Capítulo 16.

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Mientras Aixa se hundía en las profundas y heladas aguas del río, la Bruja se encontraba cada vez más cerca de los hermanos Pevensie y los Pevensie, por otro lado, solo se habían dado cuenta de la ausencia de Lucy. Cuando Peter y Susan encontraron a Lucy se dieron cuenta de que La Heredera no se encontraba con ellos y una nueva preocupación se instaló en ellos. Mientras los tres hermanos Pevensie buscaban a Aixa por la orilla del río los castores se lanzaron al agua con rapidez, temiéndose lo peor.

*Peter pov*

Cuando acabamos de revisar la orilla del río y no encontramos ni rastro de Aixa volvemos preocupados a donde está el camino con la esperanza de que los castores la hayan encontrado sana y salva. Al llegar vemos al Sr. y a la Sra. Castor sacando el cuerpo inmóvil de Aixa. Desde donde estamos podemos ver que ella tiene la marca de un golpe en uno de los lados de su cabeza. Yo solo puedo desear que no sea nada demasiado grave que luego le deje secuelas. Le sacan el agua que tiene en los pulmones y al ver que no despierta la cojo y y volvemos a caminar ya que, según los castores, en el campamento la podrán ayudar. Al rato llegamos a una zona donde hace calor y ya no hay nieve, como ha dicho Santa, le maldición está empezando a romperse. Decidimos descansar un poco y nos sacamos los abrigos, Susan le quita el suyo a Aixa para que su cuerpo no pase calor y después de unos 10 o 15 minutos volvemos a caminar, con Aixa inconsciente entre mis brazos.

*Edmund pov*

Estamos al borde del río que ya está completamente descongelado, sin contar uno o dos trozos de hielo que flotan rivera a bajo, empieza a hacer mucho calor y eso tiene a la Bruja bastante enfadada.

-Hace...Mucho calor. -Dice el enano en un quejido como si hubiera leído mis pensamientos mientras se quita el abrigo.

La Bruja lo mira mal, con una de esas miradas en las que puedes sentir cuchillos atravesarte, él se vuelve a poner el abrigo, arrepentido de haberlo dicho en voz alta.

-Voy a ver como están los renos. -Dice como excusa antes de irse.

Una sonrisa divertida aparece en mi rostro aunque no dura mucho ya que desaparece al instante en el que aparecen los lobos con un zorro como prisionero.

-Majestad... -Dice Maugrim, el jefe de los lobos, inclinándose levemente.- Encontramos al traidor del bosque.

-Oh... -Dice ella con satisfacción.- Te has dejado caer por aquí. -Comenta mientras nos acercamos al animal, ella para hablar con su prisionero y yo para saber por que lo ha llamado "el traidor del bosque".- Anoche ayudaste mucho a mis lobos. A lo mejor me puedes ayudar ahora.

-Perdóneme, Majestad. -Dice inclinándose ante nosotros.

-No me hagas perder el tiempo con halagos. -Dice ella de mala gana.

-No quiero ser grosero... -Empieza el zorro.- Pero no me estaba dirigiendo a ti. -Dice con simpleza para luego mirarme.

Miro al zorro extrañado. ¿Por qué me ha llamado "Majestad" si yo no tengo ningún rango como esos aquí? La Bruja se le acerca de manera peligrosa y va dándole vueltas a su daga, cuando está frente al zorro le apunta repentinamente con la daga y dice:

-¿Adónde se dirigen los humanos?

Yo miro algo asustado al zorro y luego a la Bruja, el zorro empieza a retroceder con miedo pero aún así no dice nada, permanece callado, aún sabiendo que la información que puede dar puede salvarle la vida. Justo cuando la Bruja levanta la daga dispuesta a provocarle el último aliento al zorro digo:

-¡Espere! ¡No! El castor habló de la Mesa de Piedra, donde Aslan tenía un ejercito.

-¿Un ejercito? -Pregunta ella mirando al zorro por encima de mi hombro.

El zorro mira al suelo apenado ya que seguramente la he cagado dando esa información para salvarle la vida. La Bruja me aparta con fuerza e igualmente convierte al zorro en una estatua de piedra.

-¡No! -Grito con una mezcla bastante peligrosa de tristeza y rabia.

Ella se gira a mirarme y me da una bofetada, provocando que algunas lágrimas se acumulen en mis ojos.

-Piensa de que lado estás Edmund. -Dice cogiéndome las mejillas de manera brusca con una mano, aplicando bastante fuerza como para que me duela y tenga el control del movimiento de mi cabeza.- Si del de ellos... -Gira mi cabeza hacia la estatua del que hace poco era el zorro -O del mío. -Me suelta de manera brusca y se aleja de mi.- Reunid a los leales. -Le dice a los lobos.- Si Aslan quiere guerra... -Dice para luego petrificar a una mariposa que volaba cerca nuestro.- ...guerra es lo que tendrá.


Saga de las crónicas de Narnia. (Caspian y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora