Saga de las crónicas de Narnia. (Caspian y tu)

Capítulo 16

*Aixa pov*

Estamos en una sala dónde las paredes tienen relieves del Sr. Tumnus, Oreius y los castores... También hay un relieve dónde están Aslan y mi madre. Me paro frente a ese y trago en seco, sintiendo mis ojos picar mientras paso los dedos por el vestido de mi madre y la melena de mi padre. Estamos ante la Mesa de Piedra...

Flashback:

-He aquí la hija del Gran León. -Dice ella.- La Heredera de Narnia. ¿Sabes...? Pensé que vendría tu padre. Me ha sorprendido. Pensé que intentaría salvarte como con tu madre, Alice. Lástima que llegara tarde, pero igualmente disfruté matándola. Aunque...mi plan estaría completo si tu padre no te hubiera enviado al mundo humano pero...ahora podré completarlo y lo gozaré.

Me tiran al suelo y suelto un quejido por el impacto.

-¡Atadle! -Ordena la Bruja.

Ellos me atan con fuerza, casi cortando mi circulación y, de un momento a otro, empiezan a cortar mi capa hasta que queda hecha hilos que simulan algo parecido a pelo. Me suben a la Mesa de Piedra a rastras y la Bruja se agacha a mi lado.

-Pobre niñita...todo esto para proteger a los tuyos pero...¿sabes qué? No te servirá de nada ya que, en cuando acabe contigo, iré a matar a todos los de ese campamento.

Oprimo un gruñido al notar que me acaricia la cabeza como si de un gato se tratara y cierro los ojos cuando se vuelve a levantar.

-Esta noche...la Magia Insondable...va a quedar aplacada. -Dice la Bruja.- ¡Pero mañana, nosotros vamos a tomar Narnia para siempre!

Todos la animan. Mi respiración se acelera y mis ojos se cierran con fuerza.

-Sabiendo eso...desespera... -Alza la daga y, en ese momento, miro hacia los árboles y veo a Lucy y Susan. Les dedico una sonrisa llena de tristeza y cierro los ojos de nuevo esperando la muerte.- y...¡muere!

La Bruja me clava la daga y mi cuerpo oprime un último espasmo. Suelto un quejido lleno de dolor y, tras varios segundos de agonía, mis ojos se cierran con pesadez.

Fin del Flashback.

Parpadeo un par de veces y sacudo la cabeza para luego notar la lágrima que bajaba por mi mejilla. La seco con rapidez, rezando por que nadie me haya visto. Me acerco a la Mesa con pasos lentos y pesados y apoyo mi mano en ella. Al tocarla mi cabeza me pasa una mal jugada y me hace ver de manera repetitiva las imágenes de todos y cada uno de mis seres queridos pasando por lo que pasé yo. Primero papá, luego mamá, Peter, Susan, Ed, Lu, Tai, Caspian, los Srs.Castor, el Sr. Tumnus... Aparto la mano de manera rápidac como si me hubiera quemado, y abro los ojos dando un par de pasos atrás. 

-Lo siento... -Digo notando cómo una lágrima baja por mi mejilla de nuevo, esta vez sin poder controlarlas.- ...no puedo...

Tras decir aquello me voy corriendo de esa sala ya que noto que si sigo en esa sala perderé la cabeza. Salgo de allí en busca de aire fresco y veo a un fauno vigilando. Escalo hasta el puesto de vigía y le saludo de manera educada. Me siento en el suelo y me pongo a jugar con una de las dagas que me regalaron los centauros al llegar, no quiero llorar. No lo haré. Me quedo mirando el bosque y veo un movimiento entre los árboles. Entorno un poco los ojos para poder ver mejor y veo que se trata de un telmarino.

-Ve a avisar de que hay telmarinos por la zona. -Le digo al fauno que vigila conmigo de manera rápida mientras me pongo de pie.

Él obedece al momento y yo cargo una flecha para herirle, evitar que informe a los demás e interrogarlo pero cuando quiero soltarla él ya se ha ido. Pasa un rato en el que todo se queda en una calma extraña y vienen a buscarme ya que se ha convocado una reunión para decidir nuestro siguiente movimiento.