La urbanización donde nos dirigíamos la conocía bastante bien, al menos lo que se decía de ella. Hace años, cuando se construyó, la convirtieron en pisos de protección oficial, en ellos, daban vivienda a bajo coste a las personas con menos recursos económicos, había varias urbanizaciones de este modo en el polígono, pero, en ésta, metieron a muchas personas que no eran de fiar, la mayoría eran traficantes de drogas, simples drogadictos o alcohólicos. Al año de haber ubicado a cada persona en una casa, la propia gente de ahí comenzó a destrozarla, robaron los cables de la luz, dejando toda la urbanización a oscuras, desguazaron los ascensores dejando solamente el hueco vacío que pronto llenaron de basura. La policía era llamada ahí cada momento, los vecinos de los edificios cercanos comenzaron a denunciar los escándalos que ocasionaban, pero muchos de ellos eran amenazados por lo que la zona alrededor terminó quedando vacía prácticamente.
Con el tiempo empezaron a reubicar a toda la gente, alejándolos entre ellos lo más posible y la urbanización quedó abandonada, era más caro arreglarla que dejarla estar. Me sorprendía que aún estuviese en pie, antes de irme de casa de mi madre, hablaban de destruirla, pero por lo que se ve, no lo habían hecho, quizá hayan dado todo por perdido.
Cuando nos acercamos, pudimos ver los edificios azules y amarillos, la vaya de alrededor se veía en buenas condiciones, observamos a un grupo de infectados alrededor de toda la urbanización, pero ninguno en el interior, por lo que pensamos que podía haber alguien dentro, esto aumentó las esperanzas de encontrarme con mi madre.
Estábamos aparcados fuera, un poco alejados de los infectados, solo observando por alguna señal de que había alguien dentro, pasamos varios minutos así, pero no vimos ni escuchamos nada.
—Vámonos, aquí no hay nadie. —Los minutos se convirtieron en horas y ya llevábamos dos sin percatarnos de ninguna señal de vida. No me gustaba el irnos, pero al parecer nos habíamos equivocado con este lugar.
—Podríamos entrar —habló Luke.
—Mira, no, vámonos, te lo agradezco, pero son muchos los infectados que hay aquí fuera, no voy a poneros en peligro solo para encontrarnos los edificios vacíos. —Justo cuando terminé de decir aquello vimos aparecer un todoterreno oscuro, iban tres personas dentro de las cuales pude distinguir a una, una mujer con pelo rubio, ojos azules y muy alta, aunque no la pudiese ver en detalle dentro del coche, sabía perfectamente como era mi antigua vecina. Vivía justo en frente de la puerta de mi madre, siempre nos llevamos bien con ella, aunque en un principio me daba miedo. Dochka, ese era su nombre, una mujer de unos cuarenta años, búlgara y su estatura rondaba los 1,80 metros, para más, era bastante corpulenta.
Ellos dieron una vuelta asomándose por la ventana y llamando la atención de los infectados, cuando estuvieron seguros de que la mayoría les seguía, pusieron rumbo a otra calle desapareciendo de nuestra vista, pero segundos después aparecieron por el otro lado a gran velocidad, se dirigieron hacia la puerta y pararon el vehículo, mientras abrían la puerta y se disponían a entrar, nos acercamos con nuestra caravana, ellos al vernos se pusieron en guardia.
—Voy a salir, conozco a esa mujer —dicho esto, bajé y cuando mi exvecina me vio, en seguida corrió a abrazarme, les hizo una seña al resto para que entrasen y ellos obedecieron.
—¡Cuánto tiempo! —No podía respirar debido al fuerte abrazo de la rubia, ella me soltó y pude verla, hacía años que no lo hacía, pero seguía tan intimidante como entonces, no había cambiado en nada—. ¡Mi niña!, ¡qué alegría verte! —Mientras algunas lágrimas escapaban de sus claros ojos. Hizo un gesto con la mano a las personas que estaban en el coche y éstos se perdieron en el interior de la urbanización—. ¿Cuándo has venido? Estabas en Valencia ¿No? ¿Cómo es que estás aquí? —Ella no paraba de preguntar y no me dejaba decir una sola palabra, cuando ella al fin terminó, quise hablar, pero entonces vimos llegar al gran número de infectados que antes habían perdido de vista venir en nuestra dirección.
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Infected
Random¿Qué pasaría si un día tu vida cambiase radicalmente? Nada de lo que conocías vuelve a ser como antes y todo, a causa de un virus. Un virus que no se había visto antes. Un virus que en lugar de causar tos o fiebre, hace que la gente se convierta en...