Saga de las crónicas de Narnia. (Caspian y tu)

Capítulo 14.

*Aixa pov*

Cuando el zorro se iba a ir le paro. Aún tenía una duda.

-¡Espera! -El zorro se para y se gira para mirarme.- Tenía una pregunta.

-Dígame Majestad.

Me quedo confusa de nuevo al oír como me llama.

-¿Quién es La Heredera? -Pregunto.

El zorro y los castores se ponen a reír.

-¿Qué es tan gracioso? -Pregunto de nuevo sin entender nada de lo que está pasando.

-Es gracioso que lo preguntes tú. -Me dice el Sr. Castor.

-¿Por qué? -Pregunto aún más confusa.

-Por que tú eres La Heredera, la hija de Aslan. -Dice el zorro.- Por eso la marca del brazo y su brillo, por eso has podido curarme de esa forma.

El zorro se inclina levemente ante mi y se va finalmente. Decidimos acampar aquí y ya mañana a primera hora ir al campamento de Aslan. Que yo sea La Heredera significa que soy la hija de Aslan, así que han estado mintiéndome toda mi vida. Es algo muy duro que asumir. Una parte de mi quiere no creérselo, pensar que es solo una broma pesada pero la otra parte me dice que es cierto ya que todo apunta en esa dirección. Los Pevensie no son mis hermanos y Helen y Tom tampoco son mis padres...Joder.

*Edmund pov*

Me habían encadenado por los tobillos, manteniéndome sentado en el helado suelo de hielo de la celda. Al lado tengo una bandeja con comida y agua, cojo el trozo de pan y le doy un mordisco pero al instante lo escupo, está rancio y duro, casi congelado, ¡que asco! Intento beber pero el agua está congelada. Tiro la copa a lo lejos con frustración.

-Si... -Dice una voz agónica desde la celda de al lado.- Si no vas a comértelo... -Se refiere al pan.

Le miro un poco extrañado y cojo el pan para luego acercarme al agujero que separa nuestras celdas, él también se arrastra como puede hasta el agujero.

-Me levantaría pero... -Entonces lo puedo ver con más claridad y creo que es el fauno del que tanto hablaban Aixa y Lucy, el señor...Tumnus, eso el Sr. Tumnus. Espero que no sepa que está aquí por mi culpa.- Pero las patas... -Coge el pan y se lo come con ansia, como si llevara muchos días sin comer.

-¿Sr. Tumnus? -Pregunto con algo de duda.

-Bueno...lo que queda de él. -El fauno suspira con tristeza y eso hace que me sienta aún peor.- Eres hermano de Lucy y... -Hace una pausa algo extraña antes de añadir:- y Aixa Pevensie.

-Soy Edmund -Contesto confirmándoselo.

-Sí, tienes la misma nariz que Lucy. -Comenta.- ¿Tus hermanas están bien? -Pregunta con preocupación.

Lo miro con culpabilidad ya que no se si están bien, si están a salvo, si están vivas o...si los lobos ya las han cogido o, en el peor de los casos, matado.

-¿Están a salvo? -Insiste él.

Oigo pasos acercándose y lo miro rápidamente para decirle:

-No lo sé. -Dicho esto los dos nos alejamos rápidamente y actuamos como si no hubiera pasado nada.

Entonces se pueden ver entrar a Jadis, un ogro y al odioso de  Ginarrbrik.

-Mi policía...destrozó ese dique -Dice la Bruja acercándose a mi.- Y no encontró rastro de tu familia.

Me levanta de manera brusca cogiéndome de la camisa.

-¿Adónde han ido? -Me pregunta.

-No lo sé. -Respondo al instante en tono asustado.

-Entonces, ya no me eres útil. -Dice con desprecio para luego tirarme al suelo.

Me apunta con su daga, dispuesta a matarme y cuando va a clavármela digo:

-¡Espere! ¡E-el castor dijo algo sobre...sobre Aslan!

Ante mi comentario el Sr. Tumnus se gira de manera rápida y me mira con preocupación. La Bruja baja su daga con una expresión facial extraña.

-¿Aslan? -En su voz y mirada capto ¿miedo?- ¿Dónde?

-Eeeh...yo...

-Él no es de aquí Majestad -Interviene entonces el Sr.Tumnus acercándose a nosotros.- Él no...él no puede saber nada.

El enano lo golpea en la cabeza fuertemente con el mango de su hacha.

-He dicho...dónde está Aslan. -Insiste ella mirándome fríamente.

Miro al Sr. Tumnus y él niega con la cabeza dándome a entender que no debo decir nada.

-No...no lo sé. -Miento.- Les dejé antes de que dijeran nada. ¡Quería verla!

-¡Guardia! -Llama ella de manera furiosa al ogro.

-¿Majestad? -Dice acercándose a nosotros y dejándose ver.

"¡Dios! Que feo" Pienso.

-Libera al fauno. -Le ordena la Bruja.

El ogro lo hace solo que golpeando los grilletes que lo atan sin cuidado alguno y haciendo gritar de dolor al Sr. Tumnus. Lo arrastra hasta el centro de la sala y la Bruja dice:

-¿Sabes por qué estás aquí?

"¡Oh no!" Pienso. "Eso no"

-Porqué aún apuesto por la libertad de Narnia. -Contesta él con voz débil pero en un tono lleno de orgullo.

-Estás aquí...Porqué él. -Dice señalándome.- Te delató. Por unos dulces.

Yo la miro con miedo y luego desvío la mirada al Sr. Tumnus, quien me mira con decepción, yo le dedico una mirada llena de tristeza y de profundo arrepentimiento.

-Llevadlo arriba. -Ordena la Bruja.

Se llevan al Sr. Tumnus casi a rastas y todos abandonan la habitación, dejándome solo otra vez.