Capítulo 13.

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*Aixa pov*

El viento nos había abandonado, los marineros llevaban una semana remando. Me encuentro con Drinian y los demás.

-El viento nos ha abandonado, -Dice Drinian mirando las velas que ahora están plegadas para evitar daños.

-¿Y cómo vamos a llegar a la Isla de Ramandú? -Pregunta Ed.

-Cierto, no podemos seguir agotando tanto a los marineros. -Digo apoyando a Ed.

-No lo sé. -Dice Drinian.- Pero yo creo que hay algo que no quiere que lleguemos.

Cada uno sigue con lo suyo y yo voy con Drinian a dar una vuelta por cubierta. Caminamos intercambiando ideas y opiniones hasta pero nos paramos a oír lo que dice un marinero que ata sogas.

-Tengo tanta hambre que me comería al dragón. Al menos entonces nos serviría para algo. -El marinero mira mal a  Eustace.

-Escuchadme bien. -Digo acercándome al marinero amenazante, le cojo de la camisa dejándolo con la espalda en el mástil y alzo la voz para que todos me oigan.- Como otra persona de este barco vuelva a insinuar algo acerca del dragón que no sea en buen sentido lo dejaré en la próxima isla que encontremos. Me darán igual las condiciones en las que se encuentre la isla o quién sea, pero al dragón ni lo tocáis, ni os burláis de él, ni insinuáis que le haréis daño porque es mi primo, y, repito, me dará igual quien sea porque lo pagará. ¿Entendido? -Digo mirando al marinero que está aún contra el mástil.

-S-sí Majestad. -Dice él con temor.

-Bien. -Digo soltándolo.- Vuelvan a sus trabajos.

Me voy de allí despidiéndome de Drinian con un movimiento de cabeza pero una sacudida en el barco hace que todos caigamos al suelo. Levanto la vista soltando un quejido de dolor por la caída. Caspian llega a mi lado y me ayuda a levantarme.

-¿Estás bien? -Me pregunta preocupado.

-Sí. No te preocupes. -Le digo poniendo mis manos en sus mejillas.

-Creo que hemos chocado con algo. -Dice Drinian.

Los marineros  se ponen a mirar el casco del barco en busca de cualquier golpe. Miro hacia la proa del barco ya que algo o más bien dicho alguien tira de él. Eustace ha enganchad su cola a la proa del barco y está tirando de él. Ed a mi lado también lo ve.

-¡Buena idea Eustace! -Dice gritando para que le oiga.

Los demás miran a Eustace y le aplauden. Eustace parece encantado por recibir sus aplausos y entonces me mira buscando mi aprobación. Asiento con una sonrisa y él se gira contento. Al rato voy con Tania, Taika y Aurora.

-Hola, ¿cómo estáis? -Les pregunto entrando al camarote.

-Bien, a veces echo de menos a mi hermano pero sé que está haciendo algo bueno para Narnia. -Dice Tania.

-Yo estoy bien, por fin vuelvo a tener a Ed conmigo. -Dice Taika con una sonrisa.- Aunque nos gustaría poder ayudar más, salir en las expediciones y todo eso.

-Pero el problema es que no sabemos luchar, siempre nos han enseñado que teníamos que coser, trabajar y limpiar. -Dice Tania.

-Eso no quiere decir que no nos guste cuidar de Aurora, ella es maravillosa. -Dice Taika.

-Entiendo, y...siento mucho que tengáis que cuidarla vosotras. -Digo mirando a la bebé que duerme plácidamente en mis brazos.- Debería hacerlo yo...

-Tranquila. -Dice Tania.

-Sabemos que estás ocupada. Cuando acabemos con todo esto podrás hacerlo tú. -Dice Taika.

- Ahora vuelvo, vestíos y coged una espada cada una.

Me voy a mi camarote y dejo a Aurora en la cuna. Me cambio y vuelvo con las chicas con mi espada.

Llego con ellas y me pongo a enseñarles como usar una espada

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Llego con ellas y me pongo a enseñarles como usar una espada. Cuando llegamos a la Isla de Ramandú se puede decir que ya saben defenderse medianamente. Cojo a Aurora y desembarcamos todos. En la barca de camino a la isla Caspian se sienta con nosotras  nos mira con adoración. 

-¿Qué pasa Cas? -Le digo.

-Nada, solo que...nunca imaginé que podría llegar a formar mi familia con la chica de la que siempre estuve enamorado. -Me dice sonriéndome.

Sonrío y apoyo mi cabeza en su brazo y nos quedamos en silencio hasta que llegamos a la isla. Seguimos el camino que cruza la Isla. Poco a poco se ha ido haciendo de noche pero Aurora mira alrededor con curiosidad y de vez en cuando va haciendo sonidos que muestran emoción y asombro. Llegamos a un tronco que nos hace como de puerta o arco y al cruzarlo vemos una mesa enorme llena de platos de comidas. Los marineros, hambrientos, se acercan casi corriendo a la mesa pero Drinian los detiene antes de que coman algo. Miro alrededor insegura y, hacia el fondo de la mesa, encuentro a unos hombres atrapados en unas raíces o enredaderas. Me acerco con cautela tras haber dejado a Aurora con Taurus. Examino sus rostros, sus vestimentas y sus accesorios. Son los Lords.

-Lord Revilian, Lord Mavramorn y Lord Argoz. -Digo en un susurro apartando el pelo que cubría el rostro de este último.

Veo que tiene los ojos abiertos y...se ve vida en ellos. Su aliento roza mi piel y me aparto asustada.

-Están vivos. -Digo.

-Están hechizados. -Dice Ed.

-¡Es la comida! -Dice Caspian girándose.

Los marineros sueltan la comida que habían empezado y se miran los unos a  los otros con preocupación.

-Mirad, el Cuchillo de Piedra. -Dice Ed.- Esta es la la Mesa de Aslan.

-Sus espadas. -Dice Caspian.

Nos acercamos y, tras rebuscar entre las enredaderas, las ponemos en la mesa.

-Hay seis. -Digo tras contarlas.

-Falta una. -Dice Caspian.

Las espadas empiezan a brillar y vemos que la estrella baja hasta dónde estamos. Caspian y yo sacamos nuestras espadas con desconfianza. Una vez la estrella llega al arco que forma el tronco se trasforma en un chico.

Saga de las crónicas de Narnia. (Caspian y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora