POV SAMANTHA
—¡¡¡Daniela!!! —Joder, joder. Esto no podía estar sucediendo, no por favor.
Cuando vi a mi mejor amiga ir dirección al furgón, dudé unos instantes en seguirla o enfrentarme a los infectados, pero cuando vi que dos guardias tenían la intención de abrir las compuertas, me decanté por quedarme en el lugar apuntando hacia esa dirección por si dentro hubiese algún soldado esperando a que les abriésemos para abrir fuego. Como si fuese algún tipo de trampa para acabar con algunos de nosotros.
Con lo que no conté fue con que tendría razón y me equivocaría al mismo tiempo.
Aunque había sido una trampa para nosotros, no había sido exactamente lo que pensaba, había sido mucho peor.
Con el subfusil apuntando hacia las puertas a varios metros de distancia del furgón, vi cómo un resplandor naranja acompañado de una explosión, lanzaba a los guardias por el aire hacia atrás, del mismo modo que a mí me tiró al suelo y dejó un zumbido en mis oídos.Lo primero que hice al levantarme fue buscar a mi mejor amiga con la mirada, mas lo único que encontré en el lugar de la puerta, fue un espacio vacío, del cual salía fuego y una gran cantidad de humo negro. Ella había estado ahí junto con Raina segundos antes de que estallase el furgón y ahora no estaban ninguna de las dos.
Con lágrimas en los ojos, asustada por perder a mi mejor amiga, y tosiendo por el humo penetrando en mis pulmones, me dirigí hacia algo que había llamado mi atención y cuando estuve lo suficientemente cerca para distinguir de qué se trataba, me tapé la boca mientras dejaba que las lágrimas fluyesen por mis mejillas.
—No, Raina, despierta —Astrid había visto lo mismo que yo, pero ella retiró la puerta que estaba sobre el cuerpo inerte de mi mejor amiga, para, seguidamente, moverla a ésta que había quedado sobre la soldado—. Por favor… —suplicó con un hilo de voz a la vez que acariciaba su ennegrecida mejilla, intentando hacerla reaccionar.
—¡No te quedes ahí! —gritó Flavio al mismo tiempo que se tiraba al suelo junto a Daniela. Con la mirada perdida, me acerqué a ella y me agaché a su lado, tenía sus ojos cerrados y la cara tan sucia como la morena, pero, además, varios hilos de sangre recorrían su rostro sereno—. Quédate con ella, voy a buscar a Arthur. —Sin necesidad de responderle con palabras, me quedé apoyada en mis rodillas más cerca de Daniela y empecé a limpiar un poco la sangre que cubría parte de su rostro.
—Por favor… Daniela, tienes que despertar —La voz a penas me salía más alta que un susurro, pero el nudo en la garganta no dejaba que hablase más alto, sino me pondría a llorar—. No puedes dejarme. Por favor... Es por ti por lo que me he quedado en el campamento y no con las chicas, no puedes abandonarme aho… —Un sollozo escapó de mis labios interrumpiendo mis palabras, no quería imaginarme lo que podía ser perder a mi mejor amiga delante de mis propios ojos.
Con la vista empañada debido a la acumulación de lágrimas en mis ojos, usé una mano para limpiarlas, en el mismo momento en que me pareció ver a Daniela mover la cabeza y abrir sus ojos.—Gracias, pero… amo a Karla. —Daniela tenía en su rostro una débil sonrisa, al principio estaba impactada porque hubiese reaccionado, pero cuando fui consciente de sus palabras, rodé los ojos y, olvidando lo sucedido por un momento, la golpeé en el brazo.
—Imbécil. Estaba muy preocupada por ti y tú hablando estupideces. —Intenté mostrarme molesta, aunque en el fondo me sintiese feliz de que despertase.
Para cuando llegó Flavio junto a Arthur y Marlene, Daniela, con un poco de esfuerzo, se había sentado, estaba un poco mareada, pero decía que no se encontraba mal. Sin embargo, quien no parecía tener la intención de despertarse, era Raina. Astrid había hecho todo lo posible porque despertase, pero la morena no lo hacía y, aunque quisiese aparentar normalidad, se notaba lo que le preocupaba ese hecho a la rubia.
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Infected
Random¿Qué pasaría si un día tu vida cambiase radicalmente? Nada de lo que conocías vuelve a ser como antes y todo, a causa de un virus. Un virus que no se había visto antes. Un virus que en lugar de causar tos o fiebre, hace que la gente se convierta en...