Esta es la historia de Aixa Pevensie ,la hermana melliza de Peter Pevensie, o eso creía ella hasta que descubrió el maravilloso mundo de Narnia y todos sus secretos. Nuestra querida protagonista pasará por cambios y decisiones que cambiarán su vida...
Después del grito del marinero Caspian sube corriendo con el capitán y mira a horizonte con una sonrisa.
-Las Islas Solitarias. -Nos dice el capitán cuando todos hemos subido con ellos.- Puerto Angosto.
-Es extraño. -Comenta Caspian cuando deja de mirar por el telescopio.- No hay ninguna bandera de Narnia.
-Las Islas son de Narnia. -Dice Ed.- Aixa dejó una cadena de gobernantes.
-Hace sospechar. -Dice el capitán.
-Hagamos un equipo de reconocimiento. -Dice Ed seguro. Caspian y yo nos miramos incómodos.- ¿Drinian?
-Disculpad, Majestad. -Dice Drinian.- Pero el mando de este barco lo ostentan e rey Caspian y la reina Aixa.
-Claro. -Dice Ed un poco dolido. Pongo una mano en su hombro mientras lo miro con lástima.
-Usaremos los botes. -Dice Caspian.- Drinian que algunos hombres remen hasta la orilla.
-Sí. -Dice Drinian.
-Me iré a cambiar. -Le digo a Caspian para luego ir al camarote y ponerme la ropa que Tania me había arreglado esta mañana.
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(Quitadle el cinturón o lo que sea a la camiseta)
Recojo mis armas y voy a cubierta de nuevo. Nos subimos a los botes. Yo voy con William, Ed, Lu y Caspian. En los otros van los marineros, Reep, Eustace y Drinian.
-¡Adelante! ¡La emoción de lo desconocido nos aguarda! -Dice Reep desde su bote.
Llegamos a la isla y bajamos de los botes. Miro al cielo y veo que no falta mucho para que empiece a anochecer.
-¿No podríamos esperar a mañana? -Pregunta Eustace aún sentado en su bote.
-No es honorable darle la espalda a la aventura. -Le explica Reep.
-Escuchad. -Dice Lu. Nosotros ponemos atención y vemos que no se oye absolutamente nada.- ¿Dónde está la gente?
-¡Vamos cobardica! -Le dice Reep a Eustace ofreciéndole su pata para ayudarle a salir.
-Puedo desembarcar yo solo. -Le dice el niño de mala gana.
Reep aparta su mano y el niño se cae al intentar desembarcar. Reep y yo rodamos los ojos mientras suspiramos. Camino hasta Caspian.
-¿De verdad lleva vuestra sangre? -Le pregunta Caspian retóricamente a Lu y Ed.
Caminamos con precaución hasta la calle que lleva a la entrada del pueblo, intentando no hacer ruido, las campanas empiezan a sonar. Todos nos asustamos y Caspian y yo apuntamos con una flecha hacia el campanario.
-Reepecheep, quédate aquí con la tripulación y vigilad. -Dice Caspian.- Nosotros avanzaremos. SI no hemos regresado antes del amanecer, enviad a un equipo.
William, Caspian, Ed, Lu, Eustace y yo empezamos a caminar por el pueblo. Avanzamos en silencio. Llegamos a la entrada del campanario.
-Bien. Aquí no hay nadie. ¿No deberíamos volver? -Dice Eustace al lado de una casa un poco más atrás que nosotros.
-Oh, sí. -Dice Eustace corriendo hacia nosotros. -Gran idea, primo. Tiene mucho...sentido.
Caspian le da una daga a Eustace y veo que el niño tiembla un poco.
-Yo vigilo, vale. Tranquilos. -Dice inseguro.
-William. -Le llamo en un susurro.
-Dime. -Me contesta él igual.
-Quédate con él.
-Claro.
Caspian, Lu, Ed y yo entramos al campanario y entre cerramos los ojos para acostumbrarnos a la oscuridad que hay en su interior.
-Nos marchamos cuando queráis. -Oigo decir a Eustace desde la puerta.
-Cállate. -Le dice William.
Nos acercamos a una mesa que hay en el medio del campanario y vemos que encima de ella hay un libro con nombres y números. Algunos de los nombres están tachados, en el medio del libro se encuentra la pluma con la que escriben los nombres y en una esquina del la mesa un tintero abierto.
-¿Quién es toda esta gente? -Pregunta Lu leyendo nombres.
-¿Por qué han tachado los nombres? -Pregunta Ed.
-Parecen cantidades de dinero... -Comenta Lu.
-Traficantes de esclavos. -Decimos Caspian y yo a la vez.
Las campanas empiezan a sonar y por ellas bajan muchos hombres que no son de aquí. Empezamos a luchar contra ellos pero un grito nos hace parar de golpe. Miramos hacia la entrada y vemos a dos hombres trayendo a William y Eustace amenazados con una daga en el cuello cada uno.
-Si no queréis que lo haga chillar otra vez...os aconsejo que tiréis las armas. -Dice el traficante de esclavos que tiene a Eustace, acercando más la daga al cuello del niño.
-¿Cómo una niñita? -Reprocha Eustace pero luego se calla al ver el hombre que lo tiene aprieta el agarre sobre él.
-¡Vamos! -Dice el hombre que tiene a William.
Ed, Lu y yo tiramos las armas con rabia y Caspian deja su espada en el suelo con movimientos cuidadosos. Estamos jodidos.
