Esta es la historia de Aixa Pevensie ,la hermana melliza de Peter Pevensie, o eso creía ella hasta que descubrió el maravilloso mundo de Narnia y todos sus secretos. Nuestra querida protagonista pasará por cambios y decisiones que cambiarán su vida...
Hemos vuelto al castillo de Telmar, donde una doncella llamada Tania me esta preparando. Ella es una chica muy guapa. Su pelo es negro cómo el tizón y sus ojos de un tono verde precioso, piel clara y una estatura bajita, parecida a la mía.
Hemos estado hablando y se puede ver que es una chica muy amable y comprensiva, un amor de persona en definitiva. Ella me ha explicado que su familia era bastante fiel a Miraz. Su madre era la doncella de Lady Prunaprismia y su padre había sido uno de los soldados más conocidos en el pueblo. El problema llegó cuando todos los narnianos reaparecieron. Se ve que su familia apoyaba la idea de convivir con los narnianos y montaron una revuelta en el pueblo, Miraz, al ver que el poder que tenía entre los habitantes iba desapareciendo, ejecutó a su padre y a su madre en público, teniéndola a ella y a su hermano mayor presenciándolo, y amenazó a los otros habitantes con el mismo destino si volvía a pasar. Obviamente, el pueblo se sometió.
-¿Por qué Miraz no os ejecutó a tu hermano y a ti? -Le pregunto frunciendo el ceño pues ellos también participaron en la revuelta.
-Miraz dijo que aún éramos demasiado valiosos cómo para morir tan jóvenes así que nos dejó vivir pero con el horrible recuerdo de ver a toda nuestra familia morir delante nuestro y no poder hacer nada. -Noto que su voz se tiñe de tristeza.
-¿Cuántos años tenéis tu y tu hermano? -Le pregunto cambiando de tema al verque le afectaba bastante aún.
-Él tiene 18 y yo 17. -Me contesta rápidamente.- Si quiere se lo puedo presentar en la fiesta de esta noche.
-Claro. -Contesto con una pequeña sonrisa.
-Cierre los ojos. -Me pide.- Su vestimenta será sorpresa, majestad.
Asiento con una pequeña sonrisa divertida y le hago caso. Noto una tela suave envolverme y sus manos arreglando el vestido en mi cuerpo. Ella me mueve un par de veces y, por pisar el vestido o falda, se que es largo y arrastra un poco de cola. Tania me hace moverme de nuevo y pone sus manos en mi hombro.
-Ya puede abrirlos. -Me dice emocionada.
Abro los ojos y me quedo maravillada al verme en el espejo. Llevo un precioso vestido largo de color verde oscuro. Es de tirantes pero tienen un poco de tela que cae por los brazos. El vestido también tiene un poco de cola pero queda bien y en la parte superior tiene unos bordados que simulan florecillas y hojas.
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-¿Le gusta el vestido? -Me pregunta.
-Me encanta. Es precioso. -Le contesto con sinceridad.
-¿Le peino? -Me pregunta.
-Claro. Lo dejo en tus manos. -Digo con una sonrisa.
Nos sentamos en mi cama y sus manos empiezan a peinar y trenzar mi pelo con destreza. Cuando acaba me giro a mirarla al ya haberme visto en el espejo.
