—¿Lo harías? —preguntó la soldado mirándome con esperanza.
—Sí —dije firme, quería poder ayudarlos como ellos hicieron conmigo. Además. si salía bien, esperaba poder ayudar a más gente.
Cuando acepté, no pensé que fuera tan duro y eso que acabábamos de comenzar.
Primero, los tres salimos a correr. Cerca de la casa había un camino de tierra, estaba rodeado de hierbas altas y verdes, lo que hacía más fácil el poder ocultarnos de la gente del campamento. Estuvimos varias horas así hasta que me llevaron a lo que parecía un descampado completamente vacío a excepción de algunos palos que habían puesto en forma de “u” invertida. Los que eran más altos debía saltarlos, mientras que los más bajos debía pasarlos arrastrándome sin rozarlos.
—¿Ya estás cansada? —Trataba de coger el aire que sentía que me faltaba. No era tan fácil como parecía después de tanto tiempo corriendo tener que agacharte y después saltar varias veces en lo que terminaba el recorrido, después, tenía que correr para volver a empezar. Sentía los músculos de mis piernas entumecidos debido al esfuerzo—. Es una lástima, porque ahora tendrás que pelear contra ella. —El rubio me señaló a Erika quien, a pesar de que ellos también habían hecho lo mismo que yo, no parecía afectada en lo absoluto.
—Intenta defenderte. —Miré con miedo a la mujer según se acercaba sonriendo ¿De verdad pensaba golpearme sin enseñarme nada primero? No tenía idea de lo que debía hacer y me estaba preparando mentalmente para recibir el golpe.
—¡Joder! No sé cómo he hecho eso. —Erika se había acercado a mí con toda la intención de asestarme un puñetazo con el brazo derecho y, como por acto reflejo, le había golpeado su brazo desviando su dirección de mi cara y, aprovechando su sorpresa, con la otra mano tiré de ella hasta tirarla al suelo.
—Pero ¿cómo? —El rubio se acercó para ayudar a su amiga, la cual estaba sentada en el suelo atónita. Ellos estaban tan sorprendidos como yo, no tenía idea de cómo había podido hacer aquello.
—Creo que alguien la ha estado enseñando algunas cosas, deberíamos ver qué sabe y partir de ahí. —El hombre estaba de acuerdo con lo que dijo su amiga y, después de eso, los dos se fueron turnando, colocándonos en distintas posiciones para que los atacase o para recibir los golpes.
En un principio esto fue bastante sencillo, sin pensar en cómo debía moverme, dejaba que mi cuerpo reaccionase solo, y funcionó, las primeras veces. Había conseguido tirarlos al suelo y hasta golpearlos en varias ocasiones, pero la dificultad cada vez fue aumentando más, terminando por ser yo la que comía polvo.
—Creo que deberíamos dejarlo por hoy. —Asentí de acuerdo sintiendo todo mi cuerpo dolorido por los golpes, además de no estar segura si al día siguiente sería capaz de levantarme de la cama.
—Venga, un último esfuerzo por hoy. —Erika parecía llena de energía igual que su compañero mientras los dos salían corriendo. No quería correr, pero tampoco quería quedarme atrás por lo que comencé a seguirlos a su ritmo.
Estaba completamente agotada. Nada más entrar me tiré al sofá, de donde no me moverían en todo el día.
—Al menos vete a duchar, apestas. —Nevin me tiró una toalla que cayó sobre mi cara, no sé si era yo, pero hoy parecían mucho más animados que los últimos días.
—Voy… voy —gruñí incorporándome con dificultad de la comodidad del sofá.
[…]
Varios días pasaron después de aquel primer entrenamiento, cada vez los soldados exigían más de mí, nos levantábamos antes de la salida del sol para correr, siempre el mismo camino por aquel campo. Después venía el recorrido que cada vez alargaban más, debía tirarme al suelo después de cada salto y rodar para después levantarme y llegar al siguiente obstáculo que debía pasar por debajo. A continuación, venía el momento en el que teníamos que entrenar la lucha cuerpo a cuerpo. Me habían enseñado varios de los movimientos que usaban ellos, asegurándome que me iban a ser muy útiles, y después de muchos errores, uno tras otro, ya lo había conseguido aprender.
ESTÁS LEYENDO
Infected
Random¿Qué pasaría si un día tu vida cambiase radicalmente? Nada de lo que conocías vuelve a ser como antes y todo, a causa de un virus. Un virus que no se había visto antes. Un virus que en lugar de causar tos o fiebre, hace que la gente se convierta en...