La falta de sueño de Maritza era palpable, estuvo durmiendo hasta que llegamos a Valdemoro. De este pueblo tenía muy buenos recuerdos de mi bisabuela, ella vivía aquí con mi abuelo y venía bastante a menudo a visitarla.
Llegamos a la casa donde vivían los padres de Samantha hasta el momento. Esperaba que siguiera siendo así y que no hubiesen tenido que encontrar otro lugar donde quedarse, aunque parecía que en este pueblo no había pasado nada. Hasta llegar aquí, no nos habíamos encontrado con ningún infectado, ni en las calles, ni en los coches aparcados, además, los árboles parecían tener buen aspecto y llenos de frutos, igual que otras veces que había venido en el pasado.
El vecindario estaba constituido, en su mayoría, por militares, algunos retirados o jubilados, quizá esta fuera la razón por la que todo se veía bien, ellos debieron haberse encargado de cualquier infectado que viesen por la zona, haciendo que el virus no pareciese haber afectado a esto.
Llamamos con golpes a la puerta del patio, ésta se abría electrónicamente desde el interior, no había una cerradura o algo que poder forzar, si no era desde dentro, no se podía abrir, en unos segundos, un señor, al cual conocía bien, se acercó a mirar quien era. Al reconocer a su hija, Dimitri llegó corriendo con una gran sonrisa en su cara llamando a su mujer. María, la madre de mi amiga, vino detrás con la misma rapidez, no tardaron nada en abrirnos la puerta y abrazarnos.
—¡Niñas! Qué alegría veros, pasad. —La mujer en cuanto nos vio a todos, nos dejó paso a la gran casa. Lo primero que había al entrar era un gran patio que rodeaba por completo la casa. La parte de la derecha era un jardín donde tenían varios árboles frutales y un hermoso rosal. Enfrente, una zona bastante más amplia que llevaba hasta la entrada de la casa, por todas partes veías árboles de varios tipos, desde perales, granadinos hasta una parra que, apoyada en la esquina de la casa, ocupaba gran parte del patio permitiéndonos tener sombra. Todo el patio lo conformaba un pequeño muro de cemento y unas rejas metálicas tapadas con enredadera en su totalidad. Era un hermoso sitio donde pasar los días haciendo cualquier cosa.
El patio seguía hasta la parte de atrás, donde se encontraba una mesa de mármol y varios geranios. Apoyada en esa pared, una manguera lo suficientemente larga para abarcar todo el patio. Al final de éste, tres escalones que daban paso a la casa de invitados, era una pequeña casa adosada a la vivienda principal, pero ésta era de menor tamaño, únicamente constaba de un salón, un cuarto de baño, la cocina y una pequeña habitación.
—Daniela ¿Vienes dentro? —La voz de María me sacó de mis pensamientos, no me había dado cuenta de que me había quedado sola paseando por el patio, recordando cada momento aquí con mi amiga, también había pasado bastante desde que fue la última vez que vinimos a visitarles. Después de cruzar la puerta, entrabas en el hall, no muy grande, justo al principio de éste, en la esquina, un cuarto de baño con lo básico, después, las escaleras que conducían a las habitaciones en la planta superior. Pasadas las escaleras tenías la cocina rectangular bastante amplia, un par de encimeras de madera cubrían ambas paredes, en una se encontraban los fuegos y la otra servía de mesa para dos personas, aparte de contener los armarios y cajones. La cocina daba al patio por la parte de atrás. Frente a la cocina, en el interior de la vivienda, un salón que podía decir, era del tamaño del piso que compartíamos Samantha y yo, las paredes estaban cubiertas casi en su mayoría por ventanales, haciendo muy luminoso el espacio. Fue aquí donde me reuní con los demás, para entonces, ya mi amiga había hecho las presentaciones.
—Es hora de comer ¿Qué tal si comemos juntos y nos contáis cómo habéis llegado aquí? —Dimitri no paraba de hacer preguntas sobre cómo había sido nuestro viaje, mientras, María estaba avergonzando a su hija. Mi amiga estaba completamente roja por los infinitos mimos de la mujer mayor que no la había soltado desde que fue a buscarme.
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Infected
Random¿Qué pasaría si un día tu vida cambiase radicalmente? Nada de lo que conocías vuelve a ser como antes y todo, a causa de un virus. Un virus que no se había visto antes. Un virus que en lugar de causar tos o fiebre, hace que la gente se convierta en...