Capítulo 10

1.2K 64 0
                                    

*Caspian pov*

Nos encontramos completamente rodeados por múltiples especies de narnianos. Los murmullos, susurros y comentarios contradictorios interrumpen el silencio de la noche, creando un ambiente inusual en la oscuridad del bosque de Narnia.

-¡Matadlos! -Dice la voz de uno de los centauros destacando sobre las otras y hacienod que, de pronto, el silencio y el orden se apodere del grupo.

Rodeo a mi hermana con uno de mis brazos y la escondo tras mi cuerpo de manera protectora cuando todas las miradas se posan sobre nosotros, en cada mirada hay una emoción distinta, algunas son de miedo, otras curiosas, otra parte desconfiada, hay miradas enfadadas, reflexivas, esperanzadas...Sigo mirando alrededor hasta que otra voz destaca en este nuevo silencio.

-¡Telmarinos! ¡Mentirosos! ¡Asesinos! -Grita otro narniano con odio.

-Lo único que demuestra ese estúpido cuerno es que nos lo han robado también. -Dice Nikabrik de pronto, poniéndose en nuestra contra y complicándonos la situación.

-Nosotros no hemos robado nada. -Digo defendiendo nuestra posición ante los narnianos.

-¿Qué no habéis robado nada? -Pregunta un minotauro con cierto sarcasmo, haciéndose notar entre la multitud.- ¿Os numeramos todo lo que nos habéis quitado?

-¡Nuestras casas! ¡Nuestra tierra! ¡Nuestra libertad! ¡Nuestras vidas! ¡Nos habéis robado Narnia! -Van gritando los narnianos con odio, rabia y resentimiento.

-¿Nos responsabilizáis de los crímenes de nuestro pueblo? -Pregunta Taika saliendo de detrás mío.

-Y también...os castigaremos. -Dice Nikabrik acercándose a nosotros con el cuchillo en mano.

-¡Ja! -Dice Reepicheep viniendo hacia nosotros y sacando su espada.- Es irónico viniendo de ti, enano. ¿O has olvidado que fue tu gente la que luchó al lado de la Bruja Blanca?

-Y volvería a hacerlo con tal de librarnos de estos bárbaros. -Dice Nikabrik mirándonos con odio.

Todos le miran con horror al recordar cuánto sufrió Narnia durante esos tiempos y los murmullos aparecen de nuevo. Le dedico una breve mirada de agradecimiento al ratón antes de mirar a todos los demás de nuevo.

-Menos mal que no está en tus manos hacer que vuelva. -Dice Buscatrufas haciendo que todos le presten atención de nuevo.- ¿O estás sugiriendo que le pidamos a los chicos que se enfrenten a Aslan?

Todos niegan rápidamente, escandalizados, creo. 

-Tal vez lo hayáis olvidado, pero los tejones recordamos muy bien que Narnia nunca fue feliz, salvo cuando reinó la hija de Aslan junto a los hijos de Adán y las hijas de Eva.

-Son unos telmarinos. ¿Por qué los querríamos como reyes? -Dice Nikabrik.

Todos asienten de acuerdo con el enano y exclaman varias cosas en tonos que solo muestran de nuevo el odio que nos tienen. Dios mío que caos.

-Porqué podemos ayudaros. -Dice Taika interviniendo de nuevo.- Más allá del bosque somos los príncipes. El trono telmarino nos pertenece. Si nos ayudáis, haremos que vuelva a reinar la paz.

Los narnianos la escuchan en silencio y veo que sus expresiones van cambiando poco a poco, mostrándose tentados y satisfechos con sus palabras. Miro a Taika con orgullo mientras una pequeña sonrisa aparece en mi rostro.

-Es cierto. -Dice un centauro a nuestras espaldas.- Ha llegado la hora. Yo observo los cielos, pues está en mi naturaleza hacerlo al igual que en la tuya recordar, tejón. Tarva, el señor de la victoria, y Alambil, la señora de la paz, vuelven a estar juntos en el firmamento. Y ahora aquí, se han vuelto a alzar un Hijo de Adán y una Hija de Eva para devolvernos la liberad.

-¿Es posible? ¿Podría reinar la paz? -Pregunta una ardilla con curiosidad y esperanza.- ¿Creéis que eso podría pasar?

-Hace dos días, no creíamos en la exsistencia de animales parlantes. -Digo decidiendo intervenir y ganándome las miradas de los narnianos.- Ni enanos, ni centauros.

-Y aquí estáis.- Dice Taika apoyándome.- Sois tantos que los telmarinos jamás lo habríamos imaginado.

-Este cuerno. -Digo alzando el cuerno de la reina Aixa.- Sea mágico o no nos ha reunido. Y juntos, podemos recuperar aquello que es nuestro.

-Si queréis guiarnos, todos mis hijos y yo... -Dice el centauro satisfecho mientras saca su espada.- Ofrecemos nuestras espadas.

Todos los centauros van sacando sus espadas y las alzan, de acuerdo con el...¿alfa, jefe...? Poco a poco más y más narnianos van  uniéndose a nosotros con sus armas, conocimientos y creencias, dejándonos fascinados.

-Y nosotros nuestras vidas, sin reservas. -Dice Reepicheep inclinándose ante nosotros junto con su pequeño grupo de soldados ratón.

-Las tropas de Miraz están a punto de alcanzarnos, altezas. -Indica Buscatrufas esperando nuestro próximo movimiento como grupo.

-Si vamos a combatir, tenemos que reunir soldados y armas. -Dice Taika tras unos segundos de reflexión.- Y no tardarán en llegar así que...

Saga de las crónicas de Narnia. (Caspian y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora