Capítulo 4

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*Aixa pov*

Salgo de la cueva y camino hasta la orilla del mar. Me quito los zapatos y la chaqueta, tirándolo a la arena. Me meto en el mar y nado un poco, tratando de acabar de tranquilizarme. Después de unos 5 o 10 minutos decido dejarlo estar, ya que no consigo sacarme esa sensación del cuerpo.

Los Pevensie juegan en el agua mientras yo estoy sentada en la orilla, veo unas ruinas a lo lejos y los llamo para luego dirigirnos hacia ellas. Veo un gran manzano y una sonrisa nostálgica aparece en mi cara.

-Lu, el manzano...-Le digo a Lucy para que reconozca el sitio en el que nos encontramos.

-No puede ser. -Dice ella al ver la sala del trono destrozada.

La dos ayudamos a los demás a que recuerden lo que antes había sido este sitio y entonces nos ponemos a buscar la sala que teníamos escondida.

*Omniscente pov*

La tropa que mandó Lord Miraz para encontrar a los príncipes regresó al castillo pero en vez del heredero del trono traían a un enano, una criatura supuestamente extinta para los Telmarinos. Lord Miraz se encontraba admirando a su hijo en el balcón de sus aposentos. Vio a la tropa entrar al castillo y después de dejar a su hijo al cuidado de su madre fue inmediatamente a recibir las noticias que el quería oír. Al llegar a los establos se encaminó hacia el General Glozelle. En el caballo había un bulto tapado, por su tamaño el Lord se pensó que se trataba de su sobrina pero jamás llegaría a imaginarse lo que realmente era.

-Esperad, esperad milord. No es lo que creéis. -Le dijo el General.

-¿Entonces qué es? -Preguntó el Lord con impaciencia.

-No lo sé con seguridad.

El General destapó la cabeza del prisionero, dejando al Lord cara a cara con un enano.

-Imposible... -Murmuró el Lord con una expresión de espanto en su cara.

Hubo una reunión del consejo que duró horas. En ella dejaron salir a la luz que aún hay narnianos vivos y los tacharon de alimañas, salvajes y seres sin corazón. Todos los del consejo quedaron aterrados y Lord Miraz aprovechó eso para dar un paso más hacia el poder del trono. Maltrataron al enano de todas las formas posibles pero él no dijo nada y entonces decidieron sentenciarlo a muerte.

*Aixa pov*

Acabamos de encontrar la puerta secreta a nuestra sala de obsequios. Bajamos por las escaleras con la iluminación de la linterna de Ed. Cada uno se acerca a su cofre y lo abre y entonces me doy cuenta de que me falta algo.

-Mi cuerno no está... -Digo con tristeza.- Me lo dejé en la silla de montar...

Los Pevensie me miran con lástima y luego siguen a o suyo. Escojo un vestido y cojo mis armas.

Los chicos salen a cambiarse fuera y las chicas nos quedamos en aquella sala. Una vez acabo de vestirme salgo y me voy a sentarme en un muro que ahora es más un poyete. Para matar tiempo me pongo a peinarme y este es el resultado:

Los demás salen y nos ponemos a caminar hacia el río, hacia la parte del delta

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Los demás salen y nos ponemos a caminar hacia el río, hacia la parte del delta. Allí nos encontramos una barquita con...¿humanos? Analizo la situación, tratando de no darle importancia a que hubieran humanos en Narnia (por extraño que fuera) y me fijo en que están intentando ahogar a un enano.

-¡Soltadlo! -Dice Susan con voz firme mientras les apunta con el arco.

"Palabras equivocadas" pienso rodando los ojos. Ellos, tras encogerse de hombros, tiran al enano al agua. Mato a los humanos mientras Peter y Ed van a por la barca y a por el enano. Una vez en la orilla, Lu desata al enano y el al vernos exclama:

-¡Cuervos y cachorros!

Saga de las crónicas de Narnia. (Caspian y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora