POV KARLA
Me hizo muy feliz pensar que Daniela iba recuperando su memoria poco a poco, saber cómo se llamaba debía ser un buen comienzo, quizá dentro de poco podríamos volver a ser todos como antes. Cuando ella me dijo que sólo lo sabía porque había firmado con ese nombre, no teniendo nada que ver con su recuperación, todas mis esperanzas se hicieron añicos y una sensación de ahogo se formó en mi pecho. Era como si algo me oprimiese el corazón. No quería llorar delante de ella ya que haría que se preocupara y por eso me despedí rápidamente.
Llegué corriendo a mi habitación y me tiré en la cama. Cogiendo la almohada entre mis manos me tapé la boca dejando salir toda mi voz en un grito, éste fue acompañado de lágrimas que empaparon la tela en cuestión de segundos. Mi respiración se entrecortaba mientras no podía parar de llorar, así estuve varios minutos u horas, realmente no sabía por cuánto tiempo había estado dejando salir toda mi impotencia y frustración hasta que conseguí calmarme un poco. Sabía que tenía que ser paciente, mañana le darían los resultados y con suerte algún tratamiento o alguna cosa que pudiera hacer para recobrar su memoria.
Una mano en mi hombro me sobresaltó, no había escuchado el abrir y cerrar de la puerta, pero al mirar quién era, vi a Andrea. Ella me observaba comprensiva y se sentó a mi lado abrazándome. Pensaba que había llorado suficiente y no me quedarían más lágrimas que derramar, pero estar rodeada por sus brazos hizo que volvieran a salir sin control alguno.
—Ya está, tranquila, bebé. Verás como todo va a estar bien —hablaba con voz suave en mi oído mientras una mano acariciaba mi cabello. Me incorporé para verla a los ojos y pude ver tristeza en ellos.
—Nada va a estar bien —dije para de nuevo acurrucarme en su cuello. Estos brazos no eran los que quería que me rodeasen. En mi interior seguía anhelando el cuerpo de Daniela, siempre me había invadido una sensación de bienestar al estar junto a ella ¿Y si nunca volvía a sentirme así? Mi llanto se hizo aún más fuerte si era posible al pensar aquello.
—¿Puedo preguntar qué es lo que te tiene así? — Andrea rompió el silencio una vez que me hube calmado un poco. Me separé de ella sentándome al estilo indio encima de la cama, ella me imitó colocándose frente a mí mientras esperaba tranquila una respuesta.
Respiré profundo y me limpié cualquier rastro de humedad de mi rostro. Seguro que mis ojos estaban hinchados y enrojecidos después de haber llorado tanto, sin embargo, a la chica frente a mí parecía no importarle mi aspecto, a pesar de ser deplorable.
—Daniela, ella… ella ha vuelto. —Ella me miró sorprendida y abrió su boca varias veces, también pude notar una pizca de dolor en sus ojos, pero en sus palabras no se notó.
—Deberías estar feliz, ¿no? Has estado buscándola mucho tiempo ¿Por qué estás así? —Dejé escapar un largo suspiro tratando de controlar el nudo en mi garganta.
—Ella… volvió anoche, sin embargo, no recuerda nada. Ha perdido completamente la memoria, no nos recuerda a nadie en el grupo, no me recuerda a mi… —Se estaba haciendo doloroso contener las lágrimas que querían salir nuevamente—. No recuerda ni su nombre y parecemos extraños para ella, yo… no sé qué hacer para que me recuerde y tengo miedo ¿Qué pasa si no vuelve a ser la misma? ¿Nos dejará para irse por su cuenta? —Ya sé que estaba poniéndome en lo peor, pero es que en estos momentos no podía ser optimista, había una posibilidad de que ella no nos recordase y decidiera juntarse con otras personas.
—No pienses eso, aunque haya perdido la memoria, ella es la misma, aunque no os recuerde, las cosas que os unieron antes pueden volver hacerlo, podéis comenzar de cero —Andrea trataba de darme ánimos, pero no me hacía sentir mejor, la única que podría hacerme sentir completamente bien estaba a tres habitaciones de distancia y ni siquiera sabía que estaba enamorada de ella—. Mira, eres una mujer maravillosa, inteligente, amable y… sobre todo, sexy, seguro que sabes hacer algo para que ella no se aleje de ti —La chica me guiñó un ojo y me dio un empujón en broma haciendo que sonriese por primera vez—. Además, si ella no vuelve a fijarse en ti y te das cuenta de la persona tan increíble que tienes en frente, siempre puedes acudir a mí, yo, estaré esperándote no me voy a ir a ningún lado —Sabía que las últimas palabras que dijo eran completamente sinceras, ella tenía sentimientos por mí y yo estaba dejando salir todos mis miedos con ella, no era justo para ella lastimarla así—. Bueno ¿Salimos a pasear? Necesito un poco de aire —. Andrea se levantó de la cama y tomé la mano que me ofrecía y, juntas, salimos de la habitación.
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Infected
Random¿Qué pasaría si un día tu vida cambiase radicalmente? Nada de lo que conocías vuelve a ser como antes y todo, a causa de un virus. Un virus que no se había visto antes. Un virus que en lugar de causar tos o fiebre, hace que la gente se convierta en...