—¿Sabes qué es lo que quieren? —Flavio iba guiándome hacia el lugar donde nos habían mandado reunir.
—No, pero tendrá que ver con los tenientes que secuestramos. —El moreno estaba bastante tranquilo, o eso parecía. Gracias a esa tranquilidad que transmitía, conseguí calmarme un poco. No tenía idea de lo que harían una vez llegásemos al lugar, pero esperaba que las chicas estuviesen bien.
Quedé impresionada con la gran cantidad de personas que había en el sitio. Algunos llevaban el uniforme, mientras otros, ropa casual al no tener turno de trabajo. Frente a toda la multitud, varios soldados formaban una fila mirando hacia los demás, éstos llevaban varias hojas en la mano.
Sentí algo rozar mi hombro desde atrás y salté del susto, estaba tan nerviosa que cualquier cosa me sobresaltaba.
—Tranquila, soy yo —Raina tras de mí, me dirigía una gran sonrisa que me contagió al instante—. Vaya lo que hemos formado aquí. —Comenzó a reírse como si le pareciese divertida toda esta situación.
—¿Es que a los de la KSK no os asusta nada? Parecéis bastante animados con todo esto, sin embargo, yo, estoy temblando de miedo. —La morena ensanchó su sonrisa aún más si era posible.
—Eso es porque esperábamos esto, es un procedimiento rutinario. No tienes que estar tan nerviosa, nadie sabe que hemos sido nosotras, cuanto más calmada estés, menos sospecharán de ti —habló tranquilamente—. Y respondiendo a tu pregunta. Llevamos meses esperando esto, así que estamos encantados con haber podido poner en marcha nuestra misión. —Me guiñó un ojo y dirigió su atención al frente.
Ella tenía razón, habían venido aquí justo para esto y ya estaban preparados, tenía que aprender de ellos y, al menos, aparentar tranquilidad, aunque en realidad no la sintiese.
Los soldados comenzaron a enumerar en voz alta los nombres de los soldados, cuando alguno estaba presente alzaba la mano. Nombraron a varios que no estaban y lo apuntaron en sus hojas, posiblemente esos fueran los guardias que noqueamos.
Después de varios minutos que cada vez me hacían temblar más de los nervios, comenzaron a llamar a alguno de mis amigos. En el momento que escuché mi nombre casi salté del lugar, había estado esperando y, sin embargo, me pilló desprevenida oír mi propio nombre. Alcé la mano con la mayor calma posible y pasaron al siguiente.
—No lo has hecho tan mal. —Escuché la voz burlona de Raina en mi oído. Miré en su dirección y vi cómo aguantaba la risa, le di un pequeño empujón y seguí prestando atención a lo que decían delante.
—Astrid. —Cuando escuché el nombre de su compañera, me asusté, se iban a dar cuenta que no estaba. Observé hacia Raina y seguía como si nada, cuando volví mi vista hacia los soldados ya nombraban al siguiente, pero no los vi apuntar la ausencia de la rubia. Confusa por esto, empecé a mirar entre los guardias, tratando de encontrar a la rubia por el lugar.
—¿Me buscabas? —Me sobresaltó cuando la vi a mi lado. También Rocco venía con ella riéndose de mí, hasta Flavio se había unido a las carcajadas de los otros tres-. Ya habían nombrado a alguno de los nuestros, por lo que nos cambiamos de lugar y así no notaban que no estábamos. —Astrid, aunque una auténtica lunática, era bastante inteligente y calculadora. Me preguntaba si todo estaría sucediendo tal y como lo habían pensado.
—Os hemos reunido aquí porque los tenientes han desaparecido, no se sabe nada de ellos desde anoche. —La voz alta y firme de uno de los soldados que anteriormente había estado pasando lista, me hizo prestar atención—. Vamos a buscar por cada rincón del campamento. Para facilitar la tarea, hemos pedido a todos los civiles que permanezcan en sus dormitorios hasta que los encontremos. Habrá que mirar en cada habitación y apuntar en una lista los nombres de las personas que están en cada una. Formad pareja y si veis la más mínima señal de nuestros superiores tenéis que informarlo cuanto antes. —El soldado terminó de hablar y junto con los otros, se marcharon al mismo tiempo que se escuchaban las voces de la gente murmurando entre sí.
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Infected
Random¿Qué pasaría si un día tu vida cambiase radicalmente? Nada de lo que conocías vuelve a ser como antes y todo, a causa de un virus. Un virus que no se había visto antes. Un virus que en lugar de causar tos o fiebre, hace que la gente se convierta en...