POV DANIELA
No podía imaginarme no hablar más con Samantha, menos mal que había conseguido que comprendiese que no pude hablar con ella antes y al fin, volvíamos a ser las mismas de siempre. Habían pasado dos días desde que le conté lo de mi memoria. Los golpes ya no me dolían apenas y mi cara no estaba tan hinchada, pero aún no habían desaparecido los hematomas.
—Quiero hacerme guardia también —Soltó mi mejor amiga de la nada—. Siendo profesora no os puedo ayudar en nada. —Parecía frustrada, pero no me gustaba la idea, tampoco a Katy quien la vio con el ceño fruncido.
—Cariño, tú no vas a hacerte guardia ¿Crees que te voy a dejar que pases por lo mismo que Daniela? Mira cómo la dejaron y si no hubiese sido por el entrenamiento de esos soldados, estaría muerta. —Creo que se pasó al decir lo último, pero realmente fue duro, no entendía cómo Flavio pudo pasar la prueba sin apenas esfuerzo.
—Pero...
—Sin peros. No pienso verte en ese estado y, además, Flavio le cubre las espaldas a Daniela, que seguro que es por ella por lo que quieres formar parte de eso. —La cara de mi mejor amiga era muy graciosa haciendo pucheros.
—Está bien -Soltó resignada—. Pero en cuanto comience el plan, ayudaré en algo, no me lo puedes prohibir. —Señaló con un dedo hacia su novia quien dejó un beso en él.
—Ya veremos.
—Daniela ¿Puedes acompañarme? Marc te busca. —Un guardia vino a paso apresurado interrumpiéndonos. Miré a las chicas extrañada y fui con él.
Pocos minutos después llegamos a la caseta donde Marc residía, el guardia me indicó que entrase y él se quedó fuera.
Sentado en la silla, como la otra vez que vine, estaba el señor mirándome con una sonrisa, su barba blanca estaba tan cuidada como de costumbre.
—Buenos días ¿Cómo te encuentras? —Él me veía con una expresión amable, pero sentía cómo me recorría con la mirada quedándose más tiempo en los golpes que aún eran visibles en mi cara.
—Estoy mejor. Ya no me duelen los golpes y puedo moverme con normalidad. —Aún seguía de pie y Marc me hizo un gesto para que me sentase.
—Perfecto, entonces ¿Estás preparada para tu primera misión? —No podía responder sinceramente y decirle que no. Pero la verdad era que no quería hacer otra cosa para él que no fuese ir a por Nevin y Erika.
—Por supuesto que sí —respondí decidida. No podía dejar notar los nervios que sentía al pensar que podría mandarme algo peligroso.
—Debes haber estado pensando mucho en los que te secuestraron ¿no es así? —Me quedé en silencio sólo asintiendo con la cabeza, el hombre ensanchó una sonrisa bastante macabra que me produjo escalofríos—. Muy bien, esa será tu primera misión. Te dejaré todo a tu disposición para que vayas a buscarlos. Solo te pido una cosa a cambio —Le miré esperando que continuase—. Mátalos. No quiero personas así alrededor de aquí, podrían intentar atacarnos y hacerle daño a la gente que reside tranquilamente en este lugar.
—Eso no será un problema, señor. La verdad es que no era mi intención dejarles vivos después de todo el daño que me han causado. —Sonreí para mis adentros, desde que había llegado aquí, Nevin había acertado en todo lo que me había dicho que harían, si todo seguía igual, dentro de poco podría traerles.
—Vale. Entonces, te acompañará uno de mis hombres para ayudarte, también, tendrás a tu disposición un coche, puedes escoger alguno de los que hay en la entrada. —Con lo del acompañante comencé a ponerme nerviosa. No podía llevarme a nadie de aquí, ya que podría poner todo el plan en riesgo y no me gustaba la idea de tener que matarle. Tenía que pensar en algo rápido.
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Infected
Random¿Qué pasaría si un día tu vida cambiase radicalmente? Nada de lo que conocías vuelve a ser como antes y todo, a causa de un virus. Un virus que no se había visto antes. Un virus que en lugar de causar tos o fiebre, hace que la gente se convierta en...