CAPÍTULO 16

57 18 0
                                    

Habían pasado dos días desde que Karla se comenzó a ver con Yasmina, mi humor había empeorado bastante ya que no había tenido oportunidad de hablar con la ojiverde, ella se pasaba casi todo el día con la rubia.

Gracias a mi madre, supe que Yasmina estaba viviendo con el mismo hombre con el que estaba la última vez que la vi, pero eso no me tranquilizaba para nada, era justamente lo contrario. Cuando Karla llegaba por la noche, yo ya me encontraba acostada, aunque estaba despierta, me hacía la dormida, no quería discutir con ella y con el enfado que tenía iba a ser lo que sucediera, en estos días ella tampoco había hecho la intención de hablar conmigo.

Habíamos decidido quedarnos más tiempo debido a la lluvia, el día que estuvimos planeando la mejor ruta, comenzaron a oírse truenos y poco después comenzó a llover con bastante fuerza, esto había sido el día anterior y aún no había cesado. Las calles y todo el patio estaban encharcados completamente y la lluvia no hacía intención de parar todo por lo que lo más seguro sería quedarnos aquí por un tiempo más.

Estaba en casa de mi madre, tomando el desayuno junto a todos, cuando por la puerta, entró una sonriente Karla, después de coger una taza y servirse café se sentó junto a nosotros. Esto era un hecho sin precedentes, normalmente se levantaba antes que yo marchándose temprano con Yasmina y no desayunaba con los demás.

        —Buenos días —saludó contenta. Usualmente me gustaba verla alegre, pero ahora ese hecho me molestaba. Samantha pudo notarlo y me dio con el pie bajo la mesa para llamar mi atención.

        —Buenos días —saludaron todos, mientras yo mantuve mi boca ocupada con una galleta para no tener que responder.

        —Daniela, tu madre me ha dejado encargada hoy del almacén ¿me podrías acompañar? —Me preguntó con una sonrisa plasmada en sus labios y yo solo pude levantarme, dejando la taza en la cocina, para no gritarle cualquier estupidez.

        —Yo ya he terminado, gracias por el desayuno —hablé en dirección a mi madre. Miré por un momento a Karla que aún sonreía—. Díselo a Yasmina, seguro que acepta. —No pude contenerme de mostrar mi molestia y sin esperar respuesta, me marché hacia el piso que tenían los niños ya que ahí se encontraban mis hermanos, Seth y Dylan.

Cuando iba por el pasillo sentí cómo tiraron de mi brazo con algo de brusquedad, fui subiendo mi vista desde donde me tenían sujeta, hasta el rostro de la persona que me retenía y sacudí mi brazo para que me soltase.

        —¿Qué te pasa? —preguntó Karla confundida por mi reacción brusca.

        —Nada ¿qué me tendría que pasar? —Le pregunté irónica. Karla se cruzó de brazos y me miró fijamente—. Sólo que te sugerí que no te acercases a Yasmina y llevo casi tres días sin verte porque solo estás con ella. La primera vez que me diriges la palabra en estos días y es para pedirme ayuda, pues… que te acompañe ella, seguro que estará encantada de hacerte compañía y seguro que de otras cosas también estaría encantada. Ella y su novio —escupí esas palabras con rabia y me di la vuelta, en esta ocasión no hallé resistencia por su parte por lo que simplemente me encaminé hacia donde los niños, allí me puse a jugar con ellos para tranquilizarme, estar con ellos no me permitía pensar en lo sucedido con anterioridad, mucho menos en Karla y Yasmina juntas.

Mi intento por distraerme con los niños no había funcionado, me habían golpeado varias veces la cabeza con el balón ya que mi mente estaba en otro lugar, por lo que finalmente, decidí dejarlos jugar tranquilamente mientras yo me subía a la azotea.

Mi cabeza no paraba de pensar en las últimas palabras que le dije a Karla y lo que quise sugerir con ellas, podía adivinar las intenciones de Yasmina hacia la ojiverde, ella siempre había hecho eso, encontraba alguien que le gustase para pasar el rato junto con su pareja, lo sabía bien por experiencia, ella me había hecho creer que estaba enamorada de mí solo para poder jugar conmigo. Pero la castaña no era así, aunque me molestase que pasasen tanto tiempo juntas no debería comportarme de este modo con ella, ya que lo único que conseguiría sería alejarla de mí.

InfectedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora