Capítulo 12

1.3K 80 1
                                    

*Aixa pov*

Los narnianos llegan y llegan de todas partes, todos armados. Una sonrisa se instala en mi rostro, son muchos más de los que me imaginaba que quedarían y todos parecen estar medianamente bien.

-¿Príncipe Caspian? -Pregunta Peter incrédulo.

-Sí. ¿Y quienes sois vosotros? -Pregunta el príncipe con desconfianza mientras nos mira.

-¡Peter! -Le grito enfadada por quitarme un mini-cuchillo que siempre tengo guardado en la manga y ponérselo en el cuello al príncipe telmarino en su momento de distracción.

Extiendo la mano, reclamándoselo. Él resopla y me lo da.

-Eres el rey Peter. -Dice el príncipe entonces con asombro.

-¡Aixa! -Dice Edmund.

Al llegar con nosotros me abraza y yo le correspondo. No malinterpretéis: Edmund y yo nos hemos convertido en mejores amigos, hacemos bromas juntos y así. Sé que debería ser más responsable pero...aún soy una niña, ¿qué esperabais?

-Creo que nos has llamado. -Le dice Peter acercándose.

Oh no, su ego otra vez no. Suelto un suspiro, cansada.

-Sí pero...pensé que eráis mayores.

-Si lo prefieres...volvemos en unos años.

Lo dicho el ego de mierda de Peter ha vuelto. Resoplo y le lanzo una mirada de advertencia.

-No. No importa. Es solo...que no sois como esperaba. -Dice sin apartar su vista de mi.

Le sonrío un poco incómoda y Edmund parece notarlo pues da un pequeño paso adelante para taparme un poco.

-Tampoco tú. -Contesta Ed mirándonos como si intentara descifrar algo.

-Un enemigo común une incluso a los adversarios. -Dice un tejón que está al lado de una chica de la edad de Ed.

Un ratón se me acerca sacándome de mis pensamientos.

-Esperábamos con ansia su regreso, alteza. -Dice inclinándose.- Estamos a vuestro servicio.

- Al menos alguno sabéis manejar la espada. -Dice Peter con burla.

Le doy una última mirada de: cállate o verás y éste se calla inmediatamente.

-Sin duda. He hecho gala de ello recientemente para conseguiros armas. -Me dice el ratón.

-Perfecto. -Le digo asintiendo levemente.

Miro a Caspian y veo que ahora está...¿triste? Peter mira a Caspian, quien tiene la espada del primero y se la quita de un tirón, provocándole un corte en cada mano. Enfurezco al momento pero lo disimulo porqué todos están pendientes de mis órdenes. ¿Qué demonios le pasa hoy?

-Busquemos un lugar dónde ocultarnos, crear estrategias y entrenar sin ser vistos por los soldados de Miraz. -Ordeno a los narnianos finalmente, teníamos mucho de lo que hablar pero primero necesitábamos un lugar seguro.

Caminamos hacia un refugio que han propuesto Buscatrufas (el tejón) y el alfa de los centauros. Hacemos un alto por la noche y empiezan a encender pequeñas hogueras para que no tengamos frío de noche. Veo que Caspian esta solo con la chica que había visto antes, eso me hace sentir lástima por ellos. Veo que nadie se les acerca a hablarles ni nada así que me levanto de mi zona y camino hacia ellos con algunas medicinas y vendas para las heridas del chico.

-Perdónenme. -Digo para atraer la atención de ambos.- Creo que no nos conocemos.

-Alteza, ella es la princesa Taika, mi hermana. -Dice el príncipe.

-Un placer conocerla princesa. -Le digo mientras me inclino ante ella por educación.

-Oh no majestad, no hace falta que os inclinéis ante mi. -Dice ella rápidamente con vergüenza.

Yo le sonrío y asiento con la cabeza para luego desviar la vista al chico de nuevo.

-Príncipe Caspian. -Le llamo.

-Llámeme Caspian, alteza. -Me dice.

-Entonces llámame Aixa. -Le digo con una pequeña sonrisa. -He podido observar que tus heridas siguen abiertas, siento que mi hermano te lo haya hecho. ¿Me permites?

Él me mira durante unos segundos, veo que la sorpresa inunda su rostro durante unos segundos y luego asiente con la cabeza. Taika se va con Buscatrufas, diciéndonos que no le resulta agradable interrumpirnos. Lo coloco todo en el suelo y extiendo una de mis manos hacia él. Caspian no tarda en poner la suya sobre la mía y noto una pequeña corriente eléctrica, decido ignorarla por el momento y concentrarme en curarle. De manera suave limpio la herida de su mano y la vendo, repito el proceso con su otra mano y la suelto. 

-Mucho mejor. -Digo al acabar y al ponerme a recoger las cosas.

-Gracias. 

-No hay de que. Te aconsejo descansar, y lo mismo para tu hermana, mañana será un día largo. -Le digo levantándome aunque aún manteniendo mis ojos en los suyos.- Buenas noches.

Digo para entonces emprender mi camino de vuelta con los Pevensie.

Saga de las crónicas de Narnia. (Caspian y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora