los había traído a este lugar porque sabía que aquí encontraría a los de la KSK.

Entre los soldados y yo, tardamos varios minutos explicándoles a Luke y a los demás lo que había pasado. Después, recordé la habitación vacía y a mi amiga herida y la angustia se apoderó de mí, era por ellas por lo que había venido aquí, para que me ayudasen.

      —¿Qué ocurre? —Flavio fue el primero en preguntarme después de ver la expresión en mi rostro. En ese momento, Raina echó una rápida mirada a los que habíamos entrado y habló.

      —¿Dónde están los demás? Pensé que ibas a ayudar a tu amiga ¿Todo bien? —Negué con la cabeza. Nada estaba bien, las personas más importantes para mí estaban desaparecidas.

      —No estaban en la habitación —Me tragué el nudo que se me formó en la garganta y continué exponiendo—. Venía a pediros ayuda, no sé dónde las pueden haber llevado.

      —¿Cómo que no estaban? —Astrid todo el tiempo se había mostrado indiferente hasta que les dije eso y se levantó para colocarse a nuestro lado, Raina miró hacia ella fugazmente y me miró mientras fruncía el ceño—. ¿Y por qué piensas que se las han llevado?

      —Cuando llegué con Marlene, la puerta estaba abierta y la habitación vacía, lo único que había era unas gotas de sangre que deben ser de Samantha y la pistola que las había dejado para que se defendiesen en el suelo. Si se hubieran ido, la hubieran llevado consigo. —Los soldados parecieron comunicarse entre ellos tan sólo con la mirada, porque durante un momento, nadie dijo nada.

      —Chicos —Nevin bajó las escaleras corriendo—. Vengo de ese lugar, hace un momento, vi cómo llevaron a Samantha, Karla y Katy. Samantha parecía bastante mal y Karla también iba herida, no sé qué es lo que quieren conseguir al llevarlas allí. Creo que saben que hemos sido nosotros, si no, no habría motivo para llevárselas, quizá quieran sacarles información. Debemos planear un rescate rápido. —Los soldados se miraban unos a otros, unos segundos después se alejaron y comenzaron a hablar en alemán, Flavio se encontraba con ellos, él también sabía alemán y movía los brazos como explicando algo.

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