CAPÍTULO 29

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POV KARLA

Me costó un mundo ir al campamento y abandonar el lugar donde había estado con Daniela, solo lo hice porque sabía que los demás estaban cansados de esta situación, además, cabía la posibilidad de que Daniela estuviese allí. Rezaba porque eso pasara, encontrármela allí sonriéndome, diciendo lo mucho que me quería y que había estado esperándome todo este tiempo. Esos eran mis deseos, sin embargo, sabía que no pasaría así, no podía tener tanta suerte.

En su lugar, al llegar, observamos que el lugar era enorme y que nos sería bastante complicado encontrarla entre tanta gente, la única ilusión que tenía y nada más llegar ya había desaparecido, aun así, no podía darme por vencida tan fácilmente, iba a buscar por todos lados a mi novia, estaría pendiente de todas las personas con las que me cruzase por si reconocía su rostro.

El primer día que llegamos, conocimos a dos mujeres, Andrea y Marta, las dos nos ayudaron a buscar cada vez que podían, era un bonito gesto de su parte. Lo que menos me gustaba era cuando se juntaban con nosotros a la hora de la comida, Andrea no parecía entender que no me apetecía comer y me obligaba, sé que lo hacía de buena fe, pero no podía seguir comiendo.

       —¿Qué se ha creído? —Iba andando por el pasillo dirección a la habitación. No aguantaba más en la mesa después que me dijese aquello Andrea. Realmente no me había molestado que me llamase flacucha, pero que me dijese que nadie me iba a querer… sabía que, si Daniela estuviese aquí, ella lo haría, pero sus palabras me recordaron que no estaba y fue lo que más me dolió.

       —Karla, espera —Katy venía corriendo, la esperé y, una vez estuvo a mi lado dejé que calmase un poco su respiración ya que estaba acelerada—. Es una idiota, pero no tienes que tomar en cuenta lo que te ha dicho, solo quiere ayudar.

       —Lo sé, y no estoy así por eso, es solo que me recordó que Daniela no estaba. —Mi mejor amiga me miró comprensiva y juntas nos fuimos a la habitación.

Después de unos minutos, dieron unos golpecitos en la puerta y entraron Samantha, detrás de ella venia Andrea, con la cabeza mirando hacia el suelo.

       —Katy ¿Vienes? —Las dos salieron juntas dejándome a solas con Andrea, quien no hacía intento por mirarme, pensaría que estaba enfadada con ella.

       —Lo siento… —No pude terminar la disculpa ya que sus ojos se encontraron con los míos y ella también comenzó a hablar.

       —Lo siento yo, no debí haber dicho lo que dije, sólo quería hacerte comer y pensé que retándote lo conseguiría. Las chicas me han contado lo que pasa, es tu novia la que está desaparecida ¿Verdad? —La miré sorprendida y asentí, no sabía que mis amigas se lo fueran a decir—. Entiendo que estés mal y quieras encontrarla, pero ¿Sabes una cosa? El no comer no te va a ayudar en nada, es más, si te desmayas por falta de alimentos, no podrás buscarla.

       —Ya lo sé, pero, no es que no quiera comer, siento mi estómago cerrado.

       —Y cuanto más tiempo pases sin comer, irá a peor, lo que deberías hacer es comer poco, pero más veces y, cada vez, comer un poco más hasta que tu estómago se adapte a una cantidad normal —Asentí con la cabeza, ella tenía razón, llevaba demasiado tiempo sin una buena alimentación y, ahora que estábamos en este lugar y que podíamos comer de todo, tendría que esforzarme en recuperarme—. Y… ahora ¿Te apetece dar un paseo conmigo? Te podría ir enseñando un poco el lugar mientras me cuentas más de tu novia. —Estaba pensando si esto sería una buena idea, pero al final decidí acompañarla, podría aprovechar el paseo para buscar a Daniela.

Cuando las dos salimos de la habitación, nos topamos con Samantha y Katy en el pasillo, las dos parecían esperarnos junto con su madre.

       —¿Nos vamos? —preguntó mi mejor amiga. Ambas asentimos con la cabeza y nos dispusimos a recorrer el enorme lugar. Por el camino, Andrea y yo caminábamos un poco más adelantadas de las chicas y le fui contando como conocí a Daniela y alguna de las cosas que habíamos pasado hasta ser pareja.

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