Saga de las crónicas de Narnia. (Caspian y tu)

Capítulo 17.

*Lucy pov*

Aixa sigue sin despertar y nos está empezando a preocupar cada vez más ya que está así porque casi se ahoga y por que se golpeó en la cabeza. Aceleramos el paso todo lo que podemos para llegar lo antes posible al campamento de ese tal Aslan y al llegar el Sr. y la Sra. Castor miran a todos lados entre asombrados y emocionados. Me giro mirando alrededor y mi mirada se posa en un árbol, el cual coge la forma del Sr. Tumnus, le saludo con una leve sonrisa y luego corro para alcanzar a mis hermanos. Cuando estoy con ellos veo que en el campamento hay todo tipo de criaturas fantásticas. Al pasar todos los que se encontraban en el campamento paran de hacer sus cosas, nos miran con una sonrisa y cuando pasamos se sitúan detrás nuestro para seguirnos.

-¿Por que nos miran así? -Pregunta Susan con una sonrisa incómoda.

-A lo mejor te ven algo rara. -Digo con una sonrisa burlona.

Peter y yo nos reímos.

-O a lo mejor es porque llevamos a La Heredera o hija de Aslan o como sea que la llaman aquí inconsciente. -Dice Peter después de recuperarse de las risas y mirando a Aixa.

*Peter pov*

Caminamos por todo el campamento hasta estar delante de una carpa mucho más grande que las demás, en una zona un poco más elevada, al lado hay una mesa con mapas de estrategias y ahí hay un centauro que nos mira amenazadoramente. Desenfundo mi espada, la elevo y digo:

-Venimos a ver a Aslan. -Mi voz suena firme, haciéndome ganar algún que otro punto más de autoridad.

El centauro asiente y mira a la carpa, el silencio reina en el campamento durante unos segundos que se me hacen eternos y todos se inclinan cuando aparece Aslan, un enorme león de melena dorada que, curiosamente, comparte la mirada de mi supuesta melliza. Dejo a Aixa en el suelo con delicadeza de no hacerle más daño y me inclino al igual que Susan y Lucy.

-Bienvenido, Peter, Hijo de Adán. Bienvenidas Susan y Lucy, Hijas de Eva. Y bienvenidos castores. Os estoy agradecido. -Los castores sonríen orgullosos ante lo que ha dicho mientras que nosotros solo nos miramos confusos de que sepa nuestros nombres.- ¿Dónde está el cuarto? Y...¿Qué le ha pasado a mi hija?

-Por eso hemos venido señor. Necesitamos su ayuda. -Digo poniéndome de pie.

Lucy y Susan también se levantan, decido dejar a Aixa en el suelo ya que estoy cansado de haberla llevado todo el camino.

-Hemos tenido problemas por el camino. -Dice Susan.

-La Bruja Blanca a capturado a nuestro hermano y durante una persecución su hija quedó inconsciente al caer al río. -Explico brevemente.

-¿Capturado? ¿Cómo es posible? -Pregunta Aslan con interés.

Los tres bajamos la mirada y un sentimiento de tristeza y culpabilidad cruza mi pecho.

-Los...ha traicionado...Majestad. -Dice el Sr. Castor por nosotros.

Todos se sorprenden.

-¡Entonces nos ha traicionado a todos! -Dice el centauro muy enfadado.

-Calma, Oreius. -Le dice Aslan.- Por favor, lleva a mi hija a dentro.

-Sí, Majestad. -Dice Oreius.

Oreius coge a Aixa y la lleva al interior de la carpa de Aslan.

-Seguro que hay una explicación.

-Es culpa mía. -Digo con pesar.- Fui duro con él.

Susan y Lucy me miran con lástima al ver que me hecho toda la culpa encima.

-Todos lo fuimos. -Dice Susan.

-Señor, es nuestro hermano. -Dice Lucy.

-Lo sé querida. Pero solo empeora las cosas. -Nos dice Aslan. -Quizás sea más arduo de lo que pensáis.