Capítulo 21.

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*Aixa pov*

-¡Chicos! -Dice el Sr.Castor al llegar con una mezcla de miedo y preocupación que me hacen ponerme alerta.

-¡So, caballito! -Le dice Edmund al caballo en el que íbamos ambos montados.

-Mi nombre es Philip -Dice el caballo con indignación.

-Ah, perdona -Contesta Edmund mientras Peter y yo reímos.

-La Bruja quiere reunirse con Aslan. -Dice el Sr.Castor ignorando la pequeña discusión entre Edmund y el caballo y haciendo que volvamos a prestarle atención.- Ya viene hacia aquí.

Peter, Edmund y yo bajamos de los caballos y les indicamos que no se muevan a lo que estos asienten. Los cuatro bajamos la colina corriendo y al llegar nos encontramos con la guardia real de la Bruja.

-¡Jadis, Reina de Narnia! -Exclama el enano que va delante de todos.- ¡Emperatriz de las Islas Solitarias!

De parte de los narnianos del campamento se escuchan muchos: "vete Bruja, este no es tu sitio, fuera, no te queremos aquí..." pero parece no importarle en absoluto ya que los mira con desprecio y superioridad.

-¡Vete de aquí si no quieres saber lo que puedo hacer! -Exclama Dumnus a mi derecha con rabia.

Pongo mi mano en el hombro del fauno y niego con la cabeza. Sé que Dumnus está esperando a que la Bruja haga algo mal para lanzarse sobre ella por lo que le ha hecho a su hermano pero es demasiado arriesgado. Aslan me hace una seña para que me sitúe a su lado, suelto la mano de Lucy y hago lo que me indica mi padre. Desafío a la Bruja con la mirada, manteniéndole la mirada hasta que la baja y luego dirijo mi vista a los Pevensie, puedo ver que ellos están muertos de miedo, sobretodo Edmund. Cuando la Bruja llega delante nuestro dice:

-Tienes a un traidor entre los tuyos, Aslan.

-Su ofensa no iba contra ti. -Dice mi padre con un tono calmo.

Veo que Edmund baja la mirada con arrepentimiento.

-¿Has olvidado las leyes que dirigen Narnia?

-A mi no me hables de Magia Insondable, Bruja. -Dice Aslan gruñendo.- Yo estaba allí cuando se escribió.

-Entonces sabrás que todo traidor me pertenece. -Dice ella con tono de superioridad.- Su sangre es mía. -Me mira con una sonrisa socarrona y luego mira a Edmund.

Veo que Peter desenfunda su espada y se sitúa delante de su familia de manera protectora. Yo camino de manera amenazante hasta llegar delante de ella.

-Intenta llevártelo o tocarle un solo pelo otra vez y verás que no me temblará el pulso para matarte y acabar con tu innecesaria vida.

-¿Crees que la fuerza bruta puede negarme lo que me corresponde? -Me pregunta ella con burla.

-Si estás muerta...sí. La fuerza bruta te lo puede negar si te mato ahora mismo. ¿Qué te parece? -Le digo con una mezcla de odio y rabia.

Todos los presentes ponen cara de asombro al escuchar esas palabras salir de mi ya que en el tiempo que llevamos en el campamento jamás me han visto de esa manera. Ella intenta darme un golpe pero yo lo esquivo sin problemas, sonrío de manera triunfal y ella bufa con fastidio. Vuelve a mirar a Aslan bajo la mirada de todos ya que intentó hacerme algo y yo me vuelvo a situar al lado de mi padre, quien ronronea divertido.

-Aslan sabe que a menos que obtenga sangre tal como indica la ley, -Se gira a mirar a los presentes.- toda Narnia zozobrará y parecerá bajo el fuego y el agua. -Vuelve a mirarnos. -Ese muchacho... -Señala a Edmund- Morirá en la Mesa de Piedra...como manda la tradición.

Entonces me viene a la mente la conversación que tuve con Oreius cuando él me explicaba acerca de Narnia.

Flashback

-¿La Mesa de Piedra? -Pregunto con curiosidad ante su mención.

-Es donde se supone que la Bruja Blanca sacrifica a los "traidores". -Me dice.- Los que realmente son traidores, pero los que no, los que se sacrifican de manera pura, no mueren. Pero no digas nada de esto. Es un gran secreto que solo Sabemos Aslan, tu y yo. ¿Podrás guardarlo?

-Claro. -Digo.

Fin del Flashback.

Los Pevensie empiezan a ponerse nerviosos y entonces sé lo que debo hacer.

-No os atreveréis a negármelo. -Nos dice ella queriendo seguir para que aceptemos.

-Ya basta. -Digo cortándola de golpe y mirándola de manera severa.- Padre, Jadis, vayamos a dentro. 

Me dirijo a la carpa de mi padre y la abro, primero entra Jadis, luego Aslan y por último entro yo, cerrando la carpa. Me doy cuenta de que se forma el silencio fuera, que de repente es interrumpido por pequeños murmullos.


Saga de las crónicas de Narnia. (Caspian y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora