CAPÍTULO 71

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POV DANIELA

Nos encontrábamos aparcados frente a la enorme urbanización, aunque en el mapa se veía en color naranja todas las edificaciones y habíamos observado que ésta era bastante amplia, no sabíamos exactamente el tamaño que tenía hasta que la tuvimos delante. Era mucho más grande de lo que habíamos pensado, no había duda alguna que, de necesitar cambiar de ubicación, ésta era una opción bastante llamativa.

Los muros que rodeaban dicha residencia, eran de ladrillos rojos, bastante altos y sólidos por lo que los infectados serían incapaces de cruzar. Un pasillo ancho, daba paso a una puerta de hierro negro entre los dos muros. Flavio y Rocco se bajaron del Montero rojo en el que habían venido para abrir la puerta.

Karla y yo habíamos decidido viajar en el Maserati para poder dejarlo aquí, al igual que el 4x4 que conducía mi amigo. Delante de nosotras, se encontraba estacionado el Ford Ranger de Samantha que había venido junto con su novia y detrás nuestra, se encontraban estacionados varios coches y todoterrenos donde venía el resto de soldados y algunos guardias del campamento.

Después de varias discusiones en las que Nevin se negaba a dar su brazo a torcer, finalmente permitió que los que estaban más capacitados nos ayudasen, ningún joven, niño o persona mayor, entraba en ese grupo, los que sí, eran la mayoría guardias y alguna otra persona que parecía capaz.

-Vamos. -Karla dejó un corto, pero intenso beso en mis labios y salió del coche, siendo seguida por mí, al instante. No pensaba dejarla sola en ningún momento. Sabía que aquí no pasaría como en el chalet, pero igualmente estaba asustada de que algo la sucediese de nuevo. Tenía pensado hablar con Nevin para que la mandase algo que hacer y librarse de acompañarnos, pero aún no había tenido oportunidad.

La tomé de la mano mientras nos reuníamos con el resto. Nevin ya nos había informado cómo irían los grupos, por lo que les estaba dando algunas indicaciones a los guardias del campamento.

Nada más entrar, todos los músculos de mi cuerpo se tensaron poniéndose alerta y tomé un arma entre mis manos a la vez que me colocaba frente a Karla. A pesar del bonito escenario que teníamos frente a nosotros, no podíamos apreciarlo bien. El suelo de concreto en color blanco y gris, estaba manchado de sangre y con varios infectados o personas inertes en él. El lugar estaba lleno de árboles, algunos más pequeños que otros. Varios bancos de piedra aprovechaban la sombra que éstos ofrecían, pero también tenía algunos cuerpos sobre ellos. En el centro de todo y lo que daba el toque final a aquel extraordinario patio, una fuente rodeada de césped y flores de distintos colores además de tres bancos de madera para poder descansar.

Todo era maravilloso, o debería serlo si no fuera porque las plantas estaban marchitas, el césped mal cuidado y con varios cadáveres y sangre por cualquier parte. Debíamos hacer algo con todo esto antes de traer a nadie a vivir aquí, aunque fuera temporalmente.

-Deberíamos apartarlos y juntarlos en un único lugar, después de terminar de revisar cada piso, los sacaremos de aquí. -Todos guardamos las armas cuando Rocco y Nevin se aseguraron que no se levantarían.

-Empezamos bien. -Escuché la voz de mi amiga molesta. Sin embargo, yo, me sentía aliviada de haber sido esto lo que nos habíamos encontrado, en vez de un montón de infectados viniendo por nosotros.

Después que Nevin diera la orden, todos sin excepción, nos pusimos a retirar los cuerpos y dejándolos uno sobre otro en una esquina cerca de la puerta, de manera que no estorbasen en caso de tener que huir de aquí. Entre todos los que éramos, a penas duramos una hora en terminar el primer trabajo y yo rezaba porque todo fuera igual de sencillo.

-Bien. Son siete edificios, debemos dividir los grupos en cada uno e ir revisando cada uno de los pisos, debéis ser meticulosos y no olvidar ninguna estancia sin revisar, no queremos sustos. -Nos advirtió en un tono serio, Nevin.
En el momento que Nevin terminó de hablar, la mano sujeta a la mía, apretó su agarre, miré a Karla a los ojos y lo que vi escrito en ellos fue miedo. Estaba confundida por su reacción y tuve que preguntarla.

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