Capítulo 8

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*Taika pov*

Llevamos rato caminando por el bosque y de golpe mi hermano se gira.

-Os estoy oyendo. -Le dice a la nada.

Miro a Caspian con el ceño fruncido. ¿A quién le hablaba? Y entonces, como si eso respondiera a mi pregunta, veo como Buscatrufas y Nikabrik salen de detrás de dos árboles. Abro los ojos con asombro ante eso. ¿Cómo sabía que nos seguían?

-Yo creo que deberíamos esperar a que lleguen los reyes. -Dice Buscatrufas mientras da un par de pasos hacia nosotros.

Caspian le ignora y vuelve a caminar. Yo me quedo quieta, pensando en las palabras de Buscatrufas y planteándome qué sería lo mejor que hacer.

-Muy bien, iros. A ver si los demás son tan comprensivos.

Caspian frena en seco y se gira a mirarnos, dedicándome una mirada de "¿En serio?" al ver que no le había seguido.

-Mejor os acompaño. -Dice Nikabrik enseguida con cierta emoción.- Quiero ver como os apañáis con los minotauros.

-¿Minotauros? -Pregunta Caspian.- ¿Existen?

-Y tienen muy mal genio. -Contesta Buscatrufas asintiendo levemente.

-Por no hablar de su tamaño... -Añade el enano.

-Son enormes. -Afirma de nuevo Buscatrufas.

*Caspian pov*

Espera, espera, espera...¿Minotauros? Oh-oh... Eso si que es un problema. Podía enfrentarme a enanos y animales parlantes pero...¿A un minotauro?

-¿Y los centauros? ¿Aún existen? -Pregunta Taika con emoción.

-Los centauros probablemente estarían de vuestro lado. -Contesta Buscatrufas.- Pero a saber lo que podrán hacer los otros.

Seguimos caminando, esta vez acompañados de Nickabrik y Buscatrufas.

-¿Qué pasa con Aslan? -Pregunto con curiosidad.

Los dos narnianos se giran de golpe a mirarme, una mezcla de seriedad y sorpresa en sus rostros.

-¿Cómo sabéis tanto sobre nosotros? -Pregunta Nikabrik mirándonos con desconfianza.

-Historias. -Contestamos los dos a la vez con simpleza.

-Esperad un momento. ¿Vuestro padre os contaba historias de Narnia? -Pregunta Buscatrufas aún más confuso que antes.

-No, nuestro profesor. -Contesto sin querer dar mucha información.

-Lo sentimos mucho. -Dice Taika, en su rostro se instala una expresión decaída.- Pero no deberíais hacernos estas preguntas.

Seguimos caminando en silencio durante varios minutos, quizá una hora, cuando de repente una voz nos hace parar de nuevo, haciendo que suspire con impaciencia.

-¿Que hueles? -Pregunta Nikabrik a nuestras espaldas

Los dos nos giramos para ver que pasa, en mi caso empezando a mantenerme alerta de cualquier peligro.

-Humanos. -Contesta Buscatrufas mientras sigue olisqueando el aire con sumo interés.

-¿Ellos?

-No, ellos. - Dice señalando a unos telamarinos que se acercan a nosotros.

-¡Ahí están! -Grita uno de los soldados señalándonos, llamando al atención de los demás.

-¡Corred! -Exclama Buscatrufas alarmado.

Los cuatro echamos a correr y los soldados empiezan a disparar flechas. Vamos esquivando flechas pero una de ellas alcanza a Buscatrufas, haciéndolo caer al suelo.

-¡Oh no! -Dice Nikabrik con la intención de ir a buscarlo.

-Espera, voy yo. -Digo al enano.- Pon a mi hermana a salvo.

Corro hasta el tejón, que aún se encuentra en el suelo ya que con la flecha clavada en la pierna es incapaz de caminar o levantarse. Lo cojo en brazos y miro hacia los telmarinos. Me extraña ver como uno a uno van cayendo al suelo muertos y aprovecho que los que quedan vivos están distraídos buscando algo entre la hierba para huir.

-Llévatelos de aquí. -Le digo a Nikabrik cuando le doy a Buscatrufas.

-¡No Caspian! -Dice Taika.

-¡Vete! -Le ordeno a mi hermana.

Ella me mira durante unos segundos, preocupada, pero acaba cediendo y cuando se están yendo saco mi espada. Miro a mi alrededor y, para mi sorpresa, veo que no quedan telmarinos vivos. Miro a mi alrededor confundido y, de un tirón o más bien dicho un empujón, acabo tirado en el suelo.

-Elige bien tus últimas palabras, telmarino. -Me dice un...¿¡Ratón!?

-Eres...un...¿ratón? -Digo casi para mi mismo con sorpresa e incredulidad.

El ratón suspira, como si estuviera cansado de oír eso.

-Esperaba algo más...original. Coge tu espada.

Miro mi espada y luego a él.

-No, gracias.

-¡Cógela! No lucharé si estás desarmado.

-Le tengo mucho aprecio a mi vida y no pienso batirme en duelo con vos, noble ratón. -Digo de manera educada.

-He dicho que no lucharé, no que te dejaré vivir.

-¡Reepicheep! -Dice Buscatrufas.- ¡Detén tu espada!

-¿Buscatrufas? -Pregunta el ratón.- Espero que puedas explicar esta interrupción tan inoportuna.

-No puede, continúa. -Dice el enano sonriendo con diversión.

-Él ha hecho sonar el cuerno. -Dice Buscatrufas.

-¿Qué? -Dice Reepicheep con asombro alejándose un poco de mi para mirarme.

-Pues entonces que nos lo muestre. -Dice un centauro apareciendo entre los árboles.

De repente, empiezan a llegar centauros y demás criaturas narnianas de todas direcciones.

-Por eso hemos venido.

Saga de las crónicas de Narnia. (Caspian y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora