CAPÍTULO 51

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POV DANIELA

        —Daniela… descansa… —Escuché la voz de mi novia susurrar cerca de mi oído, pero me sentía tan pesada que ni pude abrir los ojos, parecía como si me hubiese quedado sin fuerzas para mover un solo músculo, pero si ella estaba a mi lado, todo estaba bien, solté un suspiro y volví a caer en un profundo sueño.

Me desperté al sentir un movimiento a mi lado, abrí los ojos para ver a Karla acostada de lado dándome la espalda. Escuchaba la lluvia cayendo fuera y en las paredes se reflejaba la luz de algunos rayos que entraban por la ventana. Seguramente habrían aplazado el entrenamiento debido a la tormenta y por eso estaba la ojiverde conmigo, gracias a eso, podía aprovechar un rato más durmiendo ya que aún me sentía demasiado débil como para levantarme.

Samantha había tenido que decirle que me despertase antes de ir a la cocina, así que, no había problema en dormir un rato más. Me giré abrazando a Karla desde atrás y cerré los ojos que tenía húmedos por el escozor que sentía al mantenerlos abiertos.

        —Buenos días. —La luz del día me hizo abrir los ojos y encontrarme con las preciosas esferas verdes de Karla viéndome sonriente—. ¿Has descansado bien? —Miré a la castaña confundida. Tenía el pelo húmedo y no vestía el pijama—. ¿Te apetece desayunar? —Volví a cerrar los ojos, era imposible que fuese de día, y ya, la hora del desayuno.

        —¿Cómo…? —Volví a abrir los ojos esperando encontrarme una escena distinta donde aún era de noche, pero seguía siendo de día y Karla parecía divertida con mi reacción.

        —Cariño, sí, ya es de mañana, te dejé dormir toda la noche. Ahora ¿vamos a desayunar? Me muero de hambre. —Me incorporé en la cama pensando en las palabras de la castaña. No era un sueño, sí que era por la mañana, pero… eso significaba…

        —¿Por qué no me despertaste para acompañarte a la cocina? —Mi novia me miró confundida ante la brusquedad al cuestionarla, pero es que no podía ir sola, no mientras Tony pudiera estar por aquí, esperando el momento en el que no estuviese y hacerla cualquier cosa.

        —Necesitabas dormir, además, Samantha y Katy insistieron en venir. Tampoco sabía que necesitaba que alguien me vigilase, no sé porque insistes tanto en venir conmigo en lugar de descansar. —Karla estaba molesta y tenía razón de estarlo. Normalmente la dejaba hacer lo que quisiese y no la “vigilaba" como ahora, pero no era por ella, sino por Tony.

        —No te vigilo, simplemente no quiero que llegues muy tarde del trabajo después de estar entrenando todo el día —hablé mientras me acercaba a ella en la cama y la tomaba por la cintura—. También me gusta pasar tiempo contigo y, si no fuera allí, no nos veríamos en todo el día. —Hice un puchero mirándola. Me sentía mal por mentirla, aunque no fuera del todo una mentira tampoco era completamente sincera. Pero lo que menos quería era que se enfadase conmigo por ese tipejo.

        —En eso tienes razón, pero de todos modos necesitas descansar, así que, al menos duerme el resto del día, sino preferiré que no me acompañes. —El tono de voz que usó, era autoritario y sabía que si no la hacía caso se enfadaría de verdad, por lo que a partir de ahora tendría que guardar algunas horas para dormir mientras ella entrenase. Además de no poder estar con ella en ese tiempo, podía estar tranquila que no la pasaría nada al estar acompañada por Raina y Astrid.

        —De acuerdo —Besé sus labios sin poder aguantar más la tentación al tenerlos tan cerca y ella respondió al instante—. ¿Vamos a desayunar? —Riendo, tuve que separarme al escuchar cómo le rugía el estómago.

Karla asintió con el rostro sonrojado y las dos salimos de la habitación para dirigirnos al comedor donde ya estaban Samantha, Katy y su madre, los demás aún no habían llegado. Después de casi llenar nuestras bandejas, nos sentamos con ellas en la mesa, Karla no era la única con hambre ya que me encontraba vacía al no haber comido desde el día anterior, aunque no me quejaba, me encontraba mucho mejor al haber dormido.

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