Capítulo 15

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*Aixa pov*

Alguien me sacude de manera delicada mara despertarme, no sé en que punto de la noche me dormí pero ahora me encuentro tumbada en la hierba. Abro los ojos y veo que quien me despertó fue Taika. Ella me ayuda a levantarme y después de recogerlo todo nos ponemos en marcha. Ambas vamos delante de todo, hablando con naturalidad, como si nos conociéramos de toda la vida.

-Bueno Taika, cuéntame sobre ti. -Le digo dedicándole una breve mirada mientras caminamos.

-Bueno...no hay mucho. Tengo 15 años. Solo tengo un hermano mayor, Caspian. Y bueno...no creo que haya mucho más.

-¿Y tus padres? -Le pregunto con interés mientras la miraba unos segundos.

-En el castillo vivíamos con nuestros tíos ya que nuestra madre murió cuando yo nací y nuestro padre desapareció. Prácticamente nos cuidaba nuestro profesor. -Me contó ella mirando a otro lado para luego mirarme.- ¿Y qué hay de ti?

-Bueno... -Digo divertida.- Yo nací aquí, en Narnia, pero fui enviada al otro mundo ya que en ese entonces Narnia no era segura para mi. Mi padre, como ya deberás saber, es Aslan y mi madre...ella se llamaba Alice. Ella fue asesinada cuando yo era una bebé.

-¿Por quién? -Me pregunta ella con algo de curiosidad.

-¿Has oído hablar de la Bruja Blanca? -Le pregunto ya que si no era así sería mucho más largo de explicar. Ella asiente con la cabeza casi al instante.- ¿Y de la Mesa de Piedra? -Le pregunto de nuevo a lo que ella vuelve a asentir.- Pues la Bruja Blanca la asesinó allí, al parecer a la Bruja no le gustó que ella tuviera un bebé así que la acusó falsamente de ser una traidora de Narnia. Ella podría seguir viva gracias a la magia insondable pero como acababa de enviarme al otro mundo ella no quiso seguir adelante. Jamás llegué a conocerla pero siempre vi retratos de ella y oí historias en Cair Paravel. Los Pevensie son mis hermanos adoptivos, me crie junto a ellos. No supe que ellos no eran mis verdaderos hermanos hasta que pisé Narnia por primera vez. -Una sonrisa nostálgica aparece en mi cara ante los recuerdos que empezaban a cruzarse por mi mente.- Aquí encontré a mi verdadera familia, a mis primeros amigos y a mi verdadero yo.

-¿Y por qué te fuiste? -Me pregunta entonces algo confusa, haciendo que su nariz se arrugara levemente. Se veía muy tierna.

-No quise abandonar a los Pevensie, como ya dije ellos son como mis hermanos y en aquel momento sentía que no podía dejarlos atrás. Además nuestro regreso fue algo extraño. -Lo último lo digo con una sonrisa divertida.

Ella asiente levemente, acabando de procesar todas mis palabras. Caminamos unos minutos en un silencio cómodo y agradable hasta que la niña vuelve a girar su cabeza hacia mi para preguntarme algo.

-¿Te arrepientes de haberte ido con ellos?

Su pregunta me pilló por sorpresa. Obviamente me lo había planteado pero nadie jamás me lo había preguntado por lo que mis palabras salieron cargadas de sinceridad y un cierto matiz de culpabilidad.

-Al principio no...pero pasaron unos meses y me di cuanta de que me sentía incompleta, necesitaba a Narnia. -Le explico con una pequeña sonrisa.- Aquí puedo ser yo misma. No tengo que fingir estar bien si no lo estoy, no tengo que meterme en peleas que no son mías por defender una actitud idiota. Solo...tengo que ser yo porqué me aceptan tal y cómo soy. Esta vez...tengo pensado quedarme. Los Pevensie no lo saben, y aún no les diré nada. Pero ellos lo entenderán. Aquí lo tengo todo y...me siento completa. Mi vida está aquí.

-Te entiendo... -Dice Taika mientras asiente levemente, ella era una buena chica, sabía como escuchar a la gente. Ella iba a decir algo más pero oigo cómo Peter me llama.

-¡Aixa!¡Ven!

-¡Voy! -Me giro a mirar a Taika. -Tai, discúlpame pero tengo que ir. ¿Hablamos luego?

-Claro, ve. -Me dice con una sonrisa mientras asiente.

Era un amor de niña y, algo en mi me decía que nos llevaríamos muy bien. Voy casi corriendo hasta Peter y Caspian.

-¿Qué queríais? -Pregunto al llegar mientras paso mi mirada por ambos.

-Escucha a Peter. -Me dice Caspian rodando los ojos, irritado.

-Está bien tener tropas, pero necesitamos fortificaciones. -Dice Peter cómo si fuera la persona más lista del mundo.

No sé de qué estaban hablando pero por la expresión que tenían todos los de a su alrededor seguramente era algo en lo que se equivocaba -nuevamente- y no quería aceptarlo. Caspian y yo nos vamos mirando discretamente y fingimos escucharle.

-¿Y bien?¿Cómo son? -Oigo preguntar a Buscatrufas un poco más atrás.

-Rebeldes, quejicas y tercos como mulas. Pero luego está la reina Aixa, ella es amable, se sabe adaptar a las circunstancias y es la más sensata y razonable de ellos.

-Entonces te caerán bien. -Dice Nikabrik divertido, aunque algo en su voz hace que mi desconfianza hacia él crezca.

-Muy bien. -Afirma el enano que nos acompañaba.

Finalmente, cuando la discusión ha terminado, llegamos a la fortaleza que nos dijo Caspian y miro a mi alrededor impresionada. Los centauros forman un pasillo de honor con sus espadas. Los Pevensie pasan por él con orgullo. Veo que Caspian se queda atrás con la cabeza agachada. Voy hasta él.

-No te avergüences por lo que hizo tu pueblo. -Él levanta la cabeza y me mira.- Estate orgulloso por todo lo que has hecho en tres días.

Él sonríe y asiente con la cabeza. Le cojo la mano y le llevo conmigo por el pasillo de honor que han hecho los centauros. Veo cómo los narnianos murmuran a nuestro paso. Alzo la cabeza cómo diciendo: ¿algún problema? Veo a un niño entre los centauros, apenas puede alzar su espada así que me acerco a él aún cogida de la mano con Caspian y le ayudo junto a su padre a alzarla. Le dedico una pequeña sonrisa al pequeño y sigo caminando. Veo que Caspian me mira con una sonrisa, la cual me hace sonrojar levemente. Entramos a la fortaleza y veo a muchos narnianos trabajando. Caspian iba a soltar mi mano por los comentarios que se oían hacia nosotros pero yo se la cojo más fuerte y le susurro:

-No te sientas incómodo, solo...ignóralos. No cambies tus decisiones por miedo a lo que digan los demás. Si crees que es lo correcto o si te sientes bien con ello hazlo y ya.

Él sonríe ante mis palabras y asiente.

-Estaréis acostumbrados a otra cosa pero, es defendible. -Nos comenta Caspian segundos después, mirando detenidamente nuestras reacciones.

-Aixa, Peter venid a ver esto. -Dice Susan.

Los tres nos acercamos a Susan. Allí veo pinturas en las paredes, pero no pinturas normales y corrientes sino pinturas nuestras. Me detengo delante de una en la que estamos Aslan y yo caminando por la playa. Es del día en el que él abandonó Narnia.

-Somos nosotros. -Dice Susan.

-¿Qué es este lugar? -Pregunta Lu girándose a mirar a Caspian con el ceño fruncido.

-¿No lo conocéis? -Pregunta Caspian con algo de sorpresa.

Él coge una antorcha y me arrastra con él hacia el interior. Caspian suelta mi mano con delicadeza una vez entramos, haciendo que una sensación de frío y vacío se instale en mi, él parece no notarlo y va hacia una esquina para encender un sistema de iluminación con la antorcha. Ilumina la sala entera y veo frente a mis ojos una de las escenas más dolorosas de mi vida y  varios dibujos de mis amigos caídos.

Saga de las crónicas de Narnia. (Caspian y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora