CAPÍTULO 36

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Alguien sacudiéndome fue lo que me despertó, abrí los ojos sólo para encontrarme con Andrea mirándome.

        —Buenos días —dijo mientras sonreía—. Ya ha sonado el timbre del desayuno y no te has enterado, Katy me ha dejado venir a despertarte. —Asentí con la cabeza y perezosamente me levanté de la cama, anoche no había podido descansar porque estaba nerviosa por qué le iba a decir a Daniela.

       —Buenas. —Me tapé con la mano un bostezo que no tardó en llegar y le sonreí mientras me levantaba de la cama.

       —¿Por qué estás tan cansada? Anoche tampoco tardamos tanto en acostarnos. —Me tendió la mano para ir juntas al comedor y la acepté empezando a caminar con ella por el pasillo.

       —Anoche no pude dormir, me he decidido a hablar con Daniela y estaba algo nerviosa por cómo irán las cosas. —Tuve que mentirle, aunque realmente no todo era una mentira, pero oculté lo feliz que me encontraba porque la morena hubiese querido saber de mí.

       —Ah… entiendo. —Sabía que no estaba feliz con la noticia, pero ya lo habíamos hablado ayer, siempre sería Daniela antes que ella, aunque la quisiera mucho, no era más que amistad lo que sentía hacia ella.

Al entrar al comedor, busqué con la mirada a Daniela y se tuvo que notar en mi rostro ya que Andrea apretó su agarre en mi mano, la miré y su expresión, aunque no me veía, era una mezcla entre tristeza y enfado.

       —Lo siento. —Sus facciones se relajaron y me miró con una sonrisa parándose en seco.

       —No tienes que disculparte, entiendo que quieras verla, es solo que… no importa, espero que al fin pueda recordarte y que estéis juntas, sé por todo lo que has pasado y mereces que al fin todo vaya bien entre vosotras. —La abracé, no pude evitarlo, cada gesto que tenía conmigo, cada palabra, gritaba lo mucho que le importaba y veía por mi bienestar, odiaba tener que hacerla tanto daño, pero era algo que no podía evitar.

       —¿Sabéis algo de Daniela? —En cuanto me senté en la mesa después de coger el desayuno, no tardé en preguntar por la morena mostrando lo ansiosa que estaba por verla.

        —Cuando nosotros entrábamos en el comedor, ella salía, sólo se tomó un café ya que tenía que entregar los papeles del doctor para poder hacer la prueba. —Miré a Samantha con decepción, hubiera deseado estar aquí para acompañarla.

       —¿Qué prueba? —preguntó curiosa Andrea, claro, ella no sabía que Daniela iba a trabajar de guardia.

        —Se quiere apuntar a guardia, le dijeron que tenía que entregar los papeles del médico que dicen que está todo bien con ella y que después le harían el examen para ver si es apta. —Flavio le explicó tranquilamente a Andrea quien asentía con la cabeza.

Mientras estábamos desayunando, un guardia entró y se dirigió donde nosotros, colocándose al lado de Flavio le comentó algo que no llegamos a escuchar.

       —Vale, gracias. —El guardia se marchó después de que Flavio le agradeciese, todos en la mesa le miramos interrogantes.

       —Me ha dicho que en un par de horas es la prueba y que vaya a prepararme, tengo que hablar con ellos para que me den las indicaciones que necesito. —Todos nos quedamos sorprendidos, Flavio también lo parecía, se estaban dando mucha prisa con todo lo relacionado con Daniela.

       —Entonces hoy tenemos día libre, mañana diremos en el “colegio” —hizo comillas con las manos— que estábamos enfermas, pero no me pienso perder esa pelea. —Katy parecía entusiasmada porque todo comenzase, por el contrario, a Flavio se le veía desanimado, seguro que no le agradaba demasiado la idea de tener que hacer daño a Daniela, pero esperaba que tuviese un poco de delicadeza con ella.

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